Rodrigo Pérez explota por no poder dirigir en Chile: “No soy del rebaño de los dueños de los clubes; que sigan las sillitas musicales”

FOTO: AGENCIAUNO

El exlateral no entrena en el fútbol profesional desde 2018.



Rodrigo Pérez es uno de los nombres más icónicos de Cobreloa en las últimas décadas. El exlateral izquierdo formó parte de una histórica era del cuadro naranja en la que levantó tres título de Primera División con el club (Apertura 2003, Clausura 2003 y Clausura 2004), campañas que lo llevaron a formar parte de la selección chilena, específicamente en las Eliminatorias rumbo al Mundial de Alemania 2006. Sin embargo, su nombre en los últimos años ha estado alejado de la escuadra de Calama y del fútbol profesional.

Por lo mismo, Pérez realizó una ácida publicación en la que reclama por una oportunidad. Lo hizo a través de la red social X, en la que adjuntó una gráfica en la que se muestra su desempeño en la banca de Cobreloa, en la que alcanzó un 53% de rendimiento.

Pérez como DT de Cobreloa, puesto que ocupó entre 2017 y 2018. FOTO: AGENCIAUNO

Además, en el posteo lanzó duros dardos hacia los directivos del fútbol chileno: “No soy del rebaño de los dueños de los clubes. Que sigan las sillitas musicales. El fútbol es de capacidad, no de amistad. Así lo tienen, resultados a la vista. Fin del comunicado. Tan, tan”, escribió.

Cabe destacar que Rodrigo Pérez dirigió a los naranjas en la Primera B entre 2017 y 2018. Alcanzó a comandar la banca de la institución durante 19 duelos, en los que acumuló nueve triunfos, tres empates y siete derrotas.

Rancagua Sur, su última experiencia

Claro que una de sus últimas experiencias como entrenador no fue en el mencionado paso por Cobreloa. Entre 2019 y 2020 entrenó al club Rancagua Sur, elenco que militaba en la Tercera División A de Chile, en el amateurismo.

En una entrevista a El Diván del Kily de El Deportivo, en 2021, Pérez contó cómo fue su paso por la cabina técnica de los loínos: “Hoy en Chile ganas dos partidos y eres bueno. Y si los pierdes, eres malo. Te cuento una infidencia: a mí me tocó tener una reunión con el presidente de entonces, Walter Aguilera. Habíamos ganado siete de ocho partidos de locales, un 90 por ciento de rendimiento. Y su análisis fue que ganábamos por la altura. Entonces, no había nada que conversar. Nos fuimos estando a siete puntos del primero. Habíamos eliminado a Católica en la Copa Chile y la decisión fue sacarme, porque, como dijo por ahí, no tenía pantalones para sacar a un jugador que a él no le gustaba y mi respuesta fue ‘el técnico soy yo’ . Me fui con la mía”.

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