Vocalista de Kiss: "La gente no quiere oír las canciones nuevas, quieren escuchar los clásicos"

Paul Stanley habla con <b>La Tercera </b>de su regreso a Chile.




Si algo ha demostrado Kiss en sus 40 años de historia, es la voluntad de no pasar nunca desapercibidos. Desde pintarse las caras para sorprender a la audiencia, hasta quitarse el maquillaje en los 80 para conseguir el mismo efecto. Desde canciones icónicas del rock hasta una línea de merchandising que ha transformado el nombre de la banda en toda una marca comercial. Y, sobre todo, mantener una base de fanáticos que durante cuatro décadas no parece haber disminuido, aguantando los altos y bajos de una de las últimas de leyendas del rock de los 70 que aún perdura, a pesar de los cambios que ha vivido la misma agrupación.

Pero algo que no cambia en Kiss son sus dos nombres fundamentales: el histriónico bajista Gene Simmons, con su infame lengua y tendencia de escupir fuego y sangre sobre el escenario, y el frontman Paul Stanley, el hombre cuyo liderazgo mantuvo funcionando el grupo durante sus múltiples cambios de alineación. "Lo veo como que ningún buen equipo de fútbol tiene los mismos jugadores por mucho tiempo, manteniendo su nivel. Seguimos bastante esa dinámica", dice este último en conversación con La Tercera. El músico volverá a Chile para presentarse el próximo 14 de abril, cuando Kiss visite por quinta vez el país en un show en el Movistar Arena -el cual ya tiene algunas localidades agotadas, las que quedan se venden por Puntoticket-, celebrando los 40 años de la banda. "Nadie se irá decepcionado. Todo el objetivo de la gira es dejar a todos felices. Tenemos que dar el ancho por la leyenda que somos", asegura el vocalista y guitarrista.

En una carrera tan extensa, también hay momentos difíciles. ¿Se cuestionaron continuar en algún minuto?

Toda gran carrera tiene altos y bajos. Es como Muhammad Ali. Es el más grande de todos los tiempos en su profesión, pero incluso el más grande no gana siempre. Es parte del juego. Esta vida es un desafío permanente, y a veces ganamos y otras caemos sobre nuestros traseros. Pero nos levantamos y volvemos a entrar al ring.

Su relación con Gene Simmons ha sido parte central de Kiss. ¿Cómo describe la dinámica con su compañero hoy en día?

Creo que ha evolucionado mucho durante todos estos años. Nunca nos hemos llevado mejor que ahora. Nos hemos dado cuenta que ambos hemos hecho posible para el otro el tener esta vida que disfrutamos tanto. No somos la misma persona, pero estamos, de cierta manera, unidos para siempre con el hecho de haber participado en algo tan único y eterno como Kiss.

¿Podría alguno de ustedes dos dejar la banda y que esta siga existiendo?

No creo que la banda pare nunca. Hemos llegado muy lejos y superado demasiadas cosas como para alguna vez considerar renunciar. Seguramente no podré hacer esto por siempre, pero estoy seguro que afuera hay alguien que podría entrar y ser genial para el grupo. Hay mucha gente con la misma pasión que es requisito para estar acá. Si crees en nuestra filosofía y eres un buen músico, no hay ninguna razón para que no puedas estar en Kiss.

El año pasado, Gene Simmons dijo que el rock estaba muerto. ¿Concuerda con eso?

Honestamente, Gene diría que el cielo es verde con tal de llamar la atención. Es lo que le gusta hacer. No sé a qué se refería en ese momento, porque no lo hablamos después, pero sí se puede decir que la industria musical está dando tumbos en este momento, no sabemos qué va a pasar. Pero el rock no está muerto, todavía hay mucha gente que cree en él. Sólo necesitas reunir a cuatro o cinco tipos que se conecten a sus amplificadores, para darte cuenta que aún no muere.

Pero sí parece cierto que ya no surgen bandas del mismo éxito de Kiss…

En la historia, algunas bandas han logrado trascender y durar en el tiempo, pero si te fijas, no es algo que pase todo el rato. Si miras a Frank Sinatra, luego a Elvis, y luego a los Beatles, son fenómenos con casi diez años de diferencia. No se ve ese tipo de impacto todos los años. A veces tarda más de una década en que se vuelva a dar algo así. Entonces no creo que sea raro que, en un tiempo, surja una nueva banda que cambie todo una vez más. La cosa es esperar el 'cuándo'.

Algo constante en la banda ha sido su base de fanáticos. ¿Es difícil seguir manteniéndolos interesados?

Para nada, porque ni si quiera somos tanto una banda, somos casi una tribu (se ríe). Es un grupo de mucha gente de todas las edades que creen en lo mismo. Va mucho más allá de la música. Entonces no pienso de más respecto a tratar de hacer cosas nuevas. Nuestros fans aman nuestra música, y han estado con nosotros siempre en este viaje.

¿Podemos esperar que en el futuro vuelvan al estudio de grabación?

Si nos sentimos bien al respecto, perfectamente podríamos volver a grabar. Pero seamos honestos; cuando vas a ver a los Rolling Stones o a Paul McCartney, no quieres oír las canciones nuevas, quieres que toquen los clásicos. Es divertido para nosotros crear algo nuevo, pero entiendo totalmente que si la gente tuviera que elegir qué escuchar, se inclinarían por los temas que conocen más. Y una canción no se transforma en un clásico de la noche a la mañana, por ende no pasa con los discos nuevos. Hay que darle al público lo que ellos quieren.

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