Dioni se refugia en Concepción

Dioni Guerra
08.02.2017 Dioni Guerra, domina el balon en la cancha aleda¿a al Club Juventud Kennedy, equipo al que defiende en el Campeonato Intercomunal de la liga Barrio Norte, Concepcion. Fotos: Esteban Paredes Drake / La Tercera

El venezolano Dioni Guerra, 45 años, ex delantero de Deportes Concepción, llegó a Chile buscando nuevas oportunidades. De a poco las ha ido encontrando, y pese a la edad y los kilos de más, el fútbol le ha dado una revancha, pero en un equipo de barrio.




Dioni Guerra (45 años) dice que se cansó. Recuerda que un día, mientras regresaba al hogar después del trabajo, fue víctima de un atraco a las puertas de su casa. "Es lo que ustedes llaman un portonazo. A mí me asaltaron y me secuestraron durante cuatro cuadras, por suerte no me pasó nada", asegura. El puntero derecho, ícono del Deportes Concepción de mediados de los 90, ha regresado a la ciudad que lo hizo grande en el fútbol en busca de nuevas oportunidades laborales y una mejor vida.

Su apego con la capital del Biobío tiene raíces profundas. Se casó con una penquista, Ximena, con quien tuvo un hijo y dos hijas, y ahora está de vuelta a la espera de un trabajo que logre sacarlo de la crisis que vivía en Venezuela. Ya en marzo del año pasado, en entrevista con La Tercera, el ariete confesaba sus ansias por llegar: "Mi esposa es chilena, mi hijo es chileno. Tengo 20 años casado con una chilena. Conocí muchos amigos y viví cosas muy positivas en Chile. Si tuviese cómo irme a Chile, me iría de inmediato".

Y sus deseos fueron escuchados. Un amigo empresario le pagó los pasajes a él y su familia para arribar a Concepción. Él no lo pensó mucho, armó su maleta y regresó a la ciudad. "Estoy viviendo en Barrio Norte, en la casa de mis suegros. Llegué a mediados de diciembre. Ha sido algo muy lindo este regreso", confiesa, en un tono no tan caribeño.

El presente que vive Venezuela no deja indiferente a nadie y, aunque Guerra estaba alejado de Caracas, asegura que la crisis está arraigada en todo el país. "Está muy complicado. La inseguridad está en todas las partes del país para comprar algo es casi imposible. Hay mercado negro y yo, que por ejemplo mi rut termina en dos, tenía que comprar los martes, pero no podía porque las filas son gigantescas o porque no me daba el dinero para comprarlas", explica.

El autor del gol que Venezuela le hizo a Chile en las eliminatorias de Francia '98 cuenta que en la ciudad no dejan de reconocerlo, que donde sea lo paran para recordar viejas hazañas junto al León de Collao. "Me saludan incluso más que en Venezuela", comenta entre risas el venezolano, el mismo que tras esa conquista (que terminó en empate a un gol) detonó la salida, semanas después, del español Xavier Azkargorta de la Roja.

El fichaje del verano

Guerra aún busca trabajo. En Venezuela se dedicó absolutamente al fútbol, donde ha sido ayudante técnico en clubes de Primera División, ha dirigido en Segunda B y fue el entrenador de las series menores de la selección llanera.

Por eso es que ahora, de vuelta en Concepción, sus principales aspiraciones van ligadas al balompié. "Tengo mi diploma de entrenador de fútbol de la federación venezolana y quiero probar suerte por ese lado, aunque espero trabajar en lo que se pueda", explica.

Y apenas se supo del interés por regresar, un club se puso en contacto con él. No fue precisamente para solicitar sus servicios como DT, sino que para revivir los goles con los que hizo vibrar a toda la ciudad. "Fue a través de Ramón Tapia (Chumay, ex jugador lila), porque ellos son amigos de la época del Conce". Quien habla es Andrés Castillo, gerente del Juventud Kennedy, un club de barrio que disputa la Copa Intercomunal de la provincia, en la categoría senior, donde el venezolano da hasta 10 años de ventaja.

Según Castillo, el acuerdo con Guerra no es monetario, pero sí compromete ayuda para él y su familia. "Se le ha ayudado de diferentes maneras y se le está buscando un trabajo. Él quiere radicarse en Concepción", comenta.

Dioni Guerra aún exhibe la misma cabellera voluminosa con la que jugó por los morados. Pero claro, por los años y el relajo presenta un sobrepeso de 15 kilos ("estoy yendo al gimnasio", aclara). Aunque su barriga es notoria y sus desbordes por la banda ya no están, sí queda el talento. "El fútbol no se olvida, uno nace para esto y todavía me mantengo", asegura confiado.

En el debut del delantero en la liga penquista fue también su debut como goleador, pues anotó el único gol de su equipo, que cayó por 2-1 en aquella ocasión. "Fue de palomita", comenta.

En el Kennedy, Guerra cuenta con un gran apoyo de la hinchada. Muchos de sus seguidores son también fanáticos de Deportes Concepción, por lo que tenerlo ahora jugando con ellos es prácticamente un orgullo. Sobre el presente del club lila, Guerra se declara triste, pero confía en que la Justicia chilena logrará revocar la decisión de la ANFP de desafiliarlos. "He visto que tienen muchos problemas. Esperemos que el Conce gane el caso porque así tendría trabajo en el club que me dio tanto", asegura.

Dioni Guerra es otro extranjero que, como muchos, han debido llegar a Chile a buscar un mejor vivir. Escapó de su país para buscar una nueva oportunidad y Concepción es su refugio, casi tanto como el fútbol.

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