Banco Central está construyendo un modelo para incluir al buffer contracíclico en la política monetaria

Pablo García
Pablo García, consejero del Banco Central Foto Andres Perez

Pablo García, consejero del BC, dijo que "tal vez la política monetaria se va a tener que mover un poco menos de lo que se tendría que mover si no tuviéramos buffer contracíclico".


Una serie de ajustes a su modelo de política monetaria está preparando el Banco Central (BC), esto debido a las nuevas medidas con que cuenta la entidad en el marco de la nueva Ley General de Bancos.

Las instituciones financieras ya se están preparando para el mayor capital que necesitarán para alinearse con los estándares de Basilea III, y de hecho la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ya puso en consulta dos normativas.

En este marco, el Central tendrá un rol activo en las normas que deben estar listas antes de noviembre de 2020, y justamente sobre esto habló esta mañana Pablo García, consejero del BC en el marco de la cuarta sesión del press training de Itaú, que abordó los desafíos regulatorios del sector bancario.

Bajo el concepto de requerimientos de solvencia, Basilea III incorpora un espectro amplio de herramientas de gestión de riesgos, y una de ellas es el buffer contracíclico, donde será el Banco Central el que, considerando la fase del ciclo económico, podrá determinar la activación de una exigencia de capital básico adicional, el cual debe ser fijado entre 0% y 2,5% de los Activos Ponderados por Riesgo (APR).

¿El marco de la política monetaria debe ser reevaluado considerando que puede ocurrir que la Tasa de Política Monetaria (TPM) y el buffer contracíclico se potencien en la misma dirección? "Es indudable que este tipo de situaciones hay que tenerlas en cuenta, no cabe la menor duda, y estamos totalmente conscientes. Eso se refleja, por ejemplo, en que este año vamos a tener una revisión de nuestro marco de política monetaria", dijo García.

En ese sentido, explicó que "en términos bien operativos, nosotros cuando hacemos el Informe de Política Monetaria (IPoM) y las proyecciones, tenemos estos modelos complicados que los tratamos de explicar en simple en el IPoM....Lo que estamos haciendo ahora es construir modelos que tengan estas dos cosas juntas, que tengan el buffer contracíclico y la política monetaria, de forma que cuando hagamos las proyecciones del IPoM, por ejemplo en 2022, y tengamos el buffer contracíclico (por ejemplo) en un 1%, eso esté puesto en la proyección...Eso está totalmente en curso, la manera específica en cómo se pone (no está clara porque) primero hay que ver cómo funciona el modelo".

En concreto, un escenario en que el Banco Central podría llamar a la banca a constituir más capital (buffer contracíclico), podría ser, por ejemplo, cuando la economía está en buen pie, los bancos son activos en el otorgamiento de créditos, y las tasas de interés del país suben.

¿Cuál es el efecto concreto que tendría sobre la política monetaria la activación de esta herramienta? Lo más probable, es que como ambas se potencian en la misma dirección, tendrían que moverse menos. "Mi intuición cualitativa es que, con la posibilidad de tener buffer contracíclico y con la política monetaria que tenemos nosotros, más el hecho de que el ciclo crediticio, y el ciclo de negocios en Chile están coordinados, hace que posiblemente ambos se muevan en la misma dirección, pero también ambos se muevan tal vez un poquito menos de lo que tendrían que moverse si no estuviera el otro instrumento. Tal vez la política monetaria se va a tener que mover un poco menos de lo que se tendría que mover si no tuviéramos buffer contracíclico", comentó García.

Cuándo activar el buffer

El consejero del Central mencionó en su presentación que el principal objetivo del buffer contracíclico es incorporar los riesgos del entorno macrofinanciero en el cual operan los bancos. En ese sentido, apunta a "proteger al sector bancario de períodos de crecimiento excesivo del crédito agregado que a menudo se han asociado con la acumulación de riesgo a nivel de sistema".

Pero también busca ayudar a mitigar la fase de acumulación del ciclo de crédito en primer lugar, y en el "downturn" el régimen debería ayudar a reducir el riesgo de que la oferta de crédito se vea limitada por los requisitos de capital regulatorio, comentó.

¿Cuándo activar el buffer? En su presentación García muestra que Basilea sugiere como indicador clave la brecha de crédito agregado sobre PIB, sin embargo, existen diversos indicadores que se complementan. En la práctica, en Chile será el Banco Central el que activará esta herramienta basado en su monitoreo del sistema bancario.

"Se observarán diversos indicadores macro financieros, incluyendo el crecimiento del crédito, buscando detectar incubación de riesgo sistémico", expuso en su presentación. "Asimismo, si el riesgo se considera disipado o materializado, el buffer debería desactivarse", agrega.

Es más, mostró ejemplos en los cuales se podría haber implementado este mecanismo, y uno de ellos, fue en 1982 con la crisis bancaria local, donde hubo insolvencia de bancos, aumento de riesgo de crédito, y restricciones crediticias.

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