Estallido electoral y crisis en la centroizquierda

SEÑOR DIRECTOR

Los resultados de las recientes elecciones han provocado un verdadero “estallido electoral” en los partidos de la centroizquierda. Prueba de lo anterior han sido las caóticas 72 horas transcurridas entre el lunes 17 y el miércoles 19 para inscribir primarias legales presidenciales.

Las improvisaciones de esas últimas horas son el resultado de decisiones adoptadas con escasa reflexión y tomadas al calor de la actual faz agonal de la política caracterizada por la lucha por el poder. La sobreinterpretación de los resultados consideró solo una variable: los escaños alcanzados en la Convención Constitucional. El carácter simbólico que se le asignó a ésta invisibilizó los resultados de las otras elecciones y el abstencionismo estructural.

Con base en estos datos, se construyó un relato del giro hacia la izquierda del electorado. A partir del mismo se bajaron candidatos y deshicieron alianzas. A lo anterior debemos sumar la falta de un diseño alternativo -si los resultados como en definitiva ocurrieron, eran distintos a los proyectados- y la ausencia de una gestión estratégica de la crisis. A la base de todo lo anterior encontramos un exceso de simplificación del escenario político que desde el 18-O se ha tornado cada vez más complejo. De ahí resultan las improvisaciones.

Nunca se pensó cuándo se produciría una crisis como ésta, cómo se presentaría y con qué instrumento enfrentarla. Una acción más estratégica les hubiera permitido identificar las tendencias y anticipar las soluciones.

Primó en la actual crisis la simplicidad de los análisis como diría el filósofo político Daniel Innerarity. La simplificación ha sido la principal causa de los desaciertos que han caracterizado el actuar de la centroizquierda por estos días y que hoy parece tenerla sumida en la perplejidad de una profunda crisis.

Marco Moreno

Director Escuela de Gobierno y Comunicaciones, UCEN