Fedefruta y su desolador balance por incendios: temporeros, pymes de agricultores y viñateros han perdido todo

Las asociaciones gremiales de la zona están concentrando esfuerzos en obtener forraje para animales y recuperar sistemas de agua potable que se perdieron en la catástrofe. La reactivación productiva aún no comienza, pues están concentrados en realizar catastros correctos para focalizar ayudas a quienes realmente lo necesitan. También afirman que ha habido “planificación” en los incendios.


Huertos arrasados, pérdida patrimonial de pequeños y medianos agricultores, viñateros con sus bodegas y producciones de temporadas anteriores con pérdida total, y afectación a los sistemas de agua potable y riego, son algunas de las desoladoras consecuencias que dejan hasta el momento los voraces incendios forestales que azotan a la zona centro sur de Chile desde hace ya cinco días.

Así lo refleja un reporte realizado por la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), que ha ido recogiendo testimonios en las tres regiones más golpeadas: Ñuble, Biobío y La Araucanía.

“Los agricultores de la zona están atendiendo las urgencias de las personas más complicadas, no aún desde el punto de vista productivo, lo que se verá más adelante con los catastros”, dijo en un comunicado el presidente de la asociación gremial, Jorge Valenzuela.

“Hay parceleros que se quedaron sin sus casas, fruticultores en zonas cero que lo perdieron todo, los sistemas de agua potable se quemaron en su mayoría, y hay muchos que necesitan forraje para sus animales, lo que ha significado un esfuerzo importante de las asociaciones regionales para ir en ayuda”, agregó.

Pese a lo anterior, el dirigente gremial realizó una dura advertencia sobre posibles ataques concertados en las zonas afectadas por incendios.

“Con las detenciones y los videos que han recogido ciudadanos y agricultores, está de manifiesto la intencionalidad, e incluso la planificación, de varios incendios en estas regiones agrícolas y forestales”, afirmó Jorge Valenzuela.

El reporte levantado por zonas, y que aún sigue en proceso, revela que en Ñuble, “los daños más grandes han sido en la zona costera, específicamente Portezuelo y Ninhue, y han sido bastante grandes sobre todo para los pequeños y medianos agricultores, y viñateros que algunos han perdido todo, las bodegas y el vino incluso de temporadas anteriores”, informó el vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, consejero de Fedefruta y productor arandanero, Álvaro Gatica.

Esto se une a reportes que Fedefruta ha obtenido de Quillón, donde productores de cereza de exportación y limones para el consumo interno, vieron sus predios quemados incluyendo bodegas, paneles solares, sala de cosecha, estanques de agua y equipamiento de fumigación, o de productores que, solo por las temperaturas de 44 grados, significaron la pérdida de 200 mil kilos de arándano para la venta en fresco.

Gatica detalló que “hemos llegado con donaciones de forraje a Portezuelo, se está mandando a Ninhue” y enfatizó que el catastro busca determinar correctamente a quiénes focalizar los apoyos. “Lo que queremos saber bien es un catastro específico para no dar tiros al aire y la ayuda llegue donde las personas la necesitan”, subrayó.

En tanto, en el Biobío, específicamente en Los Ángeles, el productor de cerezos y arándanos Christian Hune, detalló que hasta el momento “no hay daños en plantaciones de arándanos ni cerezos de la zona, pero si en los mismos predios que tienen partes forestales”.

“Desde el punto de vista frutícola, es decir pequeños y medianos productores exportadores, no hemos tenido más perjuicio que la conmoción que ha afectado a la zona. Lo que sí, es que gente relacionada a trabajadores nuestros ha contado que se han quemado casas de pequeños agricultores, pequeños parceleros en las comunas periféricas a Los Ángeles”, agregó.

Temporeros afectados

Por su parte, el consejero de Fedefruta, José Miguel Stegmeier -presidente de la Sociedad Agrícola de Bio Bio (Socabío), dijo que “tenemos mucha gente que trabaja en los huertos, que viven en sectores rurales, que son temporeros y se relacionan directamente con los productores de fruta, que sí ha sufrido mucho daño con sus familias. La primera medida entonces debería ser cómo llegar a esas personas que trabajan con nosotros y ayudarlos”.

Stegmeier añadió que los incendios están “permanentemente apareciendo de vuelta”, por lo que es muy complejo tener un catastro definitivo. En ese sentido, Hune mencionó que hay mucha preocupación por que los focos de incendio “vuelvan a activarse habiendo condiciones de temperatura y viento”.

Por ello, los representantes remarcan la necesidad de orientar la ayuda a bomberos y brigadistas que combaten los incendios en la zona, y coordinar con proveedores que puedan donar implementos, como motobombas de espaldas, para apoyar en sus labores.

“Se están requiriendo también bombas hidroneumáticas, ya que se han quemado todos los sistemas de agua potable”, sumó Stegmeier, cuyo gremio se ha movilizado con donaciones también para los afectados.

Fedefruta remarcó el llamado a los productores de las zonas afectadas, así como otras que están en estado de alerta por vientos y altas temperaturas -como O’Higgins y Maule- a seguir manteniendo los cuidados que permitan evitar más pérdidas de vidas.

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