Uno para todos y todos para uno

Foto: Agenciauno

SEÑOR DIRECTOR

Luego de una apática jornada electoral, ayer se definió el candidato presidencial de Chile Vamos, recayendo dicha responsabilidad en el independiente Sebastián Sichel. ¡Es la hora de los independientes!

En un año de intensa actividad electoral, la realización de las primarias presidenciales se convirtió, lamentablemente, en un hito deslucido. A los malos resultados de la centroderecha en las elecciones de mayo pasado, que hicieron que la contienda presidencial oficialista cayera en cierta fomedad e irrelevancia, se sumó la reciente instalación de la Convención Constitucional, que ha acaparado toda la atención pública.

A partir de hoy, la atención de una gran mayoría de chilenos estará puesta en Sichel, como candidato único de la coalición oficialista. Mi invitación, sin embargo, consiste en poner la mirada en los otros tres candidatos, aquellos que quedaron en el camino. ¿Por qué? Ante la amenaza de un gobierno de centroizquierda, con ribetes refundacionales y revanchistas, la centroderecha debe enfrentar las elecciones de noviembre más unidos que nunca.

La frase de Alejandro Dumas, “Uno para todos y todos para uno”, cobra más fuerza que nunca en el sector. Solo el trabajo en equipo y la cooperación, generosidad y lealtad de los partidos de Chile Vamos con Sichel, marcará una gran diferencia para enfrentar los próximos comicios.

Como respuesta al protagonismo constituyente y a la incierta contienda presidencial, el foco de la centroderecha deberá ponerse en la elección parlamentaria, perentoriamente con una lista unitaria y amplia, incluyendo independientes. El nuevo Congreso se vislumbra como el último -y necesario- contrapeso para asegurar una imperiosa gobernabilidad y estabilidad institucional.

Francisco Orrego B.

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