Entre la calle Charles Aránguiz y el Pasaje Fiat

Bautizar calles con el nombre de deportistas tomó fuerza con el éxito de la Selección, pero no es algo inusual. Se sumarán a las denominaciones de vías poco comunes del país, que incluyen marcas de autos y directores de cine.




Entre el 23 de enero de 2010 y el 30 de mayo de 2013, un tramo de la Costanera de Coquimbo -que transcurre paralela al océano Pacífico- se llamó Avenida Doctor Nicolás Leoz en honor al  presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol. El homenaje, considerado desmedido por muchos, terminó cuando una investigación de la Fifa detectó que Leoz había recibido sobornos, razón por la que renunció a su cargo. Tras esto, y por cinco votos contra cuatro, el concejo municipal borró la mención al dirigente paraguayo de los planos de la ciudad.

"Al verse envuelto en casos en los que quedaba en duda su probidad y debido a la conmoción pública que generó este hecho, las organizaciones sociales, en conjunto con el concejo municipal, decidimos quitar el nombre de Leoz y devolver el original de Costanera", comenta el alcalde de Coquimbo, Cristián Galleguillos.

Denominar a una vía con nombres ligados al deporte es una tendencia que comenzó en Chile hace algunos años, con figuras como Fernando González y Nicolás Massú. Sin embargo, la actuación de la selección de fútbol en el Mundial de Brasil impulsó una verdadera fiebre por bautizar arterias públicas con el nombre de jugadores. Ya existe la calle Alexis Sánchez, en Tocopilla, y pronto se podrían sumar Gary Medel, en Conchalí; Charles Aránguiz, en Puente Alto, y Claudio Bravo, en Buin.  

Según explica el académico del programa de Historia de las Ideas Políticas en Chile de la UDP, Gabriel Cid, el uso de deportistas para nombrar calles se debe a la ausencia de guerras o revoluciones y proporciona héroes que ya no vienen del mundo militar. "Estos hechos han sido los grandes suministradores de personajes heroicos. El fútbol viene a paliar esa ausencia y lo hace desde dos puntos: generando un rol cohesionador, desde el himno nacional o la unidad, y al mismo tiempo provocando un relato de uno contra otro. El fútbol suple esa lucha de una guerra contra un adversario", explica.

Según Nelson Betancourt, jefe área de Estudio y Cartografía de MapCity, los nombre de los jugadores de la Selección se hacen cada vez más comunes. "Tenemos diversos estudios, partiendo desde el 2010, que nos revelan los nombres raros que se usan en Chile y se ha detectado que hay un aumento en los nombres de futbolistas. Es una moda y tiene mayor visibilidad. No es el caso de pintores u otra gente sin proyección internacional", detalla.

Betancourt agrega que las menciones a futbolistas no son las únicas denominaciones poco usuales en las ciudades del país. De hecho, según un análisis de MapCity, marcas de automóviles, actores de Hollywood y personajes de la televisión también tienen su nombre estampado en la señalización de una calle. 

Es el caso de Quinta Normal, donde están las calles Chevrolet, Fiat y Ford en la población Luis de Cambiere. Carmen Gloria Fernández, alcaldesa de la comuna, explica que estos nombres de estas calles, surgieron del ingenio de los mismos pobladores. "Los terrenos donde nace esta población, hace 50 años, eran del señor Luis de Cambiere, un aficionado a los autos, que los vendió muy baratos a un comité de choferes de la locomoción colectiva", cuenta. "Ellos, que también eran admiradores de las tuercas y en honor a don Luis, decidieron poner en cada trazado el nombre de las marcas", agrega.

Según el mismo sondeo de MapCity, en Huechuraba existe una calle que se llama Bell Boy; en Maipú, una que recuerda a Walt Disney, y en Lampa figura una bautizada como Dedal de Oro.

ANTOFAGASTA O QUILLOTA

Pero fuera de Santiago también hay casos. En Pelluhue está la calle Paul Walker, que recuerda al fallecido actor de Estados Unidos que visitó la zona después del 27/F. 

En Constitución están las avenidas Camiroaga y Felipe Cubillos, las cuales van paralelas y desembocan  a otra vía llamada Archipiélago Juan Fernández. En la misma ciudad ocurrió un caso curioso: el ex alcalde Roberto Urrutia bautizó una vía con su nombre mientras aún estaba en el cargo. Aunque ya dejó el puesto, la calle aún lleva su nombre. 

En Arica, un pasaje se llama Antofagasta o Quillota. Los pobladores explican que esto se debió a que antes, el acceso comenzaba con el nombre de Antofagasta y Quillota era su continuación, pero como no había ninguna arteria que los separara, esto se prestaba para confusiones.

En 2010, la municipalidad quiso corregir esto, dejando todo el pasaje con el nombre: Quillota. Los mismos habitantes se negaron. "Dijimos que si ellos le ponían otro nombre, simplemente no pagaríamos ninguna cuenta", contó Gladys Bascur, quien reside desde hace 26 años en el sector.

Ante esto, la autoridad optó por una decisión salomónica. Se llamaría de ambas formas. "Es para la risa. Nos dijeron que estaban algo apurados, así que no encontraron nada mejor que no decidir por nadie y listo", sentencia Gla-dys, a quien esta resolución la dejó conforme.

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