La cuestión venezolana que divide a la Nueva Mayoría

Si bien el debate por la situación de Venezuela se reactivó por la visita de dos dirigentas opositoras, es un antiguo factor de dispersión en las fuerzas que hoy conforman el oficialismo




Al menos 17 proyectos de acuerdo refiriéndose a la situación política de Venezuela o contestando declaraciones del fallecido Presidente venezolano, Hugo Chávez, ha aprobado el Senado chileno en los últimos quince años.

La primera resolución de diciembre de 2002 -que respaldaba las gestiones del entonces secretario general de la OEA, César Gaviria, para recomponer el diálogo entre la oposición y el gobierno de Chávez- fue aprobada por unanimidad.

Esa ha sido una de las pocas declaraciones de consenso, ya que en los últimos años las posturas, especialmente en la Nueva Mayoría y la ex Concertación, se han ido polarizando. Hoy la cuestión venezolana -debate reabierto por la visita de dos dirigentes opositoras- siguen generando una multiplicidad posturas en el oficialismo.

Una de las votaciones más polémicas se registró en 2007, cuando Eduardo Frei Ruiz-Tagle presidía el Senado. En abril de ese año, los senadores, por mayoría, aprobaron promover una protesta ante la OEA por la no renovación de la concesión televisiva de RCTV, canal de televisión detractor de Chávez. Entonces seis senadores de la Concertación votaron en contra de la resolución.

Sin embargo, la respuesta del mandatario venezolano fue casi inmediata y calificó al Senado chileno de golpista, obligando a la Presidenta Michelle Bachelet, a su vez, a reaccionar rechazando las expresiones de Chávez en defensa de la Cámara Alta. El hecho enfrió las relaciones entre Santiago y Caracas y marcó un hito de polarización y de nueva alineación de fuerzas en torno a la situación venezolana.

En una primera etapa la DC se alió con las posturas de RN y la UDI, mientras que socialistas y PPD marcaron distancia respecto de estos proyectos de acuerdo. No obstante, tras la muerte de Chávez, el PS y algunos PPD han endurecido su discurso con el gobierno de Nicolás Maduro.

Prueba de ello, fue la votación en el Senado del martes pasado, cuando se votó la decisión de abogar por la libertad de los "presos políticos" venezolanos, entre ellos Leopoldo López y Antonio Ledezma, cuyas esposas Lilian Tintori y Mitzi Capriles, se encuentran de visita en Chile, invitadas por dirigentes socialistas.

El proyecto fue aprobado por parlamentarios de la DC, el PS, la UDI, RN y dos PPD. En contra votó el senador del MAS, Alejandro Navarro, mientras que cuatro PPD se abstuvieron.

Para sumar el apoyo del PS fueron decisivas las negociaciones entre el presidente del Senado, Patricio Walker, y el senador socialista, Juan Pablo Letelier, quien pidió sacar de la declaración la alusión a la Cancillería chilena, a la que se solicitaba inicialmente intervenir. Finalmente el texto quedó redactado como un llamado directo del Senado al Ejecutivo venezolano.

Pese a esa mayoría, el oficialismo está lejos de tener un discurso único. La DC es una abierta opositora de lo que considera un régimen autoritario. Algunos PPD y PS, pese a condenar las violaciones a los derechos humanos, creen que la administración de Maduro sigue siendo un gobierno democrático. Mientras que otras tres colectividades de la Nueva Mayoría: el PC, el MAS y la IC, defienden incondicionalmente al Ejecutivo venezolano

Ayer en la Cámara, las posiciones diversas en la Nueva Mayoría volvieron a quedar expuestas al votar otro proyecto de acuerdo condenando las violaciones a los DD.HH. en Venezuela. La DC y algunos PPD, entre ellos el presidente de la Cámara, Marco Antonio Nuñez, lo aprobaron. Los comunistas y ciertos PS, entre ellos, el timonel socialista, Osvaldo Andrade, votaron en contra. Mientras que resto del oficialismo optó por abstenerse.

En medio de este escenario heterogéneo la postura de la Presidenta Bachelet ha sido de cautela. Si bien han trascendido gestiones privadas de la Mandataria en favor de los presos políticos, algunos interpretan el silencio de Bachelet como un gesto para no irritar a comunistas y sectores de la izquierda que respaldan su gobierno. Otros simplemente lo atribuyen a una estrategia diplomática para no generar un conflicto con Venezuela en medio de un cuadro ya tensionado con vecinos, como Perú y Bolivia.

En tanto, Lilian Tintori y Mitzi Capriles, quienes fueron recibidas por los ex presidentes Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera y los titulares del Senado y la Cámara, ayer se reunieron con la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.

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