Marcelo Scatolaro: el volante de Rangers que cuando niño fue pasapelotas de su padre goleador

El mediocampista rojinegro es hijo del notable ex delantero argentino Darío Scatolaro, pero ahora busca armar su propia historia: "Queremos terminar entre los primeros cinco", afirma con confianza.




Darío Scatolaro fue un destacado delantero argentino que hizo historia en las canchas chilenas. Jugó en Deportes La Serena, O'Higgins, Deportes Arica, pero su mayor identificación estuvo con Magallanes. Y por partida doble: fue parte de la mítica época carabelera de "Los Comandos" en los años 80; y en 1995, en Tercera División, fue el autor del gol que les dio el título de la categoría y que significó el retorno del "manojito de claveles" al fútbol profesional.

Justamente, el día en que el atacante le dio aquel ascenso a Magallanes, su hijo Marcelo Scatolaro -hoy volante de corte de Rangers- celebraba de una manera tan inusual como emotiva. "Ese día, yo fui el pasapelotas de mi papá", cuenta. Tenía diez años.

Pero ahora, el mediocampista de los talquinos quiere forjar su propia historia con la camiseta rojinegra. Después de una extensa trayectoria en el ascenso argentino, con pasos por clubes como Platense, Comunicaciones, Atlanta y San Martín de San Juan, este jugador chileno (nació en San Bernardo) pero con acento argentino busca la consagración en la capital de la Región del Maule.

-Eres hijo de un destacado goleador del fútbol chileno ¿Es una presión ser hijo de futbolista?
No. Eso nunca fue una presión, sino un orgullo. Nunca me sentí presionado. Siempre me hablaban bien de él. De hecho, me favoreció eso.

-¿Qué ventajas tiene ser hijo de un futbolista?
Que me hable sobre los riesgos de la profesión y de los inconvenientes, pero también que me aconseje cuando hay momentos lindos y malos.

-¿Cómo recuerdas a tu padre jugando? ¿Lo acompañabas al estadio?
En sus primeros años yo estaba chico. Pero más grande, mi papá jugaba en Tercera División en Magallanes. Cuando él hizo el gol que les dio el ascenso (en 1995), yo era el pasapelotas.

-Compartías con los otros jugadores también...

Los compañeros de mi padre siempre me trataron bien. En esa epoca seguí a mi viejo a todos lados. Vivir cerca de las canchas y compartir con los jugadores era un privilegio que no todos los chicos teníamos.

-Ya lleva dos años en Rangers ¿Qué le ha parecido Talca?

Es una ciudad en que se vive mucho fútbol. Me ha tocado estar en otros lugares, pero la gente acá va al estadio en mayor número y alienta más. La gente es cariñosa y el ambiente es tranquilo. Estoy a gusto.

-¿Con quién habitualmente compartes en las concentraciones?
Ahora en este torneo con Gervasio Núñez. Antes compartía con Javier Capelli (hoy en Palestino).

-¿Tienes apodo?
Acá en Chile me dicen Marcelo. Pero en Argentina me decían "Pocho".

-¿Qué tan cerca estuvo la posibilidad de haber llegado a Colo Colo cuando se fue Arturo Sanhueza?
Efectivamente estuvo cerca. En ese momento jugaba en Platense. Marcelo Espina me comentó esta posibilidad, pero no se dio. Por cosas del fútbol...

-¿Te ves en un equipo grande si mantienes el buen rendimiento?
Tengo la ilusión y está latente. Depende de cómo uno se desempeñe en la cancha. Esto es así

-¿Con qué volante central a nivel mundial te identificas?
Me gustan varios, pero me quedo con Fernando Redondo. Creo que era lo máximo en técnica, calidad, despliegue. De los chilenos, hay varios dignos de emular como Marcelo Díaz, por como lo vi crecer en Universidad de Chile y porque ahora juega en el extranjero. Es un buen jugador con el balón.

-Jugaste mucho tiempo en el ascenso argentino ¿Se asemeja realmente a la primera división chilena?
Siempre hay diferencias, lógicamente. Pero en la calidad de jugadores se asemeja mucho. En Argentina el ascenso es competitivo y es difícil jugar ahí. Son muchos equipos y el nivel sube. Pero el fútbol chileno tiene más vértigo y se juega a gran ritmo.

-¿Tienes alguna cábala?
Ninguna. Trato de no tenerlas, aunque siempre uno se acuerda de lo que hizo cuando se gana, y trata de repetirlo. Pero no las tengo.

-¿Cual es tu mejor cualidad como futbolista?
No me gusta hablar de mi, pero tengo un poco de todo. Soy equilibrado, porque no me gusta sólo defender ni sólo atacar. Me gusta colaborar en todos los sectores de la cancha.

-¿Te hubiera gustado ser delantero, como tu padre?
Cuando chico era delantero, pero solo me fui dando cuenta que era otra mi posición en la cancha.

-¿Cuáles son las aspiraciones de Rangers para el torneo Apertura 2013-14?
Pensamos en terminar lo más arriba posible. Queremos estar dentro de los primeros cinco, pero confiamos en terminar más arriba. La ilusión está y queremos pelear algo. Terminar abajo de los cinco es un fracaso para nosotros porque tenemos material.

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