Alejandro Paz se atreve con el pop y su debut solista

Su nombre es habitual en los flyers de las taquilleras fiestas del Club Sauna, del Club Mamba y de cualquier encuentro electrónico que destaque en la capital, regiones y por qué no, también en el extranjero. Alejandro Paz es sinónimo de trayectoria en la escena electrónica, pero hoy no sólo busca aquel reconocimiento. El disc jockey lanzará en junio su primer disco como solista, en lo que será su atrevimiento por dejar de lado su tornamesa, para apoyarse de su voz y una banda tradicional.

Secundado por sus amigos Diegors y Felipe Sánchez, Paz viajó a los estudios de Red Bull en Sao Paulo en febrero, con la idea de desarrollar nuevos sonidos cercanos a la esencia del pop latino. "Por una parte está la cosa emocional, de querer tocar con más personas, y no sentirme solo (...) Y por otro lado, está la cosa musical de sentir de nuevo los instrumentos, y poder tocar en vivo", expresa Alejandro sobre sus motivaciones.

¿En qué se diferencia el proceso creativo de una banda respecto a lo que hacía como DJ?

En la música de baile estaba trabajando mucho más con el piano, y bueno, yo estudié guitarra y música. Lo que se diferencia principalmente es que ahora me enfrento mucho más desde un instrumento y no desde una máquina, un software o algo así. Hago las canciones sentado en el piano y luego voy al estudio.

¿Se distingue un sonido dentro de la escena electrónica en Chile?

No sé si pueda haber un sonido, yo creo que cada sello busca su sonido o no. Y también ocurre que se está desarrollando algo, pero yo tengo un problema con el concepto del sonido: eso se aprecia después. Acá es más diverso.

Antes del pop

Cuando era más DJ que cantante, Paz se dio cuenta que podía cantar y decidió partir con composiciones livianas que se plasmaron en temas como Duro, El House y Váyanse. Con estos títulos comenzó a experimentar en vivo: "Partí con letras muy básicas, y de a poco me fui soltando y logrando más seguridad con la voz. También fue la necesidad de expresar otras cosas, quizás el formato de la música de baile no se presta tanto para ello, o por lo menos a mí no se me daba de esa manera", cuenta.

Era 2015 y, por entonces, Paz venía llegando de Europa, donde vivió cuatro años entre España y Alemania. En su regreso tenía la intención de establecerse de manera definitiva en Chile, cerca de su familia y con la voluntad de transmitir lo que aprendió en el viejo continente: "El hecho mismo de decidir venirme y establecer acá mi trabajo, implica que puedo conectarme con los músicos y música que estoy haciendo ahora. Justamente, pretende no mirar tanto hacia otros lugares, sino a lo más cercano y que es hermoso, como los movimientos musicales de Latinoamérica", explica.

Esta misma visión incentivó la creación del sello discográfico de música electrónica, Discos Pato Carlos, junto a sus colegas Andrea Paz y Diegors. Con ellos, sigue trabajando a la par, publicando nuevos artistas y sus propios trabajos, todo con el fin de que, según él mismo cuenta, "la gente escuche la música y la difunda".