Chilenos ayudan a develar el misterio del gusano de terciopelo

Los gusanos de terciopelo eran una incógnita para los biólogos. Todo lo que se sabía de ellos se conocía desde los años 40, pero desde entonces no habían podido explicar cómo son capaces de lanzar su baba gomosa con la que capturan a sus presas a una velocidad de 65 milésimas de segundo, sin necesidad de mover sus cabezas, a diferencia de las cobras.

Paula Mellado y Andrés Concha son profesores de física de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la U. Adolfo Ibáñez. Ellos, junto a otros investigadores de la U. Nacional de Costa Rica, la U. de São Paulo y la U. de Harvard, lograron identificar el mecanismo que utilizan los gusanos terciopelos (onicóforos). El hallazgo no sólo resuelve un antiguo misterio de la ciencia, sino que abre nuevas posibilidades para la física de fluidos, lo que se podría traducir en la fabricación de nanofibras y microgotas para la aplicación de medicamentos.

Estos gusanos, explica Concha, son organismos extremadamente lentos y no tienen un sistema neuromotor para controlar sus movimientos. Por eso, conocer el mecanismo de eyección de goma es importante para los biólogos que estudian evolución.

Usando imágenes capturadas con cámaras de alta velocidad, filmaron el momento exacto en que el gusano escupía tras ser estimulado suavemente con un pincel sobre su cabeza. En la grabación capturaron desde 240 cuadros por segundo hasta 8.000 cuadros por segundo.

Así pudieron descubrir que estos gusanos poseen una especie de estanque donde almacenan la goma, similar a un globo, pero con paredes rodeadas de fibras musculares que permiten la contracción. "Al final de este estanque reforzado hay un ducto de salida de diámetro muy pequeño. El agujero por donde fluye la goma es tan delgado como un pelo humano. Este ducto termina en una papila oral, que es esencialmente una mini-manguera muy flexible, con una estructura muy parecida a un acordeón", dice Concha.

Gracias a esto, la goma eyectada alcanza velocidades muy altas, lo que le "da una ventaja evolutiva en comparación con otros gusanos que sólo comen restos y no tienen mecanismos de captura", agrega.

Es difícil predecir la importancia de este estudio en el futuro, agrega Concha, pero en el corto plazo, "para físicos e ingenieros es un mecanismo interesante, ya que muestra cómo la naturaleza puede producir gotas y fibras a mucha velocidad. Así, estrategias para producir gotas o fibras a partir de sustancias en estado líquido se ven viables sin necesidad de un mecanismo intrincado, sino de uno muy simple", señala.