Rory McIlroy acepta la unificación del golf, pero no perdona a la superliga: “Aún odio a LIV, espero que desaparezca”

Rory McIlroy en la conferencia de prensa de este martes en el RBC Canadian Open. (Nathan Denette/The Canadian Press via AP)

El cuatro veces ganador de Majors y estrella del circuito norteamericano, reflexionó en torno al acuerdo de paz entre los tour más importantes del mundo. Admitió sentirse como un cordero sacrificado por los directivos del PGA.



Era el personaje al que todos buscaban este miércoles en el RBC Canadian Open. Rory McIlroy, el campeón, portavoz, defensor moral y miembro de la directiva del PGA, quien nunca ha ocultado su desprecio por el LIV. Una leyenda dentro del campo, que admitió sentirse como un cordero traicionado con el acuerdo de paz firmando entre los tours más importantes del planeta.

Y apenas comenzó a hablar en la sala de prensa, dejó en claro su postura. “¡Todavía odio a LIV! Odio a LIV. Espero que desaparezca y espero que así sea. En el futuro, pueden haber competencias por equipo y verás a quien sea que juegue en alguno de esos torneos, pero no creo que se parezca en nada a LIV y creo que eso es algo bueno”, arrancó comentando, abriendo una línea que ha tomado fuerza en las últimas horas: que la superliga no exista más y se transforme en una serie de eventos por equipos a lo largo del año.

Un tópico en el que no profundizó, pero que sí bordeó al destacar que el PGA tendrá una clara influencia sobre los planes de los saudíes. “Te guste o no, el PIF (Fondo Público de Arabia Saudita) va a seguir gastando dinero en golf. Al menos el PGA Tour ahora controla cómo se gasta ese dinero. Si estás pensando en uno de los mayores fondos soberanos del mundo, ¿preferiría tenerlo como socio o como enemigo? Al final del día, el dinero habla y preferiría tenerlos como socios”.

En ese aspecto, confesó que sigue viviendo días extraños y que no tiene una sola opinión de todo lo que ha pasado durante las últimas 24 horas. “Creo que, en última instancia, cuando trato de alejarme de la situación y miro el panorama general y miro a diez años más, creo que esto va a ser bueno para el golf profesional. Lo unifica y asegura su futuro financiero. Pero también hay emociones encontradas”, señaló el dos veces campeón del PGA Championship.

De igual forma admitió que el PGA cargará con un estigma tras este cambio de planes. “Has unido a todos contra algo y ahora te has asociado con esa cosa contra la que uniste a todos, entonces, sí, por supuesto que lo entiendo. es hipócrita. Suena hipócrita”, expuso, admitiendo que se “es difícil sentarme aquí y no sentirme un poco como un cordero sacrificado”.

Otro punto que tocó el nacido en Irlanda del Norte fue un posible retorno de los jugadores que dejaron el PGA, algo que no le convence. “Todavía tiene que haber consecuencias para las acciones. Las personas que abandonaron el PGA Tour dañaron irreparablemente este Tour, iniciaron un litigio en su contra. No podemos simplemente darles la bienvenida de nuevo. Eso no va a suceder”, amenazó.

Finalmente, informó que sabía que ambas partes se estaban comunicando, pero que no tuvo nunca una confirmación de un acuerdo hasta que lo vio en la prensa. “Sabía que habían abierto líneas de comunicación. Pero obviamente no esperaba que sucediera tan rápido como pasó”, concluyó.

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