Francisca Valenzuela íntima

FRANCISCA VALENZUELA, TOUR ADENTRO 2023 TEATRO ORIENTE FOTO: LUIS SEVILLA FAJARDO

Ayer domingo, en la tercera de sus noches en Teatro Oriente, la cantautora chilena presentó un show de vocación íntima, a tono con la narrativa de su nuevo álbum Adentro. Con una puesta en escena acotada, pero efectiva, Valenzuela muestra su despliegue como figura pop, desnuda algunas de sus canciones y se muestra particularmente comunicativa para remarcar la cercanía. Una versión más suelta de su personalidad.


“Ay, que me hacen sonrojar chiquillos”, comenta entre risas Francisca Valenzuela a los piropos y halagos que le lanzan chicos y chicas del público apostado en las butacas del Teatro Oriente. Durante la tercera de sus noches sold out en el recinto de Avenida Pedro de Valdivia, la cantautora deja en claro que su idea es generar una cercanía con el respetable. Una sesión casi como de una sesión Unplugged, pero en formato de pop radiable.

A diferencia los tours de La Fortaleza y Vida tan bonita, la gira de presentación de Adentro, su nuevo álbum lanzado hace menos de un mes, se articula bajo la idea de la intimidad. En escena no hay cuerpo de baile, ni una banda demasiado extensa; le basta solo con el baterista Cristóbal Orozco, el talentoso Valentín Trujillo en guitarra, bajo y teclados (quien hace unos días también acompañó a los Hermanos Ilabaca en el Liguria), además de un trío de bronces que entra de cuando en cuando. El resto lo hacen el cortinaje plateado y el juego de luces. Nada más.

Como le detalló a Culto hace unos meses, su idea es montar un espectáculo acotado que le permita presentarlo de la misma forma a cualquier parte. Por eso eligió teatros más pequeños para su gira que ya ha pasado por ciudades de EE.UU. y Chile.

FRANCISCA VALENZUELA, TOUR ADENTRO 2023 TEATRO ORIENTE FOTO: LUIS SEVILLA FAJARDO

Adentro es un álbum de ruptura. Un disco confesional articulado en un arco narrativo de crisis, catarsis y aceptación de la pérdida. Algo así como Corazones de Los Prisioneros o Rebeldes de Álex Anwandter, pero con un hilo dramático mucho más marcado. Por ello los shows se articulan en esa secuencia. La apertura concentra una solitaria luz cálida de reflector en la figura de Francisca. Arranca cantando Donde se llora cuando se llora, el primer sencillo del álbum que ya es conocido por buena parte de la fanaticada. Dramatismo puro.

Pese a que recurre a una banda acotada y algún cambio en los arreglos, varias de las canciones de Adentro, pasan la prueba. Pese a que salió hace algunas semanas, algunos de los fans más acérrimos ya conocen el nuevo material. Punto alto para Ardiendo, que abre el segundo bloque y tiene buen aspecto como para un eventual nuevo single. También prueba nuevos arreglos para temas del pasado, como Quiero verte más, aprovechando la nueva configuración de su banda.

Hace años que Francisca Valenzuela ya no recurre a la imagen de cantautora al piano para sus shows. En vez de aquello, desata un cuidado desplante por el escenario. Se ha transformado en una figura pop en toda regla. Baila, posa en movimientos muy planeados y utiliza sectores específicos del escenario: una pequeña tarima con un par de sintetizadores, una escalerilla que le permite subirse al piano, los rincones donde están tocando Orozco y Trujillo.

Pero hay momentos en que se sienta al piano, con pose incluida. Más aún, dedica un segmento a tocar solo con el instrumento canciones como Dulce y Déjalo ir, de Adentro. Al desnudar las canciones, tal como posa ella misma en la portada del álbum, Valenzuela subrraya la idea de la intimidad. Hace del show algo más cercano a una sesión especial (no habría sido mala idea registrar la gira), que a un evento en tono más ambicioso como lo hizo con su show en Movistar de 2022.

FRANCISCA VALENZUELA, TOUR ADENTRO 2023 TEATRO ORIENTE FOTO: LUIS SEVILLA FAJARDO

A tono con su locuacidad y su sentido de la comunicación innato, Francisca dedica algunos pasajes entre canciones a contar algunas historias del repertorio y a subrrayar la idea del show íntimo. Su simpatía natural le lleva a responder a los constantes mensajes que le grita el respetable. Una jugada que efectivamente genera una sensación de cercanía y muestra a la artista mucho más suelta, pero que por momentos corta la fluidez del concierto. Eso sí, el tramo final, con temas clásicos de su catálogo como Flotando, Afortunada y Prenderemos fuego al cielo, se mantienen como efectivos puntos altos.

La gira de Adentro marca un contraste con otras etapas de la carrera de la cantautora y ofrece un marco más cercano para una estrella que ha marcado una ruta más cercana al circuito internacional. Una presentación diseñada y ejecutada con cuidado, que tiene a Valenzuela en una versión más suelta y de seguro, mucho más cómoda con su estatus de figura del pop chileno.

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