La letra chica de los formularios antidopaje

Al firmar el control, Jarry se olvidó de mencionar los complejos vitamínicos que consumía. Deportistas y expertos explican cómo se debe completar el documento.



Una de las cuestiones que más le echó en cara la ITF a Nicolás Jarry en su sanción de 11 meses por dopaje fue que, al firmar el formulario del control, no mencionara que estaba consumiendo un complejo vitamínico adquirido en Brasil. El jugador explicó que no lo omitió intencionadamente, sino porque le indicaron que no era necesario y que en el documento “son muchas las cosas y uno no ve la letra chica”. Lo que no leyó el tenista es que expresamente le pedían que dijera si tomaba algún suplemento nutricional y el nombre del médico que se lo prescribió (ver apoyo secundario).

Fue la contaminación de las vitaminas que no informó haber consumido las que, según su propia defensa, y lo da por creíble el fallo de la ITF, explicaron su positivo por ligandrol y estanozolol, dos agentes anabolizantes.

¿Cómo son esos formularios que deben rellenar los deportistas? La revisión de esos documentos permiten constatar qué tan pequeña es la leyenda. Y aunque varía dependiendo de quién tome la muestra, lo cierto es que los textos incluidos en él son diminutos. “Por eso, siempre hay un oficial que va leyendo esto”, explican desde la Comisión Nacional de Control de Dopaje (CNCD), entidad que entre sus esfuerzos, ha dedicado buena parte para educar en esta materia a los deportistas de alto rendimiento chileno.

El documento comienza con el nombre y los datos personales del deportista a testear: nacionalidad, dirección, fecha de nacimiento, teléfono de contacto y número de documento. En la segunda parte, la notificación, se debe completar a qué tipo de control se le está sometiendo (sangre u orina), la fecha de este, el lugar y la hora donde se tomó, además del nombre y firma del chaperón.

Pero es en el último punto de la tercera parte (información de las muestras), donde se debe declarar todo lo que se está consumiendo al momento del examen, o en los últimos meses, en la que la letra chica es más evidente (ver documento). No debe superar el número 8 como tamaño de fuente.

En el fallo de Jarry se explica por qué no comentó que estaba tomando vitaminas: “El jugador explicó posteriormente a la ITF que hasta el verano de 2019 tenía la costumbre de enumerar todos los suplementos que había tomado en los siete anteriores días en el Formulario de Control de Doping cuando se realizó la prueba, pero dejó de hacerlo (dice) después de que un oficial de control le dijera que no era necesario”.

El atleta Carlos Díaz, bronce en los 5.000 metros de Lima 2019, está acostumbrado a este tipo de controles. Y aunque reconoce que la letra puede ser pequeña, todos los eventos internacionales disponen un comisario que lo lea. “A cierto nivel, ya todos los deportistas estamos acostumbrados a estos controles. Los formularios son siempre los mismos y son lo más abierto que hay, porque si no entiendes te traen a un intérprete para que te lo lea”, explica.

“Hay que ser muy cuidadoso en esto, porque una vez se termina el control no puedes querer agregar otra cosa”, dice el fondista. En su caso, él informa de lo que consumió hasta de tres semanas antes del control.

“Es responsabilidad de cada uno agregar todo lo que se está consumiendo”, recalca el esgrimista Gustavo Alarcón, plata en los pasados JJPP en el florete. “Quizás Jarry ni pensó en esto en ese momento, pero es un tema delicado. La parte donde se incluyen es bien pequeña, pero se puede pedir una hoja adicional y ahí agregar todo”.

El judoca Thomas Briceño, oro en Lima 2019 en los hasta 100 kilos, reconoce que siempre es el oficial quien completa estos detalles. “Te preguntan qué estás tomando a grandes rasgos. Si estoy tomando suplementos o medicamentos. No es algo exacto, sino más bien el nombre general de lo que tomas. No te preguntan por marcas, ni laboratorio, ni nada”.

Desde la CNCD, aseguran que entregar un detalle acabado de lo que se consume no siempre garantiza una menor pena en caso de un positivo. “Muchas veces los tramposos informan muchas cosas para, en caso de dar positivo, tener cómo justificarlo. Algunos tribunales son benevolentes ante la información, pero no todos”.

El caso es que Jarry no leyó lo que debía de informar en el control y lleva ya cumpliendo cuatro meses y ocho días de sanción tras aceptar haber infringido las normas antidopaje. Y así estará hasta noviembre. Al momento del control, Natalia Duco tampoco informó de que se estaba inyectando una hormona. Lleva dos años y un mes de castigo, y aún le restan 11 meses.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.