Prendas de cuero: consejos para el cuidado y mantenimiento de tus chaquetas y zapatos

¿Qué une al delicado estilo de Andy Warhol con una pandilla de rudos motoqueros? ¿O a la liberal y diversa escena de San Francisco en los ochenta con las mujeres griegas del siglo V AC y las primeras civilizaciones de Mesopotamia? Acá va un dato: la predilección por el cuero como indumentaria.

Ya sea para lucir extremadamente cool, como hacía Warhol con sus abrigos; o salvajes y peligrosos, como los incorregibles Hell’s Angels en sus chaquetas y bototos; o simplemente para protegerse del frío, como hacían en la Antigüedad con el uso de sobretodos hechos con pieles; el cuero ofrece alternativas funcionales y simbólicas como pocos otros materiales han hecho a lo largo de la historia de la humanidad.

“El cuero es un material noble, al mismo tiempo que un desecho o residuo de otra industria”, dice Benjamín Molina, director de Sureño co., un pequeño estudio de diseño y manufactura enfocado en rescatar los valores del sur de Chile, entre ellos el del uso del cuero. “Tiene una relación íntima con el tiempo y eso nos cautiva, ya que acentúa todas sus vetas, se acumula y se carga. Además es versátil, muy genuino, y desde lo funcional es resistente, impermeable, maleable y acondicionable”.

Para Cristián Veloso, creador de la marca de zapatos de cuero Padre Nuestro, existe una connotación romántica respecto al cuero. “Se le asocia con ‘nobleza’ o ‘tradición’, y desde mi punto de vista, como es un material cuyos métodos de producción no han variado durante siglos, representa calidad sin intervención. Es decir, no está sujeto a la obsolescencia programada, no está diseñado para durar solo una cierta cantidad de usos.

La resistencia al tiempo es una de las cualidades más sobresalientes que posee el cuero. Incluso, hay quienes aseguran que con el paso de los años las prendas de este material cobran aún más belleza. Molina, por ejemplo, dice que los artículos de cuero “van desarrollando una pátina natural que acentúa el color y la textura sobre la superficie”, y por eso pueden llegar a durar “prácticamente, toda la vida”.

Un poco menos optimista es Jaime Contreras, dueño a sus 81 años de la Cueroteca Sur, una lavandería fundada en 1975 y que actualmente también es una tienda de productos de cuero, que van desde ropa hasta plantillas ortopédicas. Según él, una prenda de este material puede durar hasta 20 años, siempre y cuando se tengan los debidos cuidados.

Según los especialistas, las personas no suelen informarse respecto a las prendas que compran y los cuidados que éstas requieren. Algo que puede ser fatal cuando se trata de indumentaria hecha en base al cuero.

“La mayoría de las personas”, dice Molina, “solo saben que el cuero viene de animales, pero no pueden distinguir los muchos tipos de cuero que hay”. Cada uno de ellos desarrolla distintos tipos de pátinas, que se generan en diferentes tiempos y las cuales son relevantes de conocer. “De lo contrario, es fácil sentirse decepcionados después”.

El año pasado, un grupo de amigos, profesionales de distintos ámbitos pero unidos por el amor al cuero, fundaron Taller Sartorial, una marca dedicada a la venta de productos premium para el cuidado del cuero y calzado, pero donde además buscaban que “las personas pudieran aprender a dar un correcto cuidado a sus cosas hechas de cuero”, dice Félix Ruíz, abogado y cofundador, junto al ingeniero civil industrial Tomás Rogers, y el ingeniero civil industrial matemático Manuel Rogers.

En el canal de Youtube del taller se pueden encontrar videos con recomendaciones, guías y consejos para el cuidado de vestimenta y zapatos de distintos materiales, como la gamuza y el cuero.

Según Ruíz, pocos conocen sobre los productos y cuidados necesarios que permiten alargar la vida útil del cuero.

“Quien desee cuidar sus prendas necesita leer las instrucciones que tienen los productos, escuchar lo que el vendedor les dice o lo que ven en algún video de alguien que conozca el tema. Esto no es ciencia de cohetes, solo es necesario poner atención a cómo se usan las cosas, en qué cantidades y un poco de voluntad”, asegura.

Y si pocos se informan sobre los cuidados que necesita el cuero, es de esperar que la gran mayoría caiga, una y otra vez, en errores garrafales. Muchos de esos toman el grado de común, al traspasarse como una mala práctica aconsejada por un amigo o charlatán que se las dio de influencer.

Para Benjamín Molina, algunos de los errores más comunes son: exponer al sol los zapatos de cuero por un tiempo prolongado, ocupar sustancias químicas para limpiar el cuero, no hacerse cargo de las manchas inmediatamente una vez que estas aparecen o se generan, y lavar estos productos con agua o, peor aún, meterlos en la lavadora.

“Probablemente, más de alguna vez hemos escuchado que se pueden limpiar los zapatos de cuero con alcohol, bicarbonato o jabón, entre otros. Y este es un grave error. No deben utilizarse productos químicos para la limpieza y cuidado de los zapatos. Si bien las consecuencias no son inmediatas, dañan el cuero poco a poco. Algunos pueden eliminar las manchas, pero también debilitan y manchan el cuero. En ocasiones, pueden blanquear zonas y erosionar la superficie, dejando un tacto áspero”, describe el director de Sureño Co.

Y mientras la acetona decolora el cuero, el agua puede disolver los pegamentos y desarmar las prendas, incluso en el caso de los zapatos. Pero tanto como el uso de productos inadecuados, la manera de tratar la indumentaria de cuero también es un problema. Una buena ventilación de las prendas y zapatos, por ejemplo, es muy necesaria para su mantenimiento.

Veloso, dueño de Padre Nuestro, insiste en que “para usar los productos indicados debemos saber bien de qué material están hechos nuestros zapatos. Por ejemplo, la industria y cultura de las zapatillas ha crecido un montón, y en ellas usualmente se mezclan materiales. Por lo tanto, no podemos usar en las zapatillas los mismos productos que en unos zapatos de vestir”.

Tus zapatos, chaquetas y también ese pantalón de cuero que ocupaste en tu etapa glam —y que aún guardas en secreto— necesitan de un buen cuidado para mantener y/o alargar su vida útil. Eso significa limpiarlos periódicamente.

Para ello, dice Félix Ruíz, existen cremas hidratantes que, en el caso de los zapatos regalones, se deben aplicar “al menos una vez a la semana”. En el caso de las chaquetas, también se deben hidratar, aunque “solo se requiere hacer eso aproximadamente dos veces al año”.

Cada tipo de cuero requiere de cuidados y productos especiales. Por ejemplo, el cuero de las chaquetas suele ser más suave que el que se utiliza para fabricar zapatos, comúnmente más duros. También el estado del material dictará distintas necesidades para su mantenimiento. Si se trata de zapatos con el cuero muy gastado o seco, “hay cremas especiales que tienen casi el único objetivo de rehidratar y volver a nutrir”, dice Ruíz.

Algunos productos esenciales para estas tareas, recomendados por el cofundador de Taller Sartorial, son:

Cumplen varias funciones. Sacan el polvo de los zapatos y chaquetas, ayudan a remover residuos de pastas o cremas que no fueron absorbidos por el cuero, y dan brillo al calzado una vez aplicada una pasta.

Como su nombre lo indica, es un jabón especial para cueros lisos, como los que se pueden encontrar en zapatos o chaquetas. “Tiene la misma función que cualquier otro jabón, que es sacar la suciedad”, explica Ruíz. “La diferencia es que éste no deshidrata el material”. ¿Cómo se usa? Hay que pasar una esponja húmeda sobre el jabón, para crear algo de espuma y, luego esparcirla sobre el cuero e ir sacando la suciedad de manera acorde. Al final, secar la prenda o zapato con un paño de algodón.

Este jabón se puede aplicar, también, en sillones, tapices e interiores de autos, entre otros productos de cuero.

Están diseñadas para cueros lisos, particularmente el de los zapatos, aunque pueden ser usadas en billeteras o cinturones. Tienen muchas funcionalidades, fundamentales para el mantenimiento del cuero: hidratan, nutren, repigmentan y dan un poco de brillo. “No solo deben usarse en situaciones extremas, como cuando el cuero está seco o se le ha ido el color, sino que también para el mantenimiento y así evitar tener que el cuero se reseque o desgaste.

Las pastas tienen como función dar brillo y crear una delgada capa protectora. “Sólo las recomiendo para zapatos”, dice Ruíz.

Otros productos interesantes son los elaborados por Sneaker Solution, un emprendimiento chileno que, entre otras cosas, ofrece servicio de lavandería, restauración y cursos especializados para el lavado de indumentaria, en especial de zapatillas.

En este kit, puedes encontrar un champú biodegradable para distintas superficies, un paño de microfibra, una escobilla sintética y una esponja de limpieza.

Benjamín Molina recomienda seguir estos sencillos pasos:

1. Si están muy desgastados los cordones de tus zapatos, retíralos y lávalos. O simplemente cámbialos.

2. Limpia la suela o planta, idealmente con un cepillo de cerdas suaves. También puedes retirar suavemente el polvo superficial del zapato con este cepillo.

3. Limpia la superficie de cuero con un paño húmedo. Puedes utilizar limpiadores de origen natural para complementar este proceso. Retira el exceso de producto de la superficie con un paño seco. Y deja secar.

4. Aplica una crema nutritiva de cuero. Esto hidratará el material, manteniendo su flexibilidad y acentuando sus colores y textura.

5. Deja secar el zapato en una zona ventilada, con sombra, nunca al sol y jamás en una secadora.

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 16 de agosto de 2021. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.