Por qué J. K. Rowling paga feliz sus impuestos y cómo funciona el estado de bienestar británico

Author J.K. Rowling poses for photographers at a gala performance of the play Harry Potter and the Cursed Child parts One and Two in London
J.K. Rowling.

La conocida creadora de Harry Potter hizo noticia por pagar más de 50 millones de euros en impuestos, aunque sin reclamar, sino que todo lo contrario. En una entrevista con Times manifestó hacerlo con gusto. ¿La razón? Hace más de dos décadas, Rowling no solo era una mujer desconocida, también estaba al borde de la miseria. Fue el estado de bienestar inglés lo que la ayudó a salir adelante.


Si bien el último libro de la saga Harry Potter fue publicado hace 13 años y la última de sus películas en 2011, la historia creada por J.K. Rowling sigue dando que hablar -y que pagar- por parte de los fanáticos.

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Desde la precuela Animales fantásticos y dónde encontrarlos, pasando por la emisión de las primeras cintas y todo el merchandising, hasta el estreno de la obra teatral The cursed child, la autora británica se ha encargado de mantener vivo el mundo de "El niño que vivió".

Actualmente, la escritora goza de fama mundial y cuantiosas ganancias ad hoc a su obra, lo que la llevó a ganar aproximadamente 118 millones de euros en 2019, solo en concepto de derechos de autor y cánones relacionados con la saga Harry Potter.

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Daniel Radcliff, J.K. Rowling, Emma Watson y Rupert Grint en la premiere de Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 2.[/caption]

De ellos pagó la suma de 57,4 millones de euros en impuestos al Estado Británico, ocupando el primer lugar en la lista de personas que más pagan en su país de origen según The Times.

Pero Rowling dijo que no le molesta pagar esa suma de dinero, es más, lo hace con gusto, además de declarar todas sus actividades económicas y evitar paraísos fiscales. "Estoy orgullosa de contribuir y vivir en una cultura tan antigua y magnífica como es Gran Bretaña", dijo a The Times, "en lugar de hacerlo en el limbo de algunos paraísos fiscales", expresó marcando su diferencia con "exiliados avariciosos".

Pero en realidad es su pasado lo que más la motiva a pagar sagradamente los impuestos. El recuerdo de casi 25 años, cuando escribía en una cafetería amiga en Edimburgo porque no podía pagar la calefacción en su departamento, le da un fuerte argumento para contribuir con un alto porcentaje de sus ganancias.

Rowling fue ayudada por el Estado de Bienestar Británico en la década de los 90. Tras sufrir la muerte de su madre a los 25 años, ganaba un sueldo más bien escaso al desempeñarse como profesora de inglés. Posteriormente, conoció al periodista Jorge Arantes, con quien se casó y tuvo una hija. Sin embargo, al tiempo se divorció tras sufrir violencia intrafamiliar y decidió mudarse a la capital Escocesa junto a su hija Jessica.

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J.K. Rowling y la primera edición de Harry Potter y la piedra filosofal.[/caption]

"Cuando mi vida tocó fondo, esa red de seguridad, aunque estaba desgastada, estuvo allí para evitar mi caída", dijo la creadora de las historias de Harry Potter. "Hubiera sido despreciable huir a las Indias Occidentales con la llegada del primer cheque de siete cifras", explicó aludiendo a lugares que exigen porcentajes menores de impuestos.

Rowling buscó ayuda del Estado Británico, el cual tiene un fondo de ayuda en aspectos básicos como salud, pensiones, educación y desempleo para aquellas personas con escasos recursos. Con una hija pequeña a su cuidado, la autora hizo uso de las prestaciones estatales mientras luchaba contra una severa depresión que la llevó a un intento de suicidio a los 30 años.

Cuando Harry Potter salvó a su madre

Lo que comenzó con tres tímidos capítulos sobre un niño huérfano que descubre ser un mago, se convirtió en un éxito insospechado tanto en la literatura como en el cine -y desde hace 5 años en el teatro-.

Fue rechazada por varias editoriales antes que Bloomsbury apostara por ella con una primera edición de difusión reducida, decisión que seguramente las primeras puertas que Rowling tocó aún lamentan. Más allá del éxito monetario, el escribir fue la forma que la autora encontró para escapar de todos los elementos de su vida que la agobiaban hasta desear la muerte.

En entrevista con El País en 2012, la británica recordó lo que sintió cuando recibió su primer gran cheque gracias a su obra.

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"En primer lugar, el éxito ha eliminado muchas preocupaciones de mi vida, porque en aquel entonces era madre soltera, tenía un contrato temporal de maestra y no sabía cuánto tiempo más iba a poder seguir pagando el alquiler. Cuando firmé el contrato de Harry Potter con la editorial de Estados Unidos, recibí una suma inmensa de dinero casi de la noche a la mañana. Me sentí apabullada. Y de pronto sentí muchas responsabilidades", dijo Rowling.

"Lo primero que pensé fue: no puedes estropearlo. Me entró una terrible paranoia pensando que iba a hacer alguna estupidez y tendría que volver a mi pequeño piso alquilado con mi hija Jessica. Quería asegurarme de no perder nada. Estuve a punto de guardar el dinero debajo del colchón", recordó en conversación con el sitio español.

Actualmente J.K. Rowling es una de las mujeres más ricas de Reino Unido. Se casó con Neil Murray en 2001 -con quien tiene un feliz matrimonio- y tuvo dos hijos más: David (16) y Mackenzie (15). Además, continúa desempeñándose como escritora y consultora de todo lo vinculado al mundo de Harry Potter.

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J.K. Rowling y Neil Murray.[/caption]

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