Los coletazos del Covid-19 en Argentina: Más del 80% de los trabajadores de la salud con depresión y ansiedad

Una trabajadora de salud afuera de un hospital protesta por mejores condiciones de trabajo y suministros de protección, en Buenos Aires, el martes.

Un estudio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) junto con cuatro universidades del país, muestras que la principal preocupación para los funcionarios de salud es la posibilidad de transmitir el virus a sus seres queridos.


Casi nueve de cada 10 trabajadores de la salud que atienden casos de coronavirus en Argentina manifiestan signos de ansiedad y depresión, según un estudio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) junto con cuatro universidades del país.

Cerca de 800 médicos, enfermeros, kinesiólogos y otros trabajadores del sistema de salud trasandino, respondieron un cuestionario que contó con la colaboración de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Universidad Adventista del Plata (UAP), Universidad Austral (UA) y Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales (UCES). Los resultados arrojaron que la principal preocupación para los funcionarios de salud es la posibilidad de transmitir el virus a sus seres queridos, con el 84 %, cifra incluso más alta que las probabilidad de infectarse ellos mismos (65%). Más abajo queda la preocupación sobre tener que decidir sobre a quién atender y a quién no (36%).

Así, el informe concluye que el personal de salud abocado al tratamiento de pacientes con Covid-19, muestra altos niveles en los índices de depresión, ansiedad e intolerancia a la incertidumbre. Aquello puede devenir en comportamientos disfuncionales de afrontamiento, como el descontrol o la evitación.

Un nivel diferente de soledad

La directora del proyecto que publicó su primer informe e investigadora del Conicet, María Cristina Richaud, señaló a Clarín que “el personal de salud constituye un grupo de riesgo especial, ya que no sólo sufre la ansiedad de cuidar a los enfermos, sino que también, muchas veces, enfrenta una grave falta de equipo de protección personal y se encuentra con protocolos hospitalarios que cambian rápidamente. A veces, renuncian a la compañía de su familia por temor a contagiarlos. Es un nivel completamente diferente de soledad del que enfrenta la mayoría".

Camas listas para ser utilizadas por contagiados de Covid-19, en una cancha de fútbol sala en las instalaciones de entrenamiento de la Asociación Argentina de Fútbol.

En el sondeo, el 65% de los funcionarios consultados considera que no cuenta con equipo adecuado, el 29% tiene un grupo de contención psicológica en su trabajo y tres de cada cuatro creen que esa herramienta podría ayudarlos.

Según detalla el diario argentino, los indicadores más marcados de depresión son “me siento triste” y “no duermo tan bien como antes”. Mientras que los marcadores de ansiedad que más aparecen son “siento miedo”, “mi cuerpo está tenso” y “lloro o me conmuevo fácilmente”.

Este panorama recuerda el caso de dos trabajadores médicos en la primera línea de la lucha contra el coronavirus en Nueva York que se suicidaron la semana pasada ante la alta presión sobre sus hombros al ver la evolución de la pandemia.

Argentina actualmente cuenta con 4.127 contagios de Covid-19 y 207 muertes. La región más afectada es la provincia de Buenos Aires con 1.429 casos, seguido de la ciudad de Buenos Aires con 1.089.

Según cifras oficiales al 17 de abril, el 14% de los casos de coronavirus correspondía a personal de salud.

La amenaza al bienestar psicológico del personal médico es preocupante. La OMS ha alertado sobre aquello en sus intervenciones: “Las infecciones con Covid-19, las medidas insuficientes para la prevención y el control de infecciones, la seguridad y salud en el trabajo, la salud mental y el apoyo psicosocial para los trabajadores de la salud resultan en altas tasas de absentismo y agotan la fuerza laboral de salud, los recursos más precisos para detener el brote de Covid”.

Por ello, este tipo de estudios demuestran que el personal sanitario debiera estar también en la primera línea de los programas de salud mental en los países que luchan contra el coronavirus.

Y el fenómeno evidentemente es mundial. Un estudio realizado por investigadores en China demostró la prevalencia de insomnio, estrés y problemas de salud mental asociados en el personal de los hospitales. La investigación, que aparece en la revista Frontiers in Psychiatry, indica que en condiciones peligrosas, el personal médico se agota mental y físicamente y, por lo tanto, experimenta un mayor riesgo de insomnio debido al alto estrés. Los autores señalan que esto puede crear un círculo vicioso, en el que los altos niveles de estrés causan insomnio, y el insomnio extenso causa más estrés.

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