La cruzada de Alexei Navalny a un año del envenenamiento e intento de asesinato

El líder de la oposición rusa Alexei Navalny y su hija Daria se reúnen con periodistas durante las elecciones al Parlamento de la ciudad de Moscú, el 8 de septiembre de 2019. Foto: Reuters

El líder opositor ruso hizo un llamado hoy a los gobernantes del mundo a acentuar la lucha contra la corrupción, incluso en Venezuela, y a enfocarse en los magnates que rodean al Presidente Vladimir Putin.


Justo cuando se cumple el primer año de su envenenamiento e intento de asesinato, el encarcelado dirigente opositor ruso Alexei Navalny exhortó hoy a los gobernantes del mundo a acentuar la lucha contra la corrupción, incluso en Venezuela, y a enfocarse en los magnates que rodean al Presidente ruso Vladimir Putin.

En un artículo publicado por tres diarios europeos -el británicoThe Guardian, el alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung y el francés Le Monde- Navalny señala que la corrupción es “la base universal, libre de ideologías, de una nueva Internacional Autoritaria, desde Rusia hasta Eritrea, desde Myanmar hasta Venezuela”.

Navalny criticó a los gobernantes occidentales por relegar la lucha contra la corrupción a una “agenda secundaria” y dijo que el soborno cumple un papel esencial en las políticas fallidas, incluso en Irak y Afganistán.

“Es precisamente el hecho que Occidente ‘no advirtió’ la corrupción total en Afganistán, que los líderes occidentales prefirieron no hablar de un asunto que les resultaba embarazoso. Éste fue el factor más crucial en la victoria del Talibán”, escribió.

Alexei Navalny participa en una manifestación para conmemorar el quinto aniversario del asesinato del político opositor Boris Nemtsov y protestar contra las enmiendas propuestas a la Constitución, en Moscú, el 29 de febrero de 2020. Foto: Reuters

“Hasta que se impongan sanciones personales a los oligarcas, principalmente a los del séquito de Putin, el modelo a seguir para todos los funcionarios y hombres de negocios corruptos del mundo, toda la retórica anticorrupción de Occidente será percibida como un juego y palabrería”, dijo Navalny.

El destacado activista opositor ruso, fundador de la Fundación Anticorrupción, se desmayó mientras volaba de Tomsk (Siberia) a Moscú el 20 de agosto se 2020. Fue trasladado a Alemania para recibir tratamiento, y en ese país estuvo 18 días en coma. Expertos internacionales llegaron más tarde a la conclusión de que el político había sido envenenado con el agente neurotóxico Novichok, de uso militar, que está prohibido en virtud de la Convención sobre las Armas Químicas.

Desde entonces, las autoridades rusas no han abierto una investigación importante sobre el hecho y han bloqueado los intentos de los abogados de Navalny de impugnar su inacción en distintos tribunales, y han ignorado los firmes indicios de que agentes del Servicio Federal de Seguridad ruso estuvieron implicados en el envenenamiento.

Cuando regresó a Moscú el 17 de enero pasado, Navalny fue detenido y condenado a cumplir dos años y medio en una colonia penitenciaria por violar la libertad condicional de su condena anterior, impuesta por motivos políticos. La Fundación Anticorrupción y la red de apoyo “Oficinas centrales de Navalny” fueron incluidas en la lista de organizaciones “extremistas” y prohibidas.

El 11 de agosto, Navalny fue acusado además de la “creación de una organización sin fines de lucro que menoscaba los derechos de la ciudadanía”, en virtud de un artículo impreciso del Código Penal ruso. En caso de ser declarado culpable, podrían imponerle una condena adicional de hasta tres años de prisión.

Alexei Navalny y su esposa Yulia Navalnaya en el hospital Charite de Berlín, en septiembre de 2020. Foto: AFP

En una publicación en Instagram, Navalny agradeció nuevamente a los pilotos rusos y a los médicos por salvarle la vida después de que cayó en coma.

Presión sobre los opositores

Con Navalny preso, las autoridades rusas han incrementado la presión sobre la oposición y el mismo líder de 45 años. Así, a fines de julio las autoridades rusas restringieron el acceso al sitio web del opositor y también a otros que son operados por sus aliados.

La acción se produce en momentos en los que aumenta la presión sobre los partidarios de la oposición, los periodistas independientes y defensores de derechos humanos en Rusia de cara a las elecciones parlamentarias de septiembre. Los comicios son vistos como una parte importante de las labores de Putin para cimentar su mandato antes de las elecciones presidenciales de 2024.

A comienzos de agosto, un hermano de Navalny, Oleg, fue hallado culpable de incitación a violar las normas sanitarias por una corte rusa, que le dio una pena de un año de prisión en suspenso. Las manifestaciones y otras reuniones masivas están prohibidas en Rusia durante la pandemia.

Otros allegados de Navalny han enfrentado los mismos cargos en un caso criminal controvertido iniciado por las autoridades rusas luego de una serie de protestas masivas contra el arresto del líder opositor que remecieron todo el país en enero.

El lunes, un tribunal ruso impuso 18 meses de restricciones a la libertad de movimiento de Kira Yarmysh, portavoz de Navalny, tras hallarla culpable de violar las reglas de seguridad del Covid-19, según su cuenta de Twitter.

El Presidente ruso Vladimir Putin y la canciller alemana Angela Merkel asisten a una conferencia de prensa después de sus conversaciones en el Kremlin, en Moscú, el 20 de agosto de 2021. Foto: AFP

El aniversario del envenenamiento de Navalny coincide con el encuentro que la canciller alemana Angela Merkel sostuvo hoy con Putin en Moscú, que en su agenda incluyó la situación del líder opositor.

Merkel le pidió a Putin que libere a su opositor político, algo a lo que el Kremlin se niega. “Una vez más, le pedí al Presidente ruso la liberación de Navalny, y claramente dije que continuaríamos”, afirmó la canciller germana en Moscú durante la conferencia de prensa conjunta con el jefe del Kremlin.

El Presidente ruso se defendió diciendo que su principal opositor no está detenido “por sus actividades políticas”, sino por “una infracción criminal con socios extranjeros”. Putin aseguró que la “lucha contra la corrupción es muy importante” y que Rusia hará “todo” lo posible para erradicarla, pero quiso recalcar que “no puede usarse con fines políticos”.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.