Rodolfo Hernández, la sorpresa de las elecciones colombianas

Rodolfo Hernández, candidato presidencial de la Liga de Gobernadores Anticorrupción, sale de un colegio electoral después de votar en las elecciones presidenciales en Bucaramanga, Colombia, el domingo 29 de mayo de 2022. (Foto AP/Mauricio Pinzón)

El candidato es una suerte de 'outsider' de la política colombiana. Su manera de hacer campaña, más allá de los panfletos y las pancartas, son sobre todo las redes sociales: ya es conocido como “el viejito de TikTok”.


Rodolfo Hernández, de 77 años, se refiere a sí mismo con su profesión: se nombra como “ingeniero Rodolfo Hernández”, como si fuera su nombre. Mientras que sus seguidores le dicen “el viejito de TikTok”. Para otros es el “Trump” colombiano, que con una fortuna propia y presentándose como un outsider logró conquistar al electorado colombiano y pasó a la segunda vuelta.

Es un empresario oriundo de la región de Santander, en el noreste colombiano. Amasó fortuna como empresario de la construcción, entrando al negocio de las viviendas “de interés social” durante los años 90. Luego de décadas en el negocio, su salto a la política vino en 2016, cuando junto con su hermano –filósofo de profesión– fundaron el movimiento Lógica, Ética y Estética, ganando así la alcaldía de Bucaramanga, capital del departamento y novena ciudad colombiana en población, con 500 mil habitantes. Esta victoria, sorpresiva para un municipio históricamente gobernado por el tradicional Partido Liberal, fue estrecha: 28,8% contra el 27,19% del segundo lugar.

El candidato presidencial colombiano de centroderecha, Rodolfo Hernández, del Partido de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, sale de la mesa de votación después de emitir su voto durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Bucaramanga, Colombia, el 29 de mayo de 2022. Foto: Reuters

Tan sorpresiva resultó su victoria, que se dice que Hernández estaba yendo camino a Nueva York, para un chequeo médico, cuando el conteo de los votos lo dio por ganador.

En ese periodo a cargo de Bucaramanga, Hernández alcanzó una fama relativa debido a sus modales y lenguaje, siempre pronto a tratar de ladrones, sinvergüenzas y corruptos a sus colegas. Una de las primeras escenas en que se hizo viral fue en 2018, debido a un cachetazo que dio en vivo al concejal Jhon Claro, delante de las cámaras de El Tiempo. Más tarde diría que se trató de “un error humano provocado”, pero la agresión le costó una suspensión de tres meses del cargo de alcalde y una multa de cerca de 23 mil dólares.

Para estas elecciones llegó de la mano de la Liga de Gobernadores Anticorrupción. Desde su campaña incluso ha hecho públicos “decretos” que firmaría inmediatamente en caso de entrar a la Casa de Nariño: entre ellos, fusionar los ministerios de Interior, Justicia y Derecho, eliminar las Consejerías Presidenciales de la Mujer, Niñez y Adolescencia, y “suspender de manera indefinida la operación y uso de la flota de aviones, helicópteros, vehículos y demás equipos destinados al uso del Presidente, vicepresidente, ministros, primera dama y demás altos funcionarios del Estado”.

Su manera de hacer campaña, más allá de los panfletos y las pancartas, son sobre todo las redes sociales: ya conocido como “el viejito de TikTok”, desde sus cuentas salen memes y videos llamando a los “rodolfistas” a votar este domingo 29. Asimismo, señala la naturaleza “autogestionada” de su campaña, ya que en cuanto no tiene el respaldo de ningún partido tradicional, ha sido él solo con su dinero quien se viene financiando. “No necesito plata, porque esa ya la trabajé. Lo que quiero es devolverles a los colombianos un poco de lo que me han dado”, dice en sus videos el ingeniero.

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