Indagan a tres bandas de tráfico de personas en la frontera norte

PDI frontera norte

Tras el reciente deceso de una ciudadana dominicana en Pisiga Carpa, I Región, la PDI analiza patrones de los llamados "coyotes".




El hallazgo hace dos semanas del cuerpo de una mujer dominicana en el sector de Pisiga Carpa, en la zona fronteriza de Colchane, que habría sido abandonada enferma en la precordillera por traficantes de migrantes, puso en evidencia las operaciones de estas organizaciones criminales en el norte.

Para abordar la problemática, desde 2014 la PDI instaló una Brigada de Trata de Personas (Britrap), dedicada a la indagación de estos ilícitos. Desde esa fecha han desarticulado dos bandas internacionales de tráfico de migrantes, una en Calama y otra en Iquique. Además, han identificado tres organizaciones criminales que actualmente operan entre las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta, una de las cuales podría estar ligada al traslado de la dominicana hallada muerta en Pisiga.

El subcomisario Rafael Téllez, jefe de la Britrap, relató que los miembros de estas bandas pueden cobrar hasta US$ 3 mil por traer dominicanos a Chile. "Estos grupos tienen nexos transnacionales, poseen captadores en los países de origen de los migrantes y allí les ofrecen, por un cierto valor, trasladarlos a nuestro país, regularizarles su documentación, darles puestos de trabajo y otros beneficios, que la mayoría de las veces no se cumplen. Por cada viaje movilizan no menos de tres personas, los obligan a tomar un vuelo hasta Ecuador y desde allí se vienen por tierra a Chile, en viajes que se extienden en algunos casos por unos 10 o 12 días".

Téllez relató que los extranjeros que son objeto del tráfico sufren diferentes delitos. "Desde República Dominicana no sólo se trata de un extenso viaje, donde soportan frío, hambre y riesgos, sino que también algunas de las mujeres sufren abusos sexuales", señaló.

Según la PDI, a partir de 2014 se produjo una intensificación en el ingreso de ciudadanos dominicanos a Chile, los cuales emplean -preferentemente- los pasos fronterizos de Chacalluta (Arica) y Colchane (Iquique) para ingresar clandestinamente. "Tenemos investigaciones que dan cuenta de las operaciones de estas organizaciones, donde los ciudadanos dominicanos han incrementado sus ingresos irregulares al país, principalmente movidos por la búsqueda de un futuro mejor", reveló el oficial policial.

En el caso de la mujer que fue hallada muerta en la frontera la semana pasada, el Ministerio Público resolvió agruparla con otra causa similar. Se trata de una mujer de 49 años, cuyos restos fueron encontrados en octubre de este año por un transportista boliviano en las inmediaciones de la localidad de Huara. Las autopsias revelaron que ambas presentaban problemas de salud.

En esa línea, el fiscal Hardy Torres, junto a personal de la Brigada de Homicidios, realizaron diversas diligencias y una reconstitución de escena en Colchane, buscando establecer patrones de la organización y si podría tipificarse como un homicidio por omisión.

Para el sacerdote Franklin Luza, encargado de la Pastoral de Migraciones en Iquique, donde atienden a unos 200 extranjeros diariamente, la situación que viven varios de los migrantes que han sido trasladados por estas bandas es dramática.

"Ellos llegan engañados, vienen en búsqueda de cumplir un sueño de mejores condiciones de vida, dejan sus familias, venden sus cosas o se endeudan para llegar a Chile, y cuando ya están aquí se dan cuentan de que todo ha sido una gran farsa", dijo.

El gobernador provincial de Iquique, Francisco Pinto, señaló que se encuentran trabajando con distintas entidades para abordar la problemática. "Es un tema que cuesta detectar, pues muchas de las víctimas se encuentran bajo amenaza. Desde hace unos dos años se registra un flujo permanente de arribo de colombianos, dominicanos y, ahora, unos pequeños grupos de haitianos", sentenció.

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