Mujer de principios

La actriz Adela Secall (33) nació y vivió en Rusia su primera infancia. De esa experiencia algo queda, como su afán por ponerle atajo al consumo y solo adquirir lo necesario. Llorona confesa, por primera vez está actuando en teatro, en la obra Cuestión de principios, donde comparte escenario con su papá, el actor José Secall.




Paula 1124. Sábado 22 de junio 2013.

La actriz Adela Secall (33) nació y vivió en Rusia su primera infancia. De esa experiencia algo queda, como su afán por ponerle atajo al consumo y solo adquirir lo necesario. Llorona confesa, por primera vez está actuando en teatro, en la obra Cuestión de principios, donde comparte escenario con su papá, el actor José Secall.

Adela Secall Corvalán tú naciste en Moscú, naciste en la Unión Soviética, ¿hasta qué edad viviste allá?

Hasta los 9 años.

¿Te acuerdas de hablar ruso?

No, no mucho.

¿Cómo sientes que te marcó el haber vivido tu infancia en una cultura tan distinta y en una situación política que les impedía a ustedes regresar a Chile?

Bueno, la primera infancia es el momento donde uno se forma emocionalmente, la contención, los valores todo eso está en esa primera infancia, y todo eso lo viví en un régimen socialista. Creo que es parte de mi esencia, a pesar de lo doloroso que fue ser apátrida y haber nacido en exilio. Me siento una afortunada de haber podido tener esa primera infancia; ahora, criando, me doy cuenta de eso, de que estuve libre de toda la invasión del consumismo, la competencia, que está tan inserta, incluso, en la educación chilena.

¿Era muy estricta la educación en la Unión Soviética?

Sí, es que organizar a las masas es difícil, hay que ser bastante disciplinado y eso lo viví. Estudié en un jardín infantil y un colegio ruso y después estuve en un colegio cubano por el tema del español. Y fue muy bueno estar entre cubanos porque había una cosa más latinoamericana y de identidad más cercana para mí, tengo muy buenos recuerdos de eso. Pero efectivamente, de hecho, guardo mi libro de tercero básico y tengo material educativo que está muy lejos de lo que en una sociedad capitalista se estudia.

¿Te enseñaban de Marx y Lenin?

No, pero se hablaba de solidaridad, por ejemplo. La historia se contaba de otra manera, los trabajos, la poesía estaba enfocada a lo que significa los trabajadores, los movimientos obreros. También se hacía algo que se llamaba el matutino, que se daban las noticias del día y las explicaban y eso que éramos muy chicos, imagínate.

Hablas de una cultura donde se hablaba de solidaridad pero la imagen que uno tiene es más bien de una educación parecida al adoctrinamiento político.

Me imagino que la gente que lo ve desde muy lejos y desde otra época crea que en el jardín más o menos estudiábamos a Stalin, pero no era así. Puedo asegurar que no era así. A pesar de que en el colegio cubano se hablaba de la revolución, por supuesto.

Bueno, pero tú sigues hablando de la revolución.

De esos temas habla la obra que estamos haciendo ahora, Cuestión de principios, el nombre lo dice. Es un padre y una hija que están con diferencias éticas. Es muy simpático porque hay algunos textos que yo creo que para mí son muy importantes en la obra. Porque son de alguna manera cosas que yo viví y conocí.

¿Cómo ha sido actuar con tu papá, José Secall?

Bueno, por varias cosas. Una de ellas es que es la primera vez que yo hago teatro y en ese sentido qué mejor que empezar con el Pepe, mi papá.

¿Por qué no habías hecho una obra de teatro hasta ahora?

Por miedo, poh.

¿Te daba más miedo el teatro que las teleseries o el cine?

Sí. Al principio era porque las cosas no se daban. Después pasaba que me llegaban propuestas teatrales, yo las aceptaba pero al final, después de leerlas, terminaba diciendo: no, no puedo.

¿Sufrías pánico escénico?

Algo así. Un tiempo pensé que podía ser una actriz solo del área audiovisual, que no tenía por qué trabajar en todas las áreas de la actuación. Pero la verdad es que empecé a ver cosas en el teatro que me gustaron y a tener ganas de hacer teatro. Empecé a tener esa inquietud.

¿Cómo ha sido esta experiencia de haberte sacado esta espinita del teatro? ¿Qué ha sido lo sorpresivo y lo difícil?

Bueno, lo difícil es darse cuenta de las diferencias de actuar en teatro o en algo audiovisual. Para mí era un desafío también alejarme de los miedos de lo que opinarán las otras personas y hacerlo no- más, por ejemplo. Porque ya voy a cumplir 34 y entre más vieja a uno le cuesta más hacer cosas nuevas.

¿Y superaste el miedo?

Sí, y empecé a disfrutarlo. Tiene que ver mucho el texto también, esta es una obra de un dramaturgo argentino que se llama Roberto Cossa, una obra que tiene mucho que ver con nosotros, con mi papá y conmigo. Eso hace que me sienta contenta de hacer teatro.

En tu carrera como actriz de teleseries, ¿cuál es el personaje que guardas con más cariño dentro de todos los que has hecho?

La Edelmira, de Martín Rivas, de todas maneras; un personaje que sufre harto por amor.

Ya, y eso te acomodó.

Me encanta llorar en la tele, no puedo evitarlo.

Entonces, ¿lloras con facilidad?

A veces sí. Pero otras veces uno anda muy contenta (risas).

¿Cuál es tu técnica para llorar?

Va variando. A veces es pura mentira, a veces me da pena de verdad. Uso la respiración también para que me salgan lágrimas.

¿Cuántas veces a la semana tienes que llorar para sentirte equilibrada?

Una vez cada quince días. Lloro con las películas y a veces lloro por cualquier tontera.

Adela Secall, ¿cuál es el defecto que más deploras de ti misma?

Que me cuesta organizarme, soy media dispersa, y eso como que me cuesta.

¿Y eres desordenada con la plata?

Era, pero aprendí a porrazos. Ahora intento adquirir lo necesario, no tener deudas que no corresponden, trato de liberarme de cosas. ¿Para qué tener dos cuentas bancarias si puedes tener una? No hablo de no consumo porque a mí también me gusta tener cosas bonitas, pero me pongo ciertos límites.

¿Quién es tu candidata o candidato para próximo Presidente de Chile, pensando, además, que el PC apoya a Bachelet?

No tengo.

¿Tú militas en el Partido Comunista o no?

No milito.

Pero simpatizas

Sí, pero simpatizo no más.

Ya, pero tírate al agua. ¿Quién te gustaría, aunque no sea candidato, que fuera Presidente o Presidenta de Chile?

En algún momento me gustó mucho el economista Manuel Riesco, cuando habla siempre digo "este loco debería ser candidato." Pero ahora creo más en la voz del pueblo.

Ay, pero eso es anarquía pues Adela, no nos confundamos.

De todas maneras voy a ir a votar, eso sí, yo siempre voy a votar y lo único que voy a escribir es AC, por Asamblea Constituyente.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.