El púgil del barrio alto

Ceremonia de pesaje
Álamos posando en el pesaje de ayer, en el Club México. Foto: Javier Salvo/ La Tercera

Julio Álamos superó varios golpes para llegar al profesionalismo. Su origen acomodado fue de los primeros. Aunque también le ayudó a pagarse un viaje de un año a Brooklyn para formarse.




Julio Álamos Mumbrú (25 años, 76 kilos) se reconoce a sí mismo como un bicho raro. También como un pionero. Transita en dos mundos que difícilmente se entrecruzan y se lo han enrostrado, sobre todo cuando recién comenzó. Porque en Chile y el planeta, el boxeo es un deporte eminentemente proletario, de clases bajas, cargado de historias terribles de superación y progresos, en el que cualquiera que se salte la norma sufre el recelo de sus pares. Él, por el contrario, proviene de un lugar distinto, de un mundo en que las privaciones se reducen a simples detalles.

"Uno no elige la familia en la que nace", recalca Álamos, que entiende que el estigma que posee el barrio alto entre los cercanos y miembros de esta otra familia, la del boxeo, es algo que cuesta derribar. "Me pueden decir que he tenido más oportunidades que otros, y sí lo es, pero la plata no te da la constancia de levantarte todos los días tempranos, ni de entrenar como yo entreno", recrimina el oriundo de Las Condes.

Su historia con los puñetazos comenzó desde el colegio. A los 14 años, un taller en el Estadio Croata le abrió un camino que le cambió todo. Más tarde estuvo en la Armada, quiso ser marino, y allí su cabeza continuaba pensando en el deporte que lo enamoró. Abandonó la institución, aburrido del sistema, para comenzar a estudiar ingeniería comercial en la Universidad del Desarrollo. Allí terminó por convencerse.

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Álamos posa en su casa, en Las Condes. FOTO: Javier Salvo/ La Tercera[/caption]

"Estuve a punto de pelear por Chile en los Odesur 2014, pero me ganó (Joseph) Cherkashyn", explica. Del Ruso, por ejemplo, reconoce una amistad cercana, pues juntos recorrieron América peleando por la Federación Chilena. "Su historia es súper complicada. Vive en El Volcán (Puente Alto), un barrio muy complejo,pero igual somos partners. No tiene nada que ver una cosa con otra", comenta. Julio viene del barrio alto, pero sus códigos son transversales. Tanto, que prefirió subir de categoría, a los mediopesados, para no pelearse el cupo con Cherkashyn.

Tras su fallido intento para representar a Chile en los Juegos Odesur, Álamos decidió darle un vuelco a su vida. En Chile no tenía un gran nivel para avanzar, por lo que quiso curtirse en una de las capitales del boxeo mundial. "Un día le dije a mi papá que quería congelar mi carrera para dedicarme cien por ciento al boxeo. Él me dijo que me fuera por un año a Estados Unidos y viera cómo se vive esto en otras partes. Ése fue el mejor año de mi vida".

Se radicó en Nueva York y comenzó a entrenar en el reconocido Gleason's Gym, cuna de Muhammad Alí, Mike Tyson y otros 40 campeones del mundo y su convicción se fortaleció aún más. En el reconocido recinto de Brooklyn comenzó a idear su plan para profesionalizarse. Comenzó a entrenar y pelear a un nivel totalmente distinto al que en Chile conocía, pero no se incomodó. Todo lo contrario. "Fui campeón amateur de Nueva York en la categoría semipesado, por la USA Boxing. Peleé 20 peleas en total, mi récord fue de 15 victorias y 5 derrotas", rememora.

Julio mide 1.86 metros, una estatura que en EE.UU. lo hizo pelear de igual a igual contra los afroamericanos, predominantes en la categoría. Sin embargo, Sudamérica le ha traído problemas. Se define como un estilista absoluto y gracias al largo de sus bazos y su fuerte pegada, sus golpes rectos son su mayor arma.

Se hizo profesional en octubre del año pasado y su récord es de tres a cero, con dos nocaut. Actualmente, es entrenado por Iván Corral el mejor rankeado chileno en las l68 libras, 295º del mundo (de 1.323). "Comencé relativamente tarde, pero si he conseguido todo esto, si continúo peleando y mejorando puedo llegar mucho más lejos. En Chile cada vez se me hace más difícil pelear, porque los que están a mi nivel cobran caro por el combate", asegura.

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En el ring del club México. FOTO: Javier Salvo/ La Tercera[/caption]

Hoy, a las 21.30 (transmite CDO Premiom), la velada del Club México lo tendrá animando el combate estelar. Enfrentará al argentino Martín Látigo Molina. Su hinchada peloláis lo acompañará. "Claro que ellos llaman la atención, por que son más rubios, pero al final todos se divierten, hasta mi mamá, que ya entiende de box".

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