Boric en acto a 50 años del 11 de septiembre de 1973: “No es separable el Golpe de Estado de lo que vino después”

El Presidente Gabriel Boric encabezó conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en La Moneda. Foto: Lukas Solis / Agencia Uno.

“Que nunca más la violencia sustituya en nuestra convivencia el debate democrático”, señaló el Mandatario en su discurso. La figura de Salvador Allende fue centro de los homenajes en el acto.


Con la presencia de los exmandatarios Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, gobernantes extranjeros, personeros del oficialismo, agrupaciones de derechos humanos y figuras internaciones -como el exmandatario uruguayo José Mujica y el músico estadounidense Tom Morello-, entre otros, se efectuó este lunes el acto del gobierno en conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de 1973.

El Presidente Gabriel Boric encabezó la ceremonia en un escenario levantado en la Plaza de la Constitución, donde está emplazada La Moneda y también la estatua del expresidente Salvador Allende. El acto estuvo cruzado precisamente por un homenaje al exmandatario, quien se quitó la vida en la sede de gobierno hace cincuenta años, cuando los militares tomaron el poder.

En uno de los hitos de la ceremonia, a las 11.52, cuando la lluvia matinal ya había amainado, los asistentes guardaron un minuto de silencio. Precisamente a esa hora, el martes 11 de septiembre de 1973, los aviones Hawker Hunter comenzaban a bombardear la sede de gobierno.

Tal como lo habían anticipado, las colectividades de oposición no participaron en la actividad.

“Conmemoramos una fecha que es dolorosa y que es sin duda un punto de inflexión en nuestra historia, en una historia que es compartida, que trajo muerte, que trajo sufrimiento, persecución y pobreza a nuestra patria”, afirmó el Mandatario en su discurso de más de 40 minutos, en el cual se vio visiblemente emocionado.

Reiterando un planteamiento que venía haciendo las últimas semanas, Boric recalcó que “es muy importante afirmar con claridad que no es separable el Golpe de Estado de lo que vino después”.

Ceremonia en La Moneda por conmemoración de los 50 Años del Golpe de Estado. Foto: Mario Tellez / La Tercera.

“Desde el mismo momento del Golpe de Estado se violaron los derechos humanos de los chilenos y chilenas”, enfatizó, agradeciendo la colaboración internacional desde el 11 de septiembre de 1973.

“Desde este Santiago refulgente después de la lluvia, proclamamos con mucha convicción que nunca más la violencia sustituya en nuestra convivencia el debate democrático y hoy decimos ante Chile y el mundo: democracia, hoy y siempre”, destacó.

El gobernante aseguró también que “solo asumiendo las deudas del pasado y sanando las heridas será posible una convivencia en armonía y la construcción de una sociedad que se proyecte humanamente hacia el futuro”.

Boric por Allende: “El mundo le sigue rindiendo homenaje y los respeta”

Asimismo, reivindicó la figura de Allende. “Un proyecto encabezado por un hombre de impecable trayectoria democrática, que fue interprete de granes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y las leyes y así lo hizo, ese hombre, Salvador Allende, por ese compromiso y consecuencia, a cincuenta años de distancia el mundo le sigue rindiendo homenaje y lo respeta (...) Hay a veces quienes quienes nos instan a que escondamos su nombre, sin embargo (...) cuando uno va a prácticamente a cualquier país democrático en el mundo, se encuentra con el nombre de Salvador Allende”, dijo efusivamente.

El gobernante aludió también a las críticas por haber participado de la romería que realizaron familiares de las víctimas este domingo y terminó con incidentes.

“No me arrepiento ni un segundo de estar junto con mi gobierno del lado de los que sufrieron”, manifestó.

“La unidad y la reconciliación no se consiguen con neutralidad ni distancia. Se consigue poniéndose del lado de quienes fueron víctimas del horror. La reconciliación no pasa por buscar empatar responsabilidades”, argumentó el Presidente.

También hizo un gesto al expresidente Sebastián Piñera por la alusión que hizo el exjefe de Estado durante su primer mandato sobre los “cómplices pasivos” de la dictadura. “Vale la pena que en nuestras diferencias seamos capaces de reconocer a quienes pensando distinto han hecho también una contribución”, dijo Boric, levantando la voz ante gritos de descontento que comenzaron a surgir de algunos presentes cuando mencionó a su antecesor.

En los días previos, Piñera, Bachelet, Lagos y Eduardo Frei habían firmado con Boric el compromiso Por la democracia, siempre, en el marco de los 50 años del golpe militar.

Asimismo, el gobernante cuestionó la valoración del quiebre democrático como algo inevitable y aseguró que “nunca es justificable un Golpe de Estado ni vulnerar los derechos humanos de quienes piensen distinto”.

“Por eso nos rebelamos cuando nos dicen que no había otra alternativa: por supuesto que había otra alternativa y en el día de mañana cuando vivamos otra crisis, siempre va a haber otra alternativa que implique más democracia y no menos”, expresó el jefe de Estado.

El acto

Se esperaba que la expresidenta Bachelet fuese la única de los cuatro exmandatarios que asistiera. Sin embargo, contra todo pronóstico, Lagos arribó cerca de las 11.00 horas hasta la carpa instalada para la actividad y se sumó al acto cuando partía. Su asistencia había sido descartada luego de un accidente doméstico que sufrió a fines de agosto. Boric agradeció en particular la presencia de ambos.

La ceremonia contó también con la participación de mandatarios como Luis Arce, de Bolivia; Gustavo Petro, de Colombia y Andrés Manuel López Obrador, de México, cercanos ideológicamente a Boric, además del líder uruguayo Luis Lacalle Pou, la única figura de la centroderecha latinoamericana que se hizo presente. También asistieron líderes europeos como el socialista António Costa, primer ministro de Portugal, y el socialdemócrata Peter Tschentscher, presidente del Consejo Federal de Alemania.

Una de las oradoras fue la senadora socialista Isabel Allende Bussi, hija de Salvador Allende, quien sin poder evitar el llanto, recordó los hechos que vivió hace 50 años e hizo hincapié en el valor de “la memoria”. La legisladora rindió homenaje a los colaboradores de su padre que lo acompañaron en La Moneda esa jornada y parafraseó su discurso final. En su alocución, reivindicó el gobierno de la Unidad Popular y recordó el rol de su madre como articuladora de la oposición a la dictadura en el exilio.

Uno de los ejes de su intervención apuntó en contra de lo que calificó como un intento de ciertos sectores de promover un “revisionismo histórico”.

“En estos últimos meses hemos visto con dolor, con preocupación, que se promueva un revisionismo histórico, se ha intentado invertir las responsabilidades de la tragedia que vivimos en los últimos 17 años más oscuros en nuestra historia (...) De manera insólita, se busca tergiversar los hechos y culpar a la Unidad Popular y al Presidente Allende del Golpe de Estado. Los verdaderos responsables son quienes quebraron la institucionalidad, bombardearon este palacio, persiguieron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de chilenos. Sin duda también los que ampararon políticamente y guardaron silencio cómplice ante las atrocidades que se vivían en nuestro país”, aseveró.

La senadora también planteó que “el Golpe de Estado fue un crimen y no hay contexto, ideología política, contingencia o razones que legitimen el despojo de la voluntad popular y de la dignidad humana”.

Al inicio de la ceremonia, tras las presentaciones de rigor -a cargo de la actriz Aline Küppenheim- y la entonación del Himno Nacional interpretado a piano por el nonagenario músico Valentín Trujillo, los asistentes recordaron a los cerca de tres mil muertos en manos del régimen de Augusto Pinochet. Luego, mujeres, familiares de detenidos desaparecidos rindieron homenaje a las víctimas con “cueca sola”, la danza patria chilena en una forzada modalidad sin pareja, evidenciando en ese gesto la ausencia de sus cercanos. El mensaje de “nunca más” fue recalcado durante el simbólico baile y más tarde también por Boric en su intervención.

"Cueca sola" de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, durante la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en La Moneda.
"Cueca sola" de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, durante la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en La Moneda. Foto: Lukas Solis / Agencia Uno.

El poeta Elicura Chihuailaf fue el primer orador. “En las cumbres de la esperanza y de la libertad se sigue oyendo el metal tranquilo de su voz”, señaló el escritor de origen mapuche aludiendo el último discurso de Allende en La Moneda bombardeada. A su vez, la escritora Elvira Hernández leyó dos textos, una versión acotada de La Bandera de Chile y Restos, poema que cierra con una alusión a los desaparecidos: “Los arrojaron al mar y no cayeron al mar, cayeron sobre nosotros”.

Tras días de lluvia sobre Santiago, Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, hizo un comentario climático. “¿Vieron que salió el Sol? Eso es un signo de que alguien nos acompaña, que son los que no están pero están”, expresó.

Poco más tarde, en el Patio de Los Cañones, el Presidente encabezó otra ceremonia, un ‘Acto por las y los Defensores de la Democracia”, en el que se escuchó el último discurso que Allende pronunció en La Moneda.

Revisa a continuación el texto completo del discurso del Presidente Boric:

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