La premiada chilena que enseña robótica a niños de Brooklyn

Katherine Vergara lleva años ligada al mundo de la tecnología y su difusión. Actualmente pasa una temporada en Nueva York, donde ha hecho talleres de computación física a niños de contextos vulnerables. Además de querer implementarlos en Chile, está terminando junto con su estudio un videojuego inspirado en el Doctor Mortis.


Muchos la conocen como STEMtivista, el nombre de usuario que usa en Instagram y TikTok para subir contenido que busca difundir informaciones relacionadas al mundo de la ciencia y la tecnología. Lo cierto es que detrás de esa cuenta está Katherine Vergara, diseñadora, programadora y PhD. (c) en Ingeniería y Ciencias de la Computación, quien durante los últimos años ha recibido una serie de reconocimientos internacionales por su trabajo.

Hace unas semanas, Vergara estuvo nominada a los premios Women In Tech en la categoría que reconoce a los proyectos más disruptivos del mundo tecnológico. Antes, en 2020, fue ganadora del Globant Award en la categoría Game Changer, y en 2022 se convirtió en la segunda latinoamericana en ganar el Student of Vision Award que entrega la Grace Hopper Celebration, la conferencia más grande del mundo de mujeres en tecnología.

Fue precisamente en el viaje en que recibió ese galardón cuando conoció a una profesora de la New York University, quien se interesó por su investigación y la invitó a hacer un semestre del doctorado que está cursando en la prestigiosa universidad estadounidense.

Así, hace unos meses inició su temporada en “la ciudad que nunca duerme”, que ahora está llegando a su fin, pero que le ha traído muchas satisfacciones.

En el doctorado, Vergara está investigando el uso de la computación y la robótica para enseñar a programar a niñas en contextos de alta vulnerabilidad. Lejos de ser una aproximación simplemente teórica, la activista lleva varios años realizando talleres sobre el tema en distintas comunas de Chile.

Vergara había acumulado bastante experiencia haciendo talleres en Chile.

“Al desarrollar el pensamiento computacional, uno adquiere habilidades que son transferibles. No solamente vas a aprender una habilidad técnica que te puede permitir tener un mejor trabajo en el futuro, y otras cosas que se relacionan a la labor de la programación, sino que además aprendes a pensar, aprendes a descomponer los problemas en partes más pequeñas, a entender cómo abordar estos problemas y después a cómo solucionarlos”, dice Vergara sobre el porqué de su interés en el tema.

Por lo mismo, una de las primeras cosas que hizo al llegar a Nueva York fue organizar un taller abierto en la NYU para adolescentes entre 14 y 16 años. La instancia fue todo un éxito y a partir de ahí recibió una invitación de la Biblioteca de Brooklyn para que implementara un programa con ellos.

“Desarrollé un prototipo de computación física que es un prototipo de robótica. Y con este prototipo, las niñas pueden intervenir su contexto. Pueden, por ejemplo, automatizar la luz de la pieza o pueden automatizar el regadío de una planta. Pueden hacer una alarma para que suene una alarma si alguien les abre la mochila. En realidad, se puede hacer como cualquier proyecto que a las niñas se les ocurra, que tenga que ver con intervenir su entorno”, explica Vergara.

La programadora empezó a trabajar con niños de entre 7 y 14 años, muchos de ellos inmigrantes provenientes de Centroamérica. Por eso, además del conocimiento técnico que se enseñaba, Vergara estaba preocupada de que el taller fuera una instancia para que los asistentes pudieran expresarse.

Para replicar en Chile

En la Biblioteca de Brooklyn, los talleres duraban cuatro semanas, y en cada una se desarrollaba una fase técnica distinta. Cada instancia, además, iba unida a un conocimiento socioemocional distinto, uniendo el aprendizaje tecnológico a la posibilidad de expresar sus sentimientos.

Uno de los desafíos implicó crear un tablero que iba iluminando distintas palabras para que a partir de eso los estudiantes pudieran escribir poesía, tomando como referentes a raperos que estuvieran relacionados con el terriotiro donde vivían.

En otro desafío crearon una ilustración digital que representaba cómo se sentían en compañía de ciertas personas. Así, con la ayuda de un detector de distancia, a medida que alguien se acercaba, el dibujo cambiaba según el acercamiento que había con esa persona.

En sus talleres realizado en Nueva York, Katherine Vergara ha buscado que la computación y la robótica sean vías de expresión para niños y niñas.

“Por ejemplo, un estudiante, cuando estabas más lejos del prototipo te mostraba que estaba súper feliz, que estaba como en una fiesta. Después, cuando te acercabas un poco más, te mostraba que le gustaba estudiar, que estaba leyendo y que estaba haciendo cosas académicas. Y cuando te acercabas ya a la máxima intimidad te mostraba que estaba triste, que a veces tenía depresión y se sentía muy solo. Esto ayuda a comprender un poco quién es cada uno y cómo se muestran los demás, pero utilizando la tecnología como expresión artística”, explica Vergara.

Su plan ahora es replicar estas instancias en Chile, aunque sabe por experiencia propia que los estudiantes nacionales suelen carecer de los conocimientos básicos de programación que tienen los alumnos estadounidenses.

“Me gustaría mucho hacer en el verano un bootcamp donde tenga más tiempo, para que con estos estudiantes chilenos partamos de cero, pero de ahí empecemos a construir juntos para poder llegar a hacer estas cosas tan entretenidas que hicimos en Estados Unidos”, señala.

Un videojuego inspirado en el Dr. Mortis

Paralelamente, Katherine Vergara lleva años incursionando en el mundo de los videojuegos, fundando a principios del año pasado el estudio Tónico. Eso sí, su inquietud comenzó antes, cuando alentada por su gusto por el terror comenzó idear un proyecto para relevar la importancia de “El siniestro Doctor Mortis”, el reconocido personaje chileno creado en la década del 40, a quien llegó gracias al gusto personal de su padre.

Dándole vueltas a la idea, decidió crear un videojuego, entrando definitivamente a una industria que tiene como gran desafío la participación de mujeres. “Ahí pensé que si iba a hacerlo, entonces quería aportar con un granito de arena en la equidad de género y armar un equipo con mayoría de mujeres”, cuenta.

Así fue como empezó a desarrollar un preproyecto, con el que postuló a un fondo público que se adjudicó, lo que le permitió poder contratar un equipo más grande, que hoy está formado por cinco mujeres y tres hombres.

"Las reliquias del Doctor Mortis" es un videojuego realizado por Tónico, el estudio creado por Katherine Vergara.

El juego se llamará “Las reliquias del Doctor Mortis” y su proceso de creación ya está en la recta final, por lo que Vergara adelanta que sería lanzado en los próximos meses. Su trama contará la historia de una psiquiatra que es culpada de un asesinato y que para limpiar su asesinato comienza una investigación que la llevará a descubrir una cofradía secreta que busca revivir al Doctor Mortis.

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