Marcas, atajadas, títulos y la Selección: los momentos más destacados en la carrera de Osbén

FOTO: ARCHIVO.
Osbén, jugando por Cobreloa.

El arquero, quien murió este domingo a causa de paro cardíaco, es considerado uno de los futbolistas más icónicos en la historia del balompié chileno. Terminó con su valla invicta en el proceso eliminatorio para el Mundial de 1982, además de lograr grandes campañas junto a Colo Colo y otros clubes nacionales.



Mario Osbén fue protagonista de gran parte de la historia del fútbol chileno. El Gato, quien falleció este domingo a los 69 años a causa de infarto cardíaco, tuvo una extensa y destacada carrera como arquero en el medio nacional, vistiendo las camisetas de Colo Colo, Unión Española, Lota Schwager, Cobreloa y Deportes Concepción, club en el que debutó en el profesionalismo y en el que jugó el primero de los 483 encuentros que alcanzó en la Primera División.

El nacido en Chiguayante también defendió la portería de la Selección, siendo titular en los tres partidos que disputó Chile en el Mundial de España de 1982. Osbén fue convocado por primera vez bajo la dirección técnica del alemán Rudi Gutendorf, quien, en 1972, lo llamó por primera vez a la Roja, tras sus buenas actuaciones junto al León de Collao. Debutó el 11 de julio de 1979, ante Uruguay, y jugó su último partido en 1988, registrando un total de 36 presencias.

Con el Equipo de Todos, cultivó un récord que hasta el momento ningún otro chileno ha superado, también porque las eliminatorias hoy se desarrollan con un formato diferente, de todos contra todos. En el proceso clasificatorio para la única cita planetaria que jugó, que se realizaba a modo de triangular, terminó con su valla invicta en los duelos ante Ecuador y Paraguay, lo que le permitió darse a conocer al mundo y resaltar como uno de los mejores del fútbol sudamericano. También consiguió dos subcampeonatos de Copa América, en 1979, año en el que tuvo un gran desempeño el certamen, y 1987, cuando fue reserva. En torneos oficiales, sumó 16 partidos como guardameta de la Roja.

El Gato logró un abultado palmarés en la escena local. Su primera copa la festejó en 1977, junto a la Unión Española, para luego celebrar otros cuatro torneos en su exitoso paso como jugador de Colo Colo: ganó cuatro Copa Chile (1981, 1982, 1985 y 1986) y dos veces el Campeonato Nacional (1981 y 1983). En Cobreloa, cuadro en el que se retiró en 1992, consiguió dos veces el torneo de Primera División, en 1988 y 1992. Con cada uno de los equipos anteriores, disputó dos veces la Copa Libertadores, certamen en el que sumó 39 cotejos.

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Osbén, jugando por Cobreloa.

En cuanto a distinciones individuales, el meta fue escogido como el mejor futbolista del año en Chile en 1991, además de ser elegido el mejor arquero del país en 1975, 1977, 1978, 1980 y 1981. En 1972, en tanto, se le premió como el portero revelación por sus actuaciones junto a Deportes Concepción, cuando su carrera futbolística recién arrancaba.

Una imagen de Mario Osbén en su exitosa etapa como arquero de Colo Colo. Foto: Archivo.

Tras dejar el fútbol, Osbén dirigió a los loínos como interino, en 1992, y luego a la Universidad de Concepción, entre 1996 y 1999. Con el Campanil, se coronó campeón de la Tercera División, en 1997.

En sus últimos años ligado al balompié, el Gato se dedicó a dirigir y acompañar a San Pablo de Chiguayante, club en el que jugó durante su niñez, antes de partir a Deportes Concepción. Así vivió sus últimos días uno de los arqueros más destacados del fútbol chileno, a quien este domingo le tocó partir, pero cuyo legado nunca se irá.

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