Carteleras hasta fin de año, aforos reducidos y pase de movilidad: la hora del regreso de los teatros

Sala La Comedia, Teatro ICTUS. Foto: Nathaly Arancibia

Con la RM en Fase 3, los teatros ven la oportunidad de reiniciar sus actividades presenciales, tras estar más de un año paralizados. Destacados centros como el Teatro Nacional Chileno, el ICTUS, el Teatro del Puente o el Teatro Camilo Henríquez cuentan cómo vivirán el proceso en que las luces volverán a iluminar las tablas. Además, desde la asociación gremial Red de Salas de Teatro aseguran que se mantienen en conversaciones con el gobierno para aflojar las medidas de restricción hacia los reductos.


Solo la semana pasada la actriz Paulina Urrutia volvió a pisar las tablas de la sala de teatro que dirige, el Camilo Henríquez, ahí en Amunategui casi esquina con la Alameda. “Fui a acompañar una jornada. Te juro que estuve todo el rato sentada y me ponía a llorar, realmente emocionante volver al teatro, es impresionante lo que ocurre”.

La emoción que siente la actriz tiene fundamento, pues desde la pandemia, las artes escénicas tuvieron que paralizar funciones dejando a un grupo de trabajadores sin posibilidades de recibir ingresos, por lo que muchos dejaron la actividad. “De año pasado muchos proyectos quedaron en el camino, muchas compañías se disolvieron, hay muchos actores que han vuelto a sus casas, a vivir a regiones, a trabajar en otras actividades que no sean lo artístico, porque verdaderamente este sector estuvo sin trabajo”, señala Urrutia.

“En nuestro caso, desde el estallido social ha sido muy precaria la situación para volver a trabajar, estamos en pleno centro cívico, y hemos sido muy golpeados. Y fuimos el único sector que tuvimos que concursar para fondos de emergencia”, agrega.

Pero con la entrada de la región Metropolitana a la Fase 3, y con las nuevas disposiciones del Plan Paso, las salas de Teatro tendrán su anhelado regreso al mundo real.

En el caso del recinto de calle Amunategui, ya está planificado para fines de agosto el estreno de Irán 3037, dirigida por Patricia Artés, obra del colectivo Plataforma escena y que trata sobre violencia de género contra la mujer en dictadura.

Por su parte, solo unos metros caminando hacia la cordillera, el Teatro Nacional Chileno ya tiene agendado para el 11 de agosto el estreno de Paren la música, idea original de Alejandro Sieveking, escrita por Nona Fernández y bajo la dirección de Cristián Plana.

Otro emblema de las tablas chilenas, el Teatro ICTUS también reabrirá sus funciones. Esto será en noviembre, con una obra aún en armado, que protagonizará la actriz Maria Elena Duvauchelle y que será dirigida por Paula Sharim. Pero en enero del 2022 tienen contemplado el remontaje de la obra Pedro Juan y Diego (1976). De esta, obra, cuenta Sharim, directora del teatro, se está haciendo una película documental.

Teatro Nacional Chileno, en calle Morandé.

Retorno Seguro

Asegurar que el regreso de los espectadores a las salas sea una experiencia segura ha sido una prioridad. Así lo asegura Karla Sandoval, presidenta de la asociación gremial Red de Salas de Teatro. Recalca que cada sala, debido a su capacidad, tiene sus propias indicaciones, pero como gremio han hecho los esfuerzos en apoyar a todos sus miembros.

“Implementamos un proyecto gracias a Sercotec de entrega de insumos sanitarios a los 25 socios de la red, y hoy las salas están reabriendo en la medida que sus propios recursos se los permitan, la mayoría están continuando con carteleras digitales a la vez, al menos durante agosto. GAM, Matucana 100, Mori han mantenido este modelo híbrido de actividades presenciales y digitales”, dice Sandoval.

Una dificultad que se han topado para la reapertura, dice Sandoval, es que aún las salas no tienen un protocolo específico para salas de teatro. “Ya debería haber aparecido desde Minsal en conjunto con el ministerio de la Culturas. Al menos el subsecretario Silva se comprometió a que se pueda actualizar el protocolo para teatros -agrega Sandoval-. Estamos esperando eso, porque en la medida que tengamos un protocolo oficial desde la institucionalidad va a haber un respaldo a las decisiones de los teatros, y la ciudadanía tenga la certeza de que los teatros son espacios seguros”.

En ese sentido, desde el Teatro del Puente no quieren hacer ningún movimiento hasta que ese protocolo aparezca. “Estamos esperando la bajada que va a hacer el ministerio de las Culturas, porque están los protocolos del Minsal, pero que no nos aclara mucho la película, porque dice que podemos abrir de lunes a viernes, y en Fase 3 todo se abre hasta los domingos. Entonces, tenemos temor de planificarnos mucho, como nos pasó en marzo y luego cambie todo y eso nos signifique problemas con las compañías. Nuestra idea era abrir los más pronto posible, pero abrir con seguridad con respecto a la información y a los protocolos”; dice Francisco Ossa, director de programación del recinto ubicado entre Purísima y Pio Nono, y que hasta ahora, ha debido sostenerse en base a una campaña de donaciones. Prueba de cómo la pandemia ha golpeado fuertemente al sector de las tablas.

Teatro del Puente. FOTO: Braulio Vidal CORTESÍA: Teatro del Puente

“Podríamos abrir con una posiciones de la sala, con 33 personas o en otra posición, con 60 y tantos, que no es un gran número, pero es más que antes, aunque queremos tener la certeza de que va a ocurrir”, dice Ossa. Y si eso pasa, respetarán la cartelera que ya tenían organizada desde el 2020, en la medida que cada compañía pueda retomar.

Desde su verja, Cristián Keim, director del Teatro Nacional Chileno, asegura: “Estamos funcionando con los códigos de los restoranes”. El caso del recinto de calle Morandé, tienen contemplado un foro de 100 personas y exigir pase de movilidad a los espectadores. Las mismas cifras de aforo tendrá el Teatro Camilo Henríquez, y también exigirá el pase de movilidad.

De todos modos, Keim prefiere ir de modo gradual. “A estas alturas, después de un año y medio, hemos aprendido a que ir paso a paso, que eso junto con las vacunas es algo bueno se que ha hecho desde el gobierno. Pero tenemos que ir muy pasito a pasito porque tampoco podemos estar adelantándonos a todos los escenarios porque son súper cambiantes, móviles”.

En el teatro ICTUS, el aforo será de 75 personas, y el pase de movilidad será obligatorio para el público.

Además, en el Camilo Henríquez no lo solo abrirán con una obra. Paulina Urrutia detalla que habrá una iniciativa previa: “A mediados de agosto vamos a tener algo bien novedoso, habrán ensayos abiertos para público, de manera que vayan viendo sinopsis de algunos de nuestros espectáculos durante el año. Es una manera que inventamos bastante novedosa, que las compañías muestren pedacitos de sus obras. Como una especie de trailer, en vivo”. Además, se encuentran preparando su primera producción audiovisual dirigido por Maria Paz Gonzalez con idea original de Rodrigo Basaez, y que estará de forma gratuita en la web del teatro. Adicionalmente, se espera para noviembre el estreno de un musical.

En el ICTUS, asimismo, sumaron una iniciativa particular, suscriptores del teatro. “Estamos vendiendo una membresía que es por un año, y en un año, se tienen que generar 18 espectáculos, así que si el año, a partir de noviembre se puede cumplir en términos sanitarios, vamos a tener esa cantidad, dos de ellos son estrenos ICTUS, lo que para nosotros es un montón, porque las obras se quedan harto tiempo, requieren preparación larga. También, van a poder presenciar ensayos”, dice Paula Sharim. La membresía se compra a través de la web del teatro.

Por todas estas disposiciones, Karla Sandoval asegura: “Hemos recalcado que el teatro es una actividad segura en comparación con los centros comerciales y los restoranes, que llevan abiertos bastante tiempo y las restricciones a nosotros como gremio han sido mucho mayores es algo que todavía no hemos terminado de comprender”.

Al momento del cierre de esta nota, se informó el ansiado protocolo del Minsal para cines independientes, teatros, circos y lugares análogos. En rigor, para los lugares sin interacción de público, las disposiciones no son diferentes a las que tomaron los teatros, puesto que en fase 3 el aforo máximo permitido en lugares cerrados será de 100 personas, eso sí, con Pase de movilidad. Todo esto, incluyendo también a los trabajadores. Incluso, la normativa incluye la Fase 2, donde se permitirá el funcionamiento con un máximo de 25 espectadores en espacio cerrados pero todos deben tener el Pase de movilidad, es decir, el esquema de vacunación completo. Además, se establece “la reducción de butacas por media”, para asegurar el distanciamiento físico de las personas.

“Lo único que sigue siendo demasiado restrictivo es la fase 2, porque con esos cambios, se hace inviable el trabajo de los centros más pequeños. En ese sentido, no tendrían la posibilidad de trabajar en esa fase”, señala al respecto Karla Sandoval.

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