Informe forense revela que Matthew Perry falleció por “efectos agudos de la ketamina”

Un informe toxicológico del Departamento Forense de Los Ángeles calificó el deceso del actor de Friends como "accidental" y detalló que hubo tres factores que propiciaron su fallecimiento: ahogamiento, enfermedad coronaria y los efectos de la buprenorfina.


A casi dos meses del fallecimiento del actor de la serie Friends, Matthew Perry, se conocieron los resultados de la autopsia efectuada a su cuerpo, la que determinó que su muerte fue por “efectos agudos de la ketamina”, de acuerdo a lo informado por el Departamento Forense del condado de Los Ángeles, California.

Perry, de 54 años, era famoso por su papel de Chandler Bing en la exitosa serie de televisión de los años 90 y fue hallado por su asistente en su jacuzzi en estado inconsciente. Según el portavoz del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Brian Humphrey, los socorristas acudieron a una casa en Pacific Palisades tras una llamada al 911 en respuesta a una “emergencia de agua”, que eran los primeros antecedentes conocidos durante la jornada del 28 de octubre, cuando pereció.

De acuerdo con el informe toxicológico, entre los factores que causaron la muerte del reconocido actor, estuvieron el ahogamiento, una enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina (que es utilizada para tratar el trastorno por consumo de opioides), de acuerdo a lo que señala la revista Variety.

El informe señala que “con los altos niveles de ketamina encontrados en sus muestras de sangre postmortem, los principales efectos letales serían tanto de la sobreestimulación cardiovascular como de la depresión respiratoria”. Sin embargo, la muerte fue declarada como “accidental”.

El artista habría estado sometido a un tratamiento con ketamina en infusiones para tratar un cuadro depresivo y de ansiedad.

Perry había expresado en diversas ocasiones su temor a morir debido a su lucha con la adicción a las drogas (TMZ). En una entrevista con el New York Times en 2002, el también autor del libro Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing confesó abiertamente sus continuas batallas contra la adicción a la Vicodina. Tras sufrir un accidente de moto acuática en 1997, llegó a consumir hasta 55 pastillas al día y poco después ingresó por primera vez en rehabilitación. En 2001 volvió a ingresar a un centro de rehabilitación, describiendo su internamiento de dos meses como la experiencia de tocar fondo.

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