Los secretos tras la elaboración de retratos hablados de delincuentes

No sólo se realizan de personas, también de autos y joyas; son logrados con víctimas y testigos y dos carabineros son los encargados de llevarlos a cabo.




Uno de los elementos que la policía utiliza para encontrar a un delincuente es el retrato hablado, el que no se considera una evidencia, sino que sólo un elemento de ayuda.

Luego de un delito Carabineros intenta que no pasen más de 48 horas para fabricar un retrato hablado. Mientras antes mejor, ya que la víctima retiene las cualidades de su atacante.

Dentro de la institución, la sección Inteligencia Criminal del OS-9 maneja datos y todo lo que se relacione con la confección de retratos hablados, además de pericias a teléfonos, etc., dentro de ésta se ubica la oficina de tecnología forense, donde hay dos retratistas encargados de esta misión.

El capitán de inteligencia criminal del OS-9, César Figueroa, explicó a La Tercera los detalles que hay detrás de este ejercicio, muchas veces desconocido.

"Los carabineros retratistas tienen una habilidad en las artes plásticas y se especializan tomando cursos y desarrollo personal también del retrato descriptivo de personas", indica Figueroa, quien asegura que estos dibujos se realizan a mano alzada.

"Son levantados a mano alzada, no utilizamos software, porque la experiencia ha dicho que el contacto que tiene el perito es mucho más cercano a la víctima cuando está siendo en el lugar, porque la víctima participa, dice borre acá, agregue esto, etc.", agrega el efectivo policial.

Los retratos hablados se realizan en entrevistas con víctimas o testigos, y la calidad de estos depende de múltiples factores: si el delito se cometió de día o de noche; si la víctima tiene o no buena memoria; el lenguaje de la persona que coopera en la descripción y el nivel de trauma que tenga.

Por otro lado, con el paso de los años ya no solamente se realizan retratos faciales, sino que también de autos o joyas.

"Cuando quemaron la caseta de Seguridad Ciudadana en Maipú, con una mujer dentro, se efectuó un retrato que aportó el testigo que vio un vehículo que estaba en el lugar, pero tenía logotipos y de eso se hizo un retrato", contó el capitán.

El retrato hablado lo hace una persona que no está involucrada en la investigación, y se denomina "tercero en frío", ya que "no tiene ninguna conexión, no tiene antecedentes de cómo fue el delito y no puede emitir juicio de valor".

El equipo consta de dos personas, "ellos se mueven al lugar del delito, hemos capacitado a más personas, pero hacen de todo", dijo Figueroa.

"Hay elementos en un retrato hablado sumamente importantes para identificar a una persona, en los faciales es importante saber si hay tatuajes, un lunar, cicatriz, o a veces si simplemente hay uso de piercing", explicó.

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