Putin y su nuevo orden mundial

Putin

La revista Forbes eligió por cuarto año consecutivo al Presidente ruso como la persona más poderosa del mundo. Desde el Brexit a las elecciones de EE.UU., pasando por Siria, el líder del Kremlin parece seguir consiguiendo lo que quiere.




Apoyo a Assad en Siria

En octubre de 2015, en su primera visita al extranjero desde que se inició una revuelta popular en 2011 que degeneró en guerra civil en su país, el Presidente sirio, Basher Assad, se traslado a Moscú para agradecer a su par ruso, Vladimir Putin, su intervención en el conflicto. "El terrorismo que se ha extendido en la región habría ganado más terreno si no fuera por sus acciones (militares) y su decisión" de intervenir, declaró el mandatario sirio.

Un año después y ante un Barack Obama sin objetivos claros, Putin parece haber impuesto su agenda en Siria, salvando al debilitado régimen de Assad. Con todo, Obama ha dicho "no ser optimista sobre el proceso a corto plazo en Siria".

Pese a ello, las fuerzas del régimen sirio -apoyadas por los rusos- reconquistaron esta semana las últimas zonas en manos rebeldes en la ciudad de Alepo. The Economist dedica su última edición a "la caída de Alepo", que califica de una "victoria de Putin" y un "fracaso de Occidente".

Supuesta jugada por el Brexit

A Putin se le culpa de haber favorecido el triunfo del Brexit en Reino Unido. Pero el líder del Kremlin ha rechazado categóricamente tales acusaciones. "Nadie tiene derecho a acusar a Rusia después del Brexit. Es una muestra de poca cultura política", advirtió.

Pero la noche del triunfo del Brexit, Michael McFaul, antiguo embajador de EE.UU. en Rusia, se apresuró a felicitar al líder ruso "por su victoria". "La de esta noche es una gran victoria para los objetivos de la política exterior de Putin", tuiteó el diplomático.

Un opinión similar expresó la semana pasada el columnista del diario británico The Guardian, Jonathan Freedland. "El Brexit fue un regalo temprano para un hombre que ha visto durante mucho tiempo el debilitamiento de la Unión Europea como un objetivo estratégico", escribió Freedland. "Idealmente, le gustaría que la UE rompiera: entonces podría hacer una serie de acuerdos bilaterales con las naciones europeas, escogiéndolas una por una", aseguró.

Trump y comicios en EE.UU.

Putin ha estado en el centro de la polémica electoral en EE.UU. por las denuncias de espionaje ruso al Partido Demócrata de Hillary Clinton para favorecer al republicano Donald Trump, según documentos filtrados de la CIA. Al respecto, Ben Rhodes, principal consejero del Presidente Barack Obama, atribuyó a Putin responsabilidad en los ciberataques que interfirieron en las elecciones. La cadena NBC afirma que serían parte de una "vendetta" contra Hillary por críticas pasadas. Pero tanto Rusia como Trump lo niegan.

También hay expectativas por cómo serán las relaciones bilaterales a partir de la llegada de Trump a la Casa Blanca. La designación de Rex Tillerson como secretario de Estado, que tiene una larga relación personal con Putin, fue bien recibida por Moscú. El canciller ruso, Serguei Lavrov, lo calificó de "pragmático". "Trump se mostró públicamente a favor de la normalización de las relaciones ruso-estadounidenses. No podemos no apoyarlo", dijo Putin.

Triunfos en Bulgaria y Moldavia

La anexión de la península de Crimea por parte de Rusia, en marzo de 2014, parece haber sido sólo el primer paso. "Vladimir Putin está obsesionado con Ucrania y hará todo lo que pueda por devolverla a la órbita rusa", afirma a La Tercera el investigador holandés Marcel H. Van Herpen. Pero no sólo eso. El experto en Putin asegura que el líder del Kremlin "considera su vocación restaurar la parte occidental de la extinta Unión Soviética".

En ese sentido, Putin se aseguró en noviembre dos piezas importantes en el tablero estratégico de Europa: Bulgaria y Moldavia pasaron al campo prorruso, gracias a las victorias electorales obtenidas por candidatos presidenciales sostenidos por Moscú. Los triunfos de Rumen Radev e Igor Dodon, respectivamente, suponen un alivio al aislamiento que padece Rusia a causa de las sanciones y el clima de confrontación con Occidente a raíz de la anexión de Crimea y la ayuda de Moscú a los separatistas del este de Ucrania.

Avance nacionalista en la UE

El Brexit, Donald Trump y la llegada de prorrusos a la Presidencia de Bulgaria o Moldavia han alegrado al Kremlin. "Y lo siguiente puede ser Francia", asegura el diario español ABC. Ello, porque Marine Le Pen, líder del Frente Nacional y favorita en la primera ronda presidencial de 2017, mantendría fuertes lazos con Moscú.

Varias casas europeas de análisis han revelado que entidades rusas financian las actividades del Frente Nacional de Le Pen en Francia, de Jobbik en Hungría, de Aurora Dorada en Grecia y de otros partidos en República Checa, Eslovaquia y los países bálticos. Y vinculan el signo de sus votaciones parlamentarias con posiciones favorables al Kremlin, sostiene el diario español El País.

Dentro de los aliados con que cuenta el Kremlin para hacer progresar su agenda en el seno de la UE también se cuentan el islamófobo Partido de la Libertad de Austria y Alternativa para Alemania, que afrontan acusaciones de haber recibido ayuda de Moscú.

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