Rollers, gua-sha y otros instrumentos faciales: ¿para qué sirven?

Ilustración: César Mejías

Durante el último tiempo han surgido herramientas sofisticadas que ayudan a rejuvenecer la piel e iluminarla. La cosmetóloga Rosario Grez nos explica el uso de estos artefactos de belleza y sus beneficios.




El cuidado de la piel tiene muchas aristas diferentes. Además de hábitos relacionados con la limpieza, utilización de principios activos, alimentación y estilo de vida, entre otros, el uso de instrumentos manuales cuenta cada vez con más adeptos. Rollers y gua sha son algunas de las herramientas más conocidas, pero durante el último tiempo han surgido otras aún más sofisticadas.

Rollers

Partamos con lo que por estos días es lo más popular: los rollers de cristales, como cuarzo rosado o jade. La promesa de estos rodillos tiene que ver con la capacidad de potenciar el efecto de los principios activos que se utilizan sobre la piel, a partir del masaje que hacemos con estos para lograr una mayor penetración de los productos. Otros beneficios que entrega al ser utilizado de la manera adecuada son eliminar toxinas —cuando se realiza el masaje siguiendo el sentido de la linfa— o atenuar la hinchazón en las zonas del rostro que lo necesiten. Personalmente, recomiendo guardar el roller en el refrigerador: con el frío mejora su acción desinflamatoria. Otro gran aporte del rodillo es que estimula la circulación, un atributo transversal en este tipo de instrumentos manuales.


Gua-sha

El gua-sha es otro de los implementos más populares en este ámbito, cuya técnica tiene su origen en la cultura china. Estas placas de cristal están diseñadas para adaptarse perfectamente a los contornos de la cara, aunque tradicionalmente también se usa en otras partes del cuerpo. Cuando lo utilizamos en la piel del rostro, logramos beneficios como los del roller, pero podría incluso ser más potente, ya que la tracción se puede realizar más profundamente, liberando tensiones e incluso alcanzando un efecto de lifting.


Barra T

La barra T dorada aporta a la tonificación del rostro, no solo por el masaje que podemos hacer con ella, sino porque además genera 6.000 vibraciones por minuto, ayudando a remover células muertas. Con esto se logra un efecto de mayor luminosidad que revitaliza la piel. Además, al ser de germanio, es antibacterial. También es buena idea guardarla en el frío.


Lifting cup

Una herramienta novedosa y muy interesante es la que creó la catalana Mariona Vilanova: la llamada lifting cup, una herramienta de estimulación profunda para masaje facial. Es una ventosa de cerámica, diseñada por Vilanova, que logra efectos rejuvenecedores, con resultados inmediatos y a largo plazo.

La reconocida facialista explica la técnica: “Las ventosas estimulan la piel con una succión ligada a un movimiento, y se deslizan gracias a la aplicación de aceites o cosméticos untuosos. Se trata de una estimulación profunda, creando una presión inversa que atrae a la superficie de la piel el oxígeno y los nutrientes”. El instrumento tiene dos versiones: Classic y Target. La segunda está hecha especialmente para zonas más sensibles, como el contorno de ojos y labios.

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