El plan del gobierno para usar agentes encubiertos en bandas criminales

La Subsecretaría del Interior ingresó 35 indicaciones para fortalecer la persecución de estas organizaciones delictuales, donde destacan el uso de técnicas especiales de investigación, entregas vigiladas y el congelamiento de las cuentas bancarias de los integrantes de estos grupos.


El crimen organizado es, sin duda, uno de los temas que más preocupaciones ha generado en La Moneda. La violencia utilizada por las bandas criminales, el alto patrimonio que manejan y el control que ejercen sobre determinados territorios, dan cuenta de cómo se han fortalecido a lo largo de los años.

Por lo mismo, y para no truncar el proyecto de ley ingresado por el gobierno anterior, es que la Subsecretaría del Interior ingresó 35 indicaciones a la iniciativa legislativa, que está en segundo trámite y que moderniza la tipificación de los delitos que sancionan la delincuencia organizada y establece técnicas especiales para su investigación.

Y es ahí donde aparece la figura de los agente encubiertos o policías infiltrados que el gobierno busca oficializar. En la actualidad, este tipo de técnicas investigativas solo se pueden utilizar en indagatorias que se den en el marco de la Ley 20.000, es decir, casos de tráfico de drogas. Por lo mismo, el Ejecutivo busca ahora incorporarlos en casos de tráfico ilegal de inmigrantes, delitos violentos y todo lo que se entienda como un acto organizado para delinquir.

En el texto, al cual tuvo acceso La Tercera PM, se señala que se incorpore la facultad para que el fiscal regional competente autorice “a funcionarios policiales determinados para que se desempeñen como agentes encubiertos o agentes reveladores, cuando sea necesario para lograr el esclarecimiento de hechos que involucren la participación en una asociación delictiva o criminal, establecer la identidad e intervención de sus responsables, conocer los planes de la asociación, y prevenir la comisión de sus delitos o comprobar los que hubieren cometido”.

En ese sentido, se agrega que, quien encabece las pesquisas en el Ministerio Público “deberá asegurarse que ella se limite a las acciones estrictamente necesarias para los objetivos de la investigación, que los agentes reveladores o infiltrados no induzcan a la perpetración de delitos, y que la seguridad de los agentes reveladores o infiltrados se encuentre debidamente resguardada”.

Identidad ficticia

Lo que se busca, además, no es solo aplicar estas medidas sobre grupos o asociaciones que tengan una estructura definida. Según explican desde Interior, una de las “falencias” que se han detectado en la actualidad es que los tribunales han suplido el “silencio legal”, estableciendo contornos que “poco tienen que ver con la forma de organización actual de las bandas criminales”. Por ejemplo, explican, la jurisprudencia requiere acreditar una estructura jerarquizada con roles establecidos para sus integrantes, sin embargo, este modelo corresponde a criminalidades pasadas, de tipo cartel, existiendo una actual tendencia a asociaciones fluidas, de contribución celular y colaborativa.

Fuentes policiales, agregan que hay delincuentes que integran más de una banda, con diferentes “giros”. Incluso, advierten, hay quienes “externalizan” los servicios de “portonazos” y “encerronas”, encargando la comisión del delito, pero no formando parte de la organización que perpetra el ilícito, lo que los deja fuera de una estructura de “organización criminal”, zafando, de las medidas instrusivas que pueda autorizar un tribunal.

En la indicación de los agentes encubiertos, además, se establece que “el acto que autorice la medida será mantenido en poder del Ministerio Público en dos registros distintos. Con todo, la información relativa a la verdadera identidad del agente se mantendrá únicamente en un registro. La autorización deberá consignar, además, la identidad supuesta con la que actuará en el caso concreto, si la tuviere”.

El fiscal regional, también, podrá autorizar la apertura de una cuenta bancaria, la obtención de otras piezas de identidad relevantes tales como una licencia de conducir y la contratación de servicios básicos haciendo uso de la identidad ficticia.

El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, explicó que “lo que buscamos es fortalecer el uso de técnicas especiales de investigación, para que no sólo sea intercepción telefónica, sino que podamos usar herramientas como agentes encubiertos, entregas vigiladas, agentes reveladores, que son indispensables para la lucha contra el narcotráfico, el contrabando, contra la trata de personas, el tráfico ilegal de migrantes. Sin técnicas especiales de investigación es muy difícil tener éxito en los procesos de investigación”.

Sobre su tramitación, el subsecretario dijo que esperan contar con el respaldo de los legisladores “para poder entregar nuevas herramientas al Ministerio Público, Carabineros, PDI y así colaborar en la identificación de las organizaciones criminales y tener éxito en la persecución penal”.

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