EEUU lanza plan contra ciberataques y China rechaza lazos con hackers

Estrategia prevé el refuerzo de la cooperación internacional y la acción diplomática.




Una estrategia integral para luchar contra el ciberespionaje industrial y los ataques informáticos que vulneran los derechos de propiedad y los secretos de las empresas fue lanzada ayer por Estados Unidos, un día después de que un informe de una compañía de seguridad cibernética local, Mandiant Corp., vinculara al Ejército chino con un grupo de hackers que habría atacado a empresas y agencias gubernamentales estadounidenses.

Dicha acusación ha sido negada tajantemente por China, que incluso ayer denunció que, según sus estadísticas, un alto porcentaje de los ciberataques que afectan a sus instituciones y también a usuarios privados de internet en su territorio tienen como origen EE.UU. y que, pese a ello, "nosotros no apuntamos" a Washington, según sostuvo el Ministerio chino de Defensa. "Cada país debiera ocuparse del cibercrimen de una manera profesional y responsable", enfatizó el vocero de la cartera, Geng Yansheng. Por su parte, la Cancillería china citó ayer un informe señalando que sólo en 2012 hackers extranjeros tomaron el control de unos 38 mil cibersitios en el país asiático.

De acuerdo con el fiscal general Eric Holder, el plan presentado en la Casa Blanca se justifica, dado que hay países y entidades extranjeras "que quieren aprovecharse de los altos niveles de innovación e inversión" de EE.UU, al tiempo que recordó que "un hacker en China puede robar secretos en Virginia por millones de dólares sin dejar su escritorio". Así, la nueva táctica pretende reforzar la cooperación internacional para prevenir los intentos de robo de secretos comerciales, y considera reforzar las restricciones sobre productos y servicios que se prueben que son resultados de este tipo de hurto. Este plan también fortalecerá la acción diplomática con el objetivo de "dar señales claras" al mundo que evitar el robo de secretos es "prioridad" para EE.UU., dijo a su vez el vicesecretario de Comercio Económico del Departamento de Estado, Rober Hormats.

Poco antes de que EE.UU. presentara la estrategia, Beijing había alzado la voz contra el informe de Mandiant. "Los ciberataques son transnacionales, anónimos y engañosos. Hay mucha incertidumbre sobre su origen. (Por lo que) basarse en las direcciones IP de los computadores para concluir que los ataques vienen de China revela una ignorancia de las reglas técnicas de base. (…) todos saben que todos los días se sustraen direcciones IP para llevar adelante ataques piratas", enfatizó el vocero Geng.

Según el documento de Mandiant, el grupo de hackers identificado como APT1 cuenta con el "apoyo directo del gobierno" chino, y su centro de operaciones se encuentra en un edificio en el distrito de Pudong, Shanghai, donde opera la unidad 61398 del Ejército. Las áreas afectadas por este tipo de ataques -según Mandiant- van desde tecnología de la información hasta servicios de ingeniería, pasando por energía, transporte, investigación científica y aeroespacial, organizaciones internacionales y administración pública.

El funcionario, además, enfatizó que desde 2004 el Ministerio de Seguridad Pública del gigante asiático ha ayudado a más de 50 países y regiones en la investigación de unos 1.100 casos de delitos informáticos y que China ha establecido relaciones de cooperación bilateral en la materia con más de 30 países, incluidos EE.UU., Reino Unido, Alemania y Rusia, según informó el diario local Global Times.

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