Hernán Torres, ex PF de la Roja: “Borghi buscó tranquilidad, le hacía falta; estuvimos 10 años en una montaña rusa”

El preparador físico, quien trabajó con el Bichi en Colo Colo y en la Selección, encabeza el flamante Departamento de Ciencias Aplicadas al Fútbol, una alianza con la Universidad San Sebastián que pretende estrechar los lazos entre el conocimiento y el balompié nacional.



Hernán Torres vuelve al fútbol desde una posición distinta. Ya no estará a cargo de la preparación física de los jugadores, como en sus tiempos en la Selección y Colo Colo, solo por citar los bancos más rimbombantes que ha ocupado. Su aporte, ahora, será académico. O científico, en rigor. Estará encargado del Departamento de Ciencias Aplicadas al Fútbol, fruto de una alianza entre la ANFP y la Universidad San Sebastián. Una más de las ideas que prometen dar el salto de nivel que el balompié nacional reclama con urgencia.

“El Departamento de Ciencias nace, básicamente, de la relación académica que en algún momento empezamos a a instaurar con Pablo Milad, que también es profesor de Educación Física, conversando sobre nuestras experiencias y de cómo mejorar el fútbol formativo, que es la raíz de todo lo que se construye en el futuro. Básicamente, la la construcción de ese jugador de fútbol o de ese jugador-persona en su totalidad la tienen los clubes, pero pensamos en cómo contribuir desde las selecciones”, introduce.

¿Cómo se logra ese objetivo?

Se puede generar una intervención de mucha calidad. Podemos contribuir, generar un apéndice de potencia para poder mejorar ese trabajo y generar en las selecciones un estatus de intervención de mucha calidad, que responda a tres aspectos fundamentales el desarrollo del jugador pero también de la persona: el rol educativo, en la entrega de la propuesta metodológica, y la intervención de las ciencias en el producto final. Es decir, cómo todas las ciencias, no solamente las que se conoce, las variables sociales, emocionales, cognitivas y físicas pueden involucrarse y entregarles a los clubes, a los jugadores, información que puede ayudar a a esta construcción de la persona-jugador en el proceso formativo. Este departamento cobija a los médicos, kinesiólogos, preparadores físicos, asistentes sociales. Y toda esta coordinación se hace con una universidad con la que se generó una alianza. que es un apoyo importante desde el lado de la ciencia, de la tecnología médica, de los laboratorios. Probablemente, otras universidades quieran participar, también.

Hay un caso emblemático, el de Jordhy Thompson. ¿Es un buen ejemplo respecto de cómo debería funcionar el departamento para evitarlos?

Sí, y creo que ante eso es súper importante, sin dar el nombre, porque probablemente hay varios ejemplos con relación a esto, no solamente él,en la historia de nuestro fútbol. No precisamente con él, con esta situación familiar que tuvo o matrimonial, no sé cómo llamarlo. Porque hay otro diagnóstico que hay que hacer: en qué edad queremos producir los cambios. Y la ciencia describe que mientras más temprana es la intervención, más cambios puede producir. Y mientras más complementaria sea, desde todos los ámbitos de la educación, mejor. El tema nuestro no es la destreza, es cómo la acompañamos desde distintas áreas para competir. El diagnóstico es profundo. He estado 55 días diagnosticando. Milad ha sido muy apoyador en esta gestión. La idea es que los jugadores se puedan educar, hacer cursos, que los árbitros puedan seguir otras carreras. Que sea, por así decirlo, una pequeña universidad del fútbol.

¿Cuáles son las principales falencias a las que hay que apuntar?

Destreza existe, cantidad de jugadores con talento, también. Equipos que trabajan bien, también. O que se preocupen de la formación. Lo que no existe es una intervención temprana, que debe ser desde los seis años en adelante. Y una preparación que considere una línea biológica universal, independientemente de si el modelo es el español, el italiano o cualquier otro. Falta intervención multifactorial. Y hay lugares que nos sacan una ventaja en los primeros 10 años, que queremos recuperar en los siguientes 10. Y eso nos genera frustración.

¿Eso explica el fracaso a nivel juvenil?

En rigor, las selecciones son lo más expuesto, pero esos chicos de 17 años responden a un trabajo de 10 años atrás y ahí somos todos culpables. Y ahí tenemos que juntarnos para decir que algo está ocurriendo. Tenemos que empezar a trabajar, ya no solo desde la dialéctica del entrenador, que es importante, sino que desde la formación humana y académica.

¿Como acercarán a los jugadores y a los técnicos?

Hay un plan de capacitaciones que ya estamos comenzando. Hay 12 charlas, junto con el Inaf, que produce a los futuros entrenadores. 12 charlas que tienen que ver con estas cosas, con detenerse en el aprendizaje. Y se hará una plataforma virtual, con bibliografía, posibilidad de charlas. Colonizar a través del aprendizaje y ya no tanto a través de las arengas, sino a través de algo un poquito más sólido. No nos vamos a superponer con el Inaf. Ya está conversado.

¿Le costó dejar la cancha?

No la he dejado. Cuando el pasto me necesite, para enseñar, estaré. Cuando se gestionó el cargo, era una forma de retribuir. Lo vivo con mucha gratitud. Me tiene muy contento. Se están haciendo.

¿Le llama la atención ver a Claudio Borghi en la televisión y no en la banca?

Nosotros fuimos una generación ganadora, no existosa. Hay muchas cosas del desarrollo humano que no logramos insertar. Y por eso estoy acá. Creamos chicos ganadores, pero había cosas de estudio, de formas, de concesión del talento, que hay que pararlo. Es el momento de una nueva era. Hay que generar un rompimiento del paradigma. Con eso, considerando la calidad de la Generación Dorada, se habría generado el jugador perfecto.

¿Fue injusto el medio con ustedes?

En un cuerpo técnico tan mediático uno tiene que saber que cualquier decisión tiene beneficios y costos. Y yo tengo la tranquilidad de que el trabajo lo hicimos. Después, que la pelota pegue en el palo o entre, es otra cosa.

Cuando se habla del origen de la Generación Dorada, se saltan este proceso.

Más que el de la Selección, el Colo Colo 2006, con línea de tres y que hacía seis goles por partido cuando podía. Aparte, debemos ser respetuosos en que ese equipo converge con la U de Sampaoli. Y que Bielsa lo tome, lo construye y le da un marco teórico y liderazgo. Es un todo.

¿Se repetirá desde el método y no desde la excepción?

Tengo la esperanza de que se dé y mejor. Los cambios se ven en 10 años. Los que estamos hablando.

¿Con el Bichi se van a juntar alguna vez?

Primero, nos tenemos que juntar a cenar. A hablar desde lo humano. Él está en el mundo de la televisión. Lo veo muy tranquilo, muy sereno. Hablamos de repente, pero antes de cualquier proyecto, hay que hablar.

¿Hay cosas que aclarar?

Nada. Todo lo contrario. Todo bien.

¿Es un lujo grande para el futbol chileno tenerle en la televisión y no trabajando, incluso, en ese mismo proyecto?

Lo que pasa es que él decidió buscar tranquilidad. Habíamos tenido más de 10 años en una montaña rusa, en muchos equipos de alto nivel y eso arrastra estrés, estar lejos de la familia, mucho tiempo de soledad. Eso, en un momento, uno quiere aterrizarlo y aprovechar a la familia, ver el crecimiento de los hijos. Ambos, en su momento, buscamos lo mismo.

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