¿Un caso único en el mundo? La llamativa realidad que protagoniza Esteban Paredes con su retorno al fútbol en San Antonio Unido

Esteban Paredes, en la pretemporada del SAU
Esteban Paredes, en la pretemporada del SAU (Foto: Rubén Jeria, San Antonio Unido)

El delantero sale del retiro para sumarse al equipo del que es propietario. En Chile, al menos, esa situación no se ha producido desde que exfutbolistas irrumpieron en la propiedad de clubes.



Esteban Paredes remece al fútbol chileno. El goleador histórico del balompié nacional se había despedido de la actividad en marzo, en una masiva fiesta en el estadio Monumental. El recinto de Macul se llenó para rendirle tributo. El Tanque intervino en los dos partidos que se jugaron: en el primero, un choque de leyendas que incluyó a amigos del festejado. El segundo, un amistoso formal entre Colo Colo y Colón de Santa Fe, en el que se impusieron los albos. Paradójicamente, no logró convertir en ninguno de los encuentros.

Ahora, el Tanque está a punto de protagonizar un caso llamativo, incluso a nivel mundial. Su anunciado retorno a las canchas con la camiseta de San Antonio Unido incluye una particularidad: la del dueño de un club que se saca el traje para ponerse la camiseta del equipo al que contribuye a financiar. Paredes, en rigor, busca un objetivo concreto: aportar decisivamente con sus goles a que el equipo de la gaviota llegue a la Primera B. Hoy figura a siete puntos del líder de la Segunda División, Deportes Limache.

En Chile no ha pasado

En Chile, de hecho, se puede certificar que se trata de una experiencia inédita. Antes de Paredes, había dos casos de futbolistas habían incursionado en el negocio. El primero fue Marcelo Salas. El 30 de enero de 2008, el Matador fundó Unión Temuco al que logra instalar poco después en Primera B. Si bien la intención del ex goleador de River Plate y la Lazio era llevar a la escuadra a Primera División, en el camino surgió una oportunidad irrechazable, considerando el contexto regional: la fusión con el más tradicional Deportes Temuco, que se había convertido en el archirrival. Los albiverdes tenían un factor considerable a su favor: la popularidad. El negocio se firmó en marzo de 2013. El Matador, eso sí, no vistió ninguna de esas camisetas. Su labor ha sido la de encabezar ambos proyectos. Con el Pije, ha celebrado ascenso, descensos e incluso participaciones internacionales que alcanzaron cierto vuelo.

Hay otro caso más reciente, pero de final traumático: la incursión de Arturo Vidal como propietario del Rodelindo Román. En rigor, el Rey formó una entidad paralela a la homónima que compite en el fútbol aficionado. En 2016, comenzó su participación en la entidad y dos años después se produjo el gran salto: la inscripción en Tercera B, la quinta categoría del fútbol nacional. En 2019 ya estaban en la división siguiente y en 2021 debutaban en la Segunda División.

La experiencia del volante del Flamengo terminó mal. Las divisiones con su círculo de confianza, representado en su primo Carlos Albornoz, quien llegó a encabezar la gestión del club, repercutieron directamente. A fines de 2022, el Rode perdió la categoría. Vidal optó por no inscribirlo en la Tercera División. Así, dejaba inconcluso el sueño de defender a su equipo del barrio en Primera División, donde anhelaba instalarlo, más aún después del entusiasmo que le produjeron sus campañas iniciales.

Arturo Vidal, en un partido del Rodelindo Román.

Experiencias mundiales

En el mundo tampoco hay experiencias similares. Hay propietarios de instituciones que bajaron al campo de juego, pero lo hicieron solo a modo testimonial, casi para darse el gusto de entrar a una cancha. Ninguno en el plano que proyecta Paredes, que llega directamente a competir y a aportar en forma determinante en busca del ascenso.

De igual forma, vale consignar algunos casos. El que ha cobrado más relevancia en los últimos días es el de David Beckham, uno de los propietarios del Inter de Miami, el equipo al que defenderá Lionel Messi después de su salida del PSG. Sin embargo, el inglés nunca ha defendido a la escuadra del estado de Florida. De hecho, su vinculación con el club nace por un acuerdo establecido en el contrato que firmó con Los Ángeles Galaxy, el equipo al que defendió en la MLS: como el argentino, tenía la prerrogativa de adquirir una franquicia en la competencia estadounidense.

Otro ejemplo, también distinto al de Paredes es el de Ronaldo. El brasileño es el dueño del Real Valladolid, en España, responsabilidad que asumió en septiembre de ese año. Ya retirado hace rato, tampoco visitó su casaquilla. Este año, de hecho, tenía previsto desprenderse de la propiedad y, según la prensa europea, había alcanzado un acuerdo millonario: 80 millones de euros. El problema es que el traspaso al grupo inversor estadounidense estaba sujeto a la permanencia en LaLiga. Los blanquivioletas cayeron a la segunda categoría del fútbol español. Ronaldo también participa en los Strikers de Fort Lauderdale.

Otras leyendas como Zinedine Zidane, Ryan Giggs, Phil y Gary Neville, Paul Scholes, Nicky Butt, Didier Drogba y Bixente Lizarazu, además de deportistas de otras especialidades, como Lebron James, Earvin ‘Magic’ Johnson, James Harden y Óscar de la Hoya, han emprendido en el mismo ámbito. Ninguno se ha vestido de corto como Paredes para defender sus respectivos colores.

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