Miguel Torres potencia su red de distribución con nuevas marcas de licores

La firma de capitales españoles apunta a aprovechar mejor la cadena de distribución que ya tiene para los vinos, incorporando nuevas marcas de ron y vodka.




A paso firme, la Viña Miguel Torres está consolidando su veta como distribuidor de licores finos. Ahora, a su portafolio de este tipo de productos sumó el vodka polaco Graduate.

Desde su llegada a Chile, la viña de capitales españoles ha mantenido esta otra área de negocios, diversificando su oferta.

Primero comenzó con los brandies de Torres, luego en 2006 dieron el salto e incorporaron el ron Santiago de Cuba y el tequila Sierra, este último es el tequila más vendido en Europa, y el año pasado agregaron el vodka Zubrowka.

Así, la compañía está dando cuerpo a una veta que también explotan otras viñas chilenas, como Concha y Toro, a través de Comercial Peumo y que distribuye marcas como Johnnie Walker y Bayleys. Por otro lado, también está Santa Rita, que distribuye en el país las marcas Campari y las champañas Krug y Chandon, entre otras.

EL BOOM DEL VODKA
En Miguel Torres explican que con la distribución de licores y destilados aprovechan la cadena de distribución de los vinos para entregar estos otros productos y, además, les permite no quedar al margen de la evolución y crecimiento de los destilados en el mercado nacional.

Con la incorporación del nuevo vodka, la compañía está apuntando a venderlo tanto en supermercados como en restaurantes y tiendas especializadas, sobre todo con el vodka, que es uno de los destilados que mayor crecimiento está teniendo en el país, con cifras que rondan el 40%, en contraste con el ron, cuyas tasas de crecimiento están en torno al 10%, o el vino, que ronda el 5%, a pesar de que en el último tiempo este último ha vivido una revitalización en el país.

EL VINO COMO EJE
A pesar de estar enfocados en desarrollar la distribución, en Miguel Torres señalan que el centro de sus negocios sigue siendo la elaboración de vinos.

La compañía está en Chile desde 1979 y fue la primera de capitales extranjeros en invertir en viñas en el país. Para ello, escogieron la localidad de Curicó, sector que sigue siendo el eje de su producción, pero, además, han ido agregando nuevos terrenos. Por ejemplo, cuentan con 360 hectáreas en la localidad de Empedrados, en la VII Región, donde han implementando el cultivo de viñedos bajo la modalidad de terrazas, lo que permite absorber o evacuar el exceso de agua y de esa manera no afectar la masa plantada. También tienen 230 hectáreas en la localidad de Huerta del Maule, en la provincia de Linares.

De esta manera, siguen potenciando la apuesta que hizo en 1979 Miguel Torres Riestra (en la foto), miembro de la cuarta generación  al mando de la clásica viña española Miguel Torres y que en la península ibérica tiene su centro de operaciones en el valle de Penedés.

Los vinos chilenos más reconocidos de la firma son Santa Digna, Cordillera, Tormenta y el vino ícono Conde de Superunda.

Además de contar con viñas en Chile y España, la familia Torres posee una pequeña plantación en Sonoma, California, la que está a cargo de Marimar Torres, hermana de Miguel, y está destinada a la producción de vinos exclusivos.

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