La vuelta de la bichectomía y caras ultra delgadas




La modelo norteamericana Bella Hadid es la representante indiscutida de un procedimiento quirúrgico que, si bien se practica hace más de 10 años, hoy está teniendo una vuelta en gloria y majestad. Pero, como ella, se sospecha que muchas otras celebridades se hayan sometido a la que es hoy una tendencia en Estados Unidos y el resto del mundo. Las actrices Lea Michelle, Zoë Kravitz y Sophie Turner, son algunos de los nombres que se mencionan y se especula se han sometido a una remoción de grasa bucal o bichectomía. Se trata de una intervención que, si bien no es nueva, hoy es tendencia y una especie de secreto a voces entre celebridades.

Como su nombre lo explica, la remoción de grasa bucal tiene como objetivo extraer tejido adiposo de las mejillas para resaltar los pómulos, el perfil de la mandíbula y dar una apariencia más estilizada a la cara. La Asociación Americana de Cirujanos Plásticos explica que “el objetivo de remover la grasa bucal es adelgazar el rostro, específicamente el área de las mejillas”. Sin embargo, también advierten que es un procedimiento que típicamente no se realiza a personas que ya tienen una estructura facial delgada porque puede producir un efecto de envejecimiento prematuro o un generar la apariencia de un rostro demacrado.

Y el problema está precisamente ahí. No es el procedimiento en sí mismo, sino el uso que se hace hoy de él. Miles de mujeres han caído en la tentación de perseguir el último estándar de belleza: pómulos súper prominentes y mejillas ultra delgadas. Con más de 550 millones de vistas en TikTok, la bichectomía es uno de los procedimientos más visibilizados a través de redes sociales. Otro de los hashtags o etiquetas a través de los cuales se comparte y viraliza esta cirugía en distintas plataformas es #bichectommíachallenge o desafío bichectomía. El estudio The Role of the Buccal Fat Pad in Facial Aesthetic Surgery publicado en la Revista de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos explica que las redes sociales han jugado un rol fundamental a la hora de difundir y convertir en tendencia hoy un procedimiento que se practica hace más de una década. “Las redes sociales han gatillado un frenesí en torno a la remoción de la grasa bucal”, explica el texto. “Y si bien puede parecer que este procedimiento es ideal en plataformas sociales y muy beneficioso si se persigue una cierta estética de la mandíbula, la evidencia es limitada respecto a si se trata o no de una solución efectiva en el largo plazo”.

Eternamente cambiante, el estándar de belleza que es hegemonía hoy, posiblemente en algunos años ya no lo sea. A diferencia de lo que ocurre con rellenos faciales como el ácido hialurónico o el bótox que con el tiempo se disuelven -o en su momento con el boom de los implantes mamarios que pueden extraerse o disminuir su volumen-, la bichectomía es prácticamente irreversible. El cirujano maxilofacial Hugo Herrera explica que —a diferencia de lo que ocurre en una liposucción— lo que hace la bichectomía es remover parte de un compartimento adiposo específico del rostro. Y estos tejidos dice, son los que brindan relleno y sostén a la cara, y no se regeneran como la grasa normal del cuerpo. Una vez que se extraen mediante la bichectomía, no hay vuelta atrás.

La investigación The Role of the Buccal Fat Pad in Facial Aesthetic Surgery explica que, cuánta grasa adicional perdemos o mantenemos en el rostro a medida que envejecemos, es un tema debatible que aún está por verse. Y que se trata de un procedimiento que solo se ha vuelto masivo en los últimos años y en pacientes con una estructura facial delgada es posible que la bichectomía genere una distorsión en la parte media de la cara a largo plazo. Hugo Herrera confirma que una bichectomía que no se evalúa correctamente puede tener efectos estéticos no deseables en el futuro. Además agrega que al igual que en cualquier otro tipo de procedimiento, este no está exento de riesgos. “Cualquier tipo de procedimiento quirúrgico puede tener implicaciones funcionales. Sobre todo en el ámbito facial. De ahí la importancia de una correcta evaluación e indicación del procedimiento”, comenta.

Si bien las —principalmente— jóvenes mujeres que han aceptado el #bichectomíachallenge buscando emular el look de las actrices y celebridades se ven hoy en su mayoría felices con los resultados del procedimiento, queda por ver qué pasará en algunos años o incluso meses. Un futuro próximo en el que quizás sean rostros de facciones más suaves y joviales el canon imperante y vuelva a ser la juventud casi infantil, completamente opuestos a los pómulos prominentes y las mándibulas marcadas propios de la bichectomía, el epítome de la belleza.

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