Ultraderecha pone en jaque a Suecia, símbolo de la estabilidad europea

Las coaliciones políticas de Suecia se encontraban este lunes en un dilema para poder destrabar la formación de un gobierno luego de las elecciones generales del domingo. El actual primer ministro socialdemócrata Stefan Löfven -cuyo sector sigue siendo el mayor del Riksdag (Parlamento unicameral) con 28,4%, aunque obtuvieron el peor resultado en 80 años- se negó a atender los llamados de la oposición para que renunciara y, en cambio, dijo que se tomará dos semanas antes de la votación parlamentaria. Ahí enfrentará un voto de confianza para tratar de formar una coalición de gobierno sin la influencia de los populistas y antiinmigración, Demócratas de Suecia.

El recuento provisional otorgó al bloque gobernante -compuesto por los socialesdemócratas, el Partido Izquierda y Verdes- el 40,6 % de los votos frente al 40,3 % de la Alianza -integrada por el Partido Moderado, el Partido Centro, Liberales y Cristiano Demócratas- y un escaño más (144 y 143, respectivamente). Así, apenas 29 mil votos separan a las dos coaliciones que han gobernado el país durante décadas.

Los ultraderechistas Demócratas de Suecia (SD) consolidaron su posición, con un 17,6% y 62 escaños. El líder del SD, Jimmie Åkesson, extendió la mano a conservadores y democristianos para iniciar negociaciones, insistiendo en que los tres sumarían más escaños que la izquierda y la Alianza (155). La invitación se hizo de manera formal y por escrito, pero ambos partidos la rechazaron.

El equilibrio de fuerzas entre los dos principales bloques podría verse alterado cuando la Autoridad Electoral haya contabilizado las papeletas procedentes del exterior y los votos anticipados enviados por correo en plazo y que no llegaron a los distritos electorales. Esto se espera que sea el miércoles. Según la agencia EFE, en los anteriores comicios de 2014 estos sufragios correspondieron a poco más de 190 mil, de los que unos 50.000 fueron votos del exterior, en el que los partidos de centroderecha suelen recibir más apoyo que la izquierda, un factor importante dado el empate.

El escrutinio final, considerando el voto en el extranjero, se dará a conocer el miércoles y el 24 de septiembre se reunirá el Parlamento, para sesionar un día después. Para conseguir una mayoría absoluta se necesitan 175 escaños.

El objetivo de la Alianza es formar juntos un gobierno como ocurrió entre 2006 y 2014, liderado esta vez por el conservador Ulf Kristersson. Sin embargo, el panorama se ve complejo, porque para eso necesitan los votos de la extrema derecha.

Según el diario The Guardian, la irrupción de los Demócratas de Suecia cambia drásticamente el orden político del país más estable en Europa occidental. Esto porque durante décadas los mismos bloques definieron la política de Suecia.

El alza de los populistas conlleva preocupaciones sobre inmigración, integración, identidad, crimen, chauvinismo social y está forzando a un realineamiento político.

Para la BBC, Löfven enfrenta un gran desafío. Por un lado, Åkesson ha advertido que los socialdemócratas deben dialogar con ellos, porque de lo contrario apoyarán el voto de confianza contra Löfven y éste tendría que renunciar. Así, el primer ministro y llíder socialdemócrata se encuentra en una encrucijada, en la que también está en juego su carrera política.