Estela Ortiz: “Boric va a tener la misma camisa de fuerza de Bachelet. Y peor”

Foto: Andrés Pérez

La exvicepresidenta de la Junji y actual integrante de Horizonte Ciudadano, el think tank ligado a la expresidenta Michelle Bachelet, advierte que quien llegue a La Moneda en marzo enfrentará un escenario difícil sin mayorías en el Congreso. Desde ahí sostiene que el único camino posible para las transformaciones que plantea Gabriel Boric es el entendimiento. “Van a tener que llegar a acuerdos, si no serán cuatro años perdidos”, asegura.


“Nunca he entendido mucho el concepto “bacheletismo”. Yo separo a la Presidenta Michelle Bachelet de Michelle, mi amiga. Para mí el término alude a la gente que estuvo incondicionalmente al lado de ella”. María Estela Ortiz, viuda de José Manuel Parada, se cuenta entre esos incondicionales a la exjefa de Estado que está por regresar en estos días al país. Fue su apoyo en sus dos gobiernos y hoy colabora en su fundación Horizonte Ciudadano.

En esta entrevista habla de los desafíos que enfrentará Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) si logra imponerse sobre José Antonio Kast (Partido Republicano) en la segunda vuelta del 19 de diciembre, advirtiendo que, tal como le ocurrió a Bachelet, deberá allanarse a acuerdos sin tener mayorías en el Congreso

También aborda el golpe personal que enfrentó este año, cuando su hija -la actriz y exmilitante de RD Javiera Parada- decidió ser la jefa de campaña de la candidatura presidencial del exministro de Hacienda Ignacio Briones (Evópoli).

¿Cómo lee el resultado de las elecciones del 21 de noviembre, en que por primera vez las fuerzas políticas tradicionales quedan fuera de la papeleta?

Hay que preguntarse qué pasó. Pero para mí era inentendible. Pensé que Yasna Provoste iba a sacar una votación mucho más grande y que iba a pelear para pasar a la segunda vuelta. Fue un impacto después de todo lo que costó esta democracia.

¿Qué dudas le provocaba en la primera vuelta el proyecto de Boric y de Apruebo Dignidad?

Ningún problema con Gabriel, para mí es un líder que ha sido claro y que reflexiona. Tiene una libertad de pensamiento que yo admiro. Me gustó cuando votó por el proceso constituyente, me gustó cuando integró la comisión de niñez a la que invitó Piñera, el Presidente. Me gusta esa libertad.

¿Y por qué entonces estaba con Provoste y no con Boric?

Por un tema de lealtad. A la Yasna la conozco harto, siento que es mi amiga, la conocí cuando ella estaba en Integra y yo en Junji. Nos tocó trabajar juntas y vi la fuerza que tiene. Es consecuente con la historia de vida de sus padres y de ella, no esconde de dónde viene. Yo sentí en ella esa dignidad.

¿Por qué Paula Narváez (PS) tampoco despegó? ¿Por qué el guiño que le hizo la expresidenta Bachelet no tuvo efecto?

No sé si contribuyó o no. Lo que pasó con Paula tiene que ver más con la situación política. El hecho es que la gente no quiere lo de siempre y hay que hacerse cargo.

Apruebo Dignidad y el Frente Amplio, en particular, han sido muy críticos de la coalición que integró. Pero ahora necesita a la centroizquierda para ganarle a Kast...

Otra cosa es con guitarra, eso lo tienen claro. Tú sabes que tienes que llegar a acuerdo para sacar una ley, si no, no sacas nada.

Con el Congreso que se eligió, ¿cree que un eventual gobierno de Boric va a tener la misma camisa de fuerza que tuvo Bachelet para aprobar sus reformas?

¡Va a tener la misma camisa! Y peor, porque al menos los empresarios ya conocían a Michelle. No tenías a Juan Sutil (presidente de la CPC) hablando por los medios de comunicación. Va a ser difícil, pero si la oposición futura no entiende que hay que producir cambios, quien gobierne va a tener un periodo muy difícil con todo lo que va a significar la movilización social. No va a ser fácil si no generas una ruta de cambios que la ciudadanía requiere.

¿Existirá la posibilidad real de llegar, por ejemplo, a una reforma de pensiones?

Van a tener que llegar a acuerdo, si no, van a ser cuatro años perdidos. Por eso es importante ganar por una amplia mayoría, en eso estamos todos los que estamos empujando la campaña de Boric. No puedo entender ni aceptar que este país escoja a una persona cuyo máximo líder es Pinochet. Una persona que no está a favor de los derechos humanos.

¿No cree que en esta elección se ha extremado el discurso polarizante? Los partidarios de Kast hablan del fantasma del comunismo y en Apruebo Dignidad acusan a Kast de fascista...

Se ha tensionado mucho el discurso. Yo creo que esto partió por toda la campaña anticomunista. Pero para mí el tema de Kast es distinto. Yo lo conozco y no le creo. Creo que tiene todo el derecho a pensar lo que quiera y a plantearlo, porque nunca más quiero que se persiga a alguien por pensar diferente. Por eso me cuesta separar, porque respecto de él tengo una opinión muy clara.

¿Y cómo mira el rol del Partido Comunista?

Yo tengo una relación de mucho respeto por el PC por mi historia, entonces no me voy a poner a hacer críticas por los medios. Puedo no estar de acuerdo con muchas cosas, pero le tengo un respeto grande, porque se ha jugado por la democracia. Más allá de que no esté de acuerdo con determinadas opiniones internacionales que ha tenido.

Ha sido la coalición la que más ha tensionado la candidatura de Boric. ¿Cree usted que el PC podría hacer un esfuerzo mayor para apoyar a Boric?

Yo creo que para ellos fue muy duro perder la primaria con Daniel Jadue. Les costó más que al resto. Eso lo puedo entender y comprender. Pero a mí me preocupa algo no solamente en relación al PC, sino a la izquierda. Y es que no nos podemos quedar en lo que fue la izquierda del siglo XX. Esos proyectos con los cuales nosotros soñamos no fueron lo que creíamos y esperábamos. Y hoy el rol fundamental, más allá de ser gobierno, es definir hacia qué sociedad vamos, es cómo entendemos la libertad y la democracia. Es un desafío de todos, pero para la generación más antigua es un desafío duro.

Usted dice que en el gobierno de Bachelet hubo un tema de lealtades que impidieron avanzar en los cambios, ¿no pasará lo mismo ahora en Apruebo Dignidad con el PC?

Yo espero que hayamos aprendido como movimiento democrático que queremos de verdad avanzar en profundizar la democracia y escuchar las necesidades de la gente.

En The Clinic usted planteaba que hay cosas a las que no se puede renunciar por ganar, ¿Cómo conversa esa idea con el discurso de la moderación que hay ahora en el comando de Boric y la necesidad de acuerdos?

Primero que nada, hay que tener claro que ni el derecho a la educación, ni el derecho a la salud, ni el tema de las pensiones van a ser de la noche a la mañana. Eso tenemos que tenerlo claro, es un proceso y tenemos que entenderlo. Para mí ese proceso es clave.

¿Qué debería aprender el Frente Amplio, que ha sido tan crítico con la Concertación?

El discurso de Boric hoy es diferente. Obviamente, que no puedes gobernar para tu partido. Tú vas a gobernar para todo el país. Yo creo que Gabriel lo sabe, tiene mucha claridad. Y confío que siga actuando con la misma libertad con que ha actuado. Y que sea él quien defina la política exterior, y que sea él quien defina su gabinete y que sea él quien defina lo que se va haciendo. Obviamente que escuchando. Yo tengo confianza, a lo mejor es porque tengo cinco hijos, y todos con una posición distinta.

“Entiendo a Javiera”

¿Qué significó para usted la decisión de su hija, Javiera, de apoyar la candidatura de Ignacio Briones (Evópoli)?

A pesar de que me lo había dicho antes, me causó un profundo dolor. Ahí descubrí que cuesta ser consecuente, aunque lo logré. Yo les enseñé siempre a mis hijos que razonen, que lo que digan sea por algo, no por repetir lo que dicen otros. En ese sentido, si ella llegó a esa opción tenía todo el derecho. Ella estaba apoyando en particular a Ignacio, y es tanto así que cuando perdió no fue a saludar a nadie. Yo pensé que alguna gente de ahí tenía otra concepción de la sociedad. Pero si tú me dices que crees en los derechos humanos, no puedes apoyar a una persona que es antiderechos humanos. Hay gente de Evópoli que pensé que eran liberales como son los liberales en otras partes.

¿Usted llegó a creer en el discurso liberal de Briones?

No. No te equivoques (se ríe). Hay algunos cabros en los que yo creía y tenía ganas de conversar con ellos, de entender su planteamiento. Pero hoy no puedo entender cómo se transan principios.

¿Pero entiende las razones que tuvo Javiera para apoyar esa candidatura ?

La entiendo perfectamente. Lo que no quiere decir que lo comparta. Sé por qué mi hija llegó a eso, entiendo el proceso que vivió. Que me causó un profundo dolor, me lo causó. Nuestra historia ha sido muy terrible, muy dura.

¿Qué le pasó ante la crítica tan descarnada que le hicieron?

Más valoro a la Javiera por decir lo que piensa, y no lo que la gente quiere que piense.

Su decisión estaba vinculada también a la crítica a la violencia, ¿cree que Boric y Apruebo Dignidad podrían haber sido más claros en esa condena?

Yo creo que sí.

¿Es esperable que la Presidenta Bachelet haga un gesto a Boric ahora que viene al país?

No lo sé, y si supiera no lo diría. Yo creo que no puede. A mí me gustó la respuesta de la Maya (Fernández): “¿Alguien duda por quién va a votar?”. Más bien sería responderle a alguna gente que va a votar igual por Boric, pero que quiere escucharla.

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