Denise Lira retrata la contaminación de los océanos en el MAVI

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La artista usó 1.200 fardos de plásticos cedidos por la empresa de reciclaje Triciclos. Foto: Denise Lira

Un mapping y un túnel de desechos visibles e invisibles dan vida a la obra Cronómetro.


Un túnel hecho de 1.200 fardos de plástico y 2.500 vigas de fierro. Un túnel hecho para evidenciar de alguna forma la destrucción de los océanos, en una ciudad sin mar; un túnel para ampliar la mirada y crear conciencia sobre la importancia de cuidar el planeta. Ese es el objetivo de Cronómetro, la nueva obra de la artista Denise Lira Ratinoff (41), quien echó a andar esta titánica instalación site-specific (proyecto de la plataforma One Moment Art), que se exhibe en el Museo de Artes Visuales (MAVI) hasta el 10 de febrero.

Se trata de una experiencia sensorial que se vive de forma personal: cada uno debe cubrir su calzado y caminar por el laberinto instalado en la sala 3 del museo y compuesto por desperdicios plásticos. El recorrido se acompaña por el sonido del canto de las ballenas hasta llegar a la imagen de un glaciar derretido y un cronómetro que marca el paso del tiempo. Al salir y mirar por el balcón hacia al suelo de la sala seis, es posible visualizar el gran mapping con un video del prístino Océano Pacífico proyectado sobre 2 mil kilos de sal y que de un segundo a otro cambia a la imagen de una malla raschel, con la que peces y otros animales marinos suelen ser atrapados.

La belleza de la instalación incomoda porque esconde una situación dramática e ineludible: "El interior del océano es tan lejano a veces que la gente no sabe el nivel de devastación porque es invisible. Está el tema del plástico, pero también está la contaminación sonora; todos los sonares, los trabajos industriales, los barcos están cambiando el ecosistema sonoro del océano. Los seres humanos podemos cubrirnos los oídos, pero los mamíferos del océano no, entonces les explotan los oídos, les sangran y mueren", cuenta Lira, quien junto a su socio y pareja, el diseñador Patricio Aguilar, creó una instalación sonora que complementa el mapping y que recoge los sonidos submarinos. En el proceso tuvieron el apoyo de instituciones ligadas al océano y al reciclaje como Fundación Meri, Triciclos y Plastic Oceans.

A principios de 2018, la artista presentó Respirar en la galería Patricia Ready, una serie de fotografías, armada durante ocho años, donde exploró el ciclo de la vida a través de los glaciares, montañas y desiertos. Para ello se convirtió en navegante y escaladora. Ahora está inmersa en la vida bajo el agua y para eso ha tomado clases de buceo y fotografía submarina. "Es un tremendo desafío y de a poco estoy experimentando porque no es fácil. Siempre hay una posibilidad de morir y a mí me da terror el mar, es un lugar desconocido y peligroso, pero a la vez fascinante.

Luego de esta muestra me espera la ballena azul en Chañaral, quiero fotografiarla, pero es muy rápida", relata Lira. "Estoy convencida de que proteger es conocer, cuando uno se vincula te empieza a importar y puedes hacer algo para cambiar las cosas", concluye.

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