Los Bunkers reviven con el estallido

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La banda chilena más importante de este siglo volvió luego de cinco años, desplegando sus himnos ante una multitud en Plaza Italia, en un show marcado por la emoción y el fervor antes que por la excelencia técnica.


"No sabes cuánto te esperé", corean miles de personas apretujadas entre la multitud, arriba de los árboles y los techos de los kioskos, portando banderas mapuche y con la imagen de Víctor Jara, debajo del sol que se esconde ya en el sector de Plaza Italia y en las diversas calles aledañas, volviendo casi imposible contabilizar cuánta gente está a esta hora presenciando el regreso de Los Bunkers, uno de los retornos más esperados para uno de los grupos chilenos que, por lo visto la tarde de este viernes, caló más hondo en una generación que ha salido a las calles durante los últimos 57 días.

Tuvieron que pasar más de cinco años para que los integrantes del grupo penquista decidieran volver a subir a un escenario. Y lo hicieron en un momento especial, motivados -según ellos mismos dieron a entender - por los mensajes y los extractos de canciones y letras propias que han recibido en los últimos dos meses, que parecen sintonizar a la perfección con la sensación que se vive en las calles de Chile desde el pasado 18 de octubre.

Algunas de ellas sonaron al atardecer, durante un acto convocado por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos que terminó convertido en una de las más multitudinarias concentraciones que se han visto en las últimas semanas en la Plaza Italia, que esta vez, unos pocos metros arriba, a la altura del edificio de la Telefónica, lucía partida en dos por un gigantesco camión de más de cuatro metros de altura que hizo las veces de escenario. Una actividad a la que Los Bunkers se plegaron a última hora para terminar convirtiéndose en protagonistas.

Cerca de las 17.20 horas, cuando el grupo habitual que copa el corazón de Santiago todos los viernes comenzaba a tomar forma, el camión itinerante se instaló en Providencia ante los aplausos de los presentes. En cerca de una hora el escenario sobre éste ya estaba montado y los asistentes comenzaban a multiplicarse, sobre todo hacia el poniente, mientras por el otro lado, en un improviado backstage y cerca de las 18.00 horas, los músicos de Los Bunkers entraban raudos y sigilosos al camarín dentro del vehículo, sin dar declaraciones.

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Así se veía el centro capitalino en plena presentación del retornado conjunto.[/caption]

La tensión en el ambiente era evidente, tanto para los protagonistas de la velada como para su equipo, técnicos y los organizadores. No sólo se trataba del primer concierto del grupo desde un ya lejano marzo de 2014, cuando se presentaron por última vez en el Vive Latino mexicano y entraron en receso para dedicarse a otros proyectos hasta hoy. Además, lo de este viernes, como todas las actividades autoconvocadas de los últimos dos meses en el sector, no contaba con autorización de la autoridad metropolitana.

Tras una celebrada introducción a cargo del conjunto folclórico de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, vino el turno de Inti-Illimani de los hermanos Coulon, que volvía a tocar después de varios días.

Tras el paso del histórico conjunto, vino la esperada reunión de los hermanos Álvaro y Gonzalo López, Mauricio y Francisco Durán y Mauricio Basualto, que fieles a su estilo aparecieron en escena abrigados con pañuelos y chaquetas, en contraste a la ropa ligera de la multitud que los recibía eufórica. "Hola qué tal, somos Los Bunkers", dijo para romper el hielo Álvaro López para luego lanzarse con "Ven aquí" seguida de su popular versión de "Santiago de Chile" de Silvio Rodríguez. "No sé si hay otro lugar más idóneo que este para cantarla", declararon.

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Foto: Carlos Muller[/caption]

De ahí, una serie de clásicos del quinteto ("Canción para mañana", "Llueve sobre la ciudad", "Bailando solo") coreados por un mar humano e interrumpidos en cada quiebre por cánticos contra el presidente Piñera, Carabineros y otros himnos habituales del repertorio del estallido social, además de los saludos de los propios músicos a los integrantes de la llamada "primera línea, que está haciendo el aguante para que podamos tener esta velada", como apuntó Mauricio Durán.

Ya cerca del final, otra de Silvio Rodríguez, "El necio", y para el cierre "Miño". Solo 45 minutos y ocho canciones que resultaron suficientes para un retorno que hasta hace pocos días no estaba en los planes de casi nadie. De todos los hitos musicales que han dejado los últimos dos meses, los lanzamientos, las canciones resucitadas y las reapariciones, lo de este viernes califica entre los más poderosos y significativos.

https://culto.latercera.com/2019/11/30/paul-mccartney-mino-los-bunkers/

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