Violencia racial, el incómodo legado que deja Obama

En lo que va del año, 707 personas han muerto a manos de la policía en EE.UU, de las cuales el 24% son negros. Lo ocurrido esta semana en Charlotte refleja las profundas divisiones raciales en el país.




De Baltimore a Tulsa y de Ferguson a Charlotte. O de Baton Rouge a Nueva York. En los últimos dos años la violencia racial ha estallado en las más diversas ciudades de Estados Unidos, la mayoría de las veces, provocada por la muerte de un ciudadano negro a manos de un policía blanco. Cuando Barack Obama asumió el poder en enero de 2009, se pensaba que el primer Presidente afroamericano instalado en la Casa Blanca ayudaría a cerrar las heridas a uno de los problemas más profundos de la sociedad estadounidense. Pero no ha sido así.

Las últimas noches en Charlotte, en el estado de Carolina del Norte, han sido un doloroso recordatorio de que la sociedad postracial que se pensaba nacería con Obama está muy lejos de convertirse en realidad. Al contrario, el mandatario demócrata dejará la Presidencia en enero con este legado incómodo, que se incrementa mes a mes, semana tras semana.

Desde el martes, cientos de personas se han manifestado rompiendo vidrios y enfrentándose a la policía de Charlotte -donde el 35% de la población es afroamericana-, en rechazo a la versión oficial respecto de la muerte de Keith Scott, un negro de 43 años baleado por un agente en un estacionamiento. Según la policía, Scott fue abatido porque se negó a bajar su arma, mientras que sus familiares insisten en que sólo tenía un libro en su mano.

Las autoridades de Charlotte decretaron estado de emergencia y desplegaron efectivos de la Guardia Nacional. También, la justicia abrió una investigación el martes por la muerte de un hombre en  Tulsa (Oklahoma), que estaba desarmado cuando fue abatido el viernes por una policía blanca. Este episodio, como tantos otros, quedó grabado en un video. Además, otro afroamericano resultó muerto ayer en Baltimore, aparentemente por una golpiza que le dieron cinco policías.

Todas estas escenas se han repetido en los últimos 24 meses, ante la impotencia de las autoridades y del propio Obama, cuyo slogan de su campaña de 2008 (“esperanza”) apuntaba precisamente a superar las divisiones raciales.

Según el diario The Washington Post, en lo que van del año han muerto 707 personas a manos de la policía, de las cuales 324 son blancos, 173 negros y 111 hispanos. En 2015 fueron 990. Los afroamericanos que han fallecido este año corresponden al 24% del total, pero representan al 13% de la población a nivel nacional.

Aunque no se compara con lo ocurrido a comienzos de los 60 -cuando los afroamericanos no podían ejercer libremente ni siquiera su derecho a voto- la tensión racial que sufre Estados Unidos ha generado que el 88% de los negros piense que su país necesita cambiar para que esa comunidad tenga los mismos derechos que la población blanca. El problema es que el 43% es escéptico de que tales cambios efectivamente ocurran. Ademas, según una investigación del Pew  Research Center, el 32% de los blancos cree que en el gobierno de Barack Obama las relaciones raciales empeoraron, mientras que el 34% de los negros piensa que el jefe de Estado ha intentado mejoras en este tema, pero ha fallado.

Malas relaciones

De acuerdo con un estudio de Gallup, el 50% de los afroamericanos califica las relaciones entre los miembros de su comunidad y los blancos de “malas”. Lo mismo piensa el 44% de los blancos. En 2006, este porcentaje llegaba a 36% en el caso de los negros y a un 32% en el caso de los blancos no hispanos.

En un sondeo de Gallup efectuado en junio pasado, el 7% de los estadounidenses calificó las relaciones entre negros y blancos de “muy buenas”, el 46% de “relativamente buenas”, el 32% de “algo malas”, el 14% de “muy malas” y el 1% no tiene opinión. En 2001, sólo el 7% se refirió a las relaciones raciales como “muy malas”.

Obama ha dicho que “los afroamericanos tienen un 30% más de posibilidades que los blancos de ser detenidos por la policía. Y después de que eso sucede, tienen tres posibilidades más de ser revisados. El año pasado los afroamericanos fueron tiroteados por policías más del doble de veces que los blancos, los afroamericanos son arrestados el doble que los blancos, los afroamericanos acusados tienen más posibilidades de ser sentenciados”.

Las divisiones raciales son hace rato un tema de la actual contienda electoral. Fiel a su estilo, el republicano Donald Trump atribuyó ayer el consumo de drogas en zonas pobres de ciudades como Charlotte, a la violencia entre blancos y negros.

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