Una noche para la esperanza

navidad


SEÑOR DIRECTOR

Los conceptos de esperanza y miedo cruzan nuestra conversación global y local. Es que tanto los proyectos de vida en sociedad como la supervivencia de la vida están cruzados por ambas fuerzas.

El paso del 24 al 25 de diciembre es una fecha para reconocer cómo abrazar la esperanza y como apartarse del miedo en los grandes proyectos, pero sobre todo en la vida corriente de todos los días.

El miedo es como una persona con las cosas demasiado claras. El miedo no cambia nunca de opinión, y cree siempre tener la razón y el patrimonio de la fe. El miedo es ruidoso, y se pasea con ropa que destaque. El miedo es pura inmovilidad y parálisis. El miedo es no ver venir, pues se está desconectado de la profundidad de las cosas. El miedo vive en la superficie. El miedo dice siempre yo, antes que nosotros.

La esperanza en cambio viene en forma de niño. De aquellos que necesitan ser cuidados, de quienes no se valen a sí mismos. La esperanza se parece a los que no engañan ni manipulan. La esperanza es presente pero sobre todo mucho futuro. La esperanza es pequeña, sin fuerza, sin aspaviento. La esperanza es pesebre, es conflicto a veces, pero diálogo sobre todo. La esperanza es para el aquí y el ahora. La esperanza es necesaria, pero ante todo posible.

Que la Navidad sea ante todo dejar que la esperanza entre en la vida, en nuestras vidas.

Cristóbal Madero SJ

Universidad Alberto Hurtado

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