¿Autoflagelantes o autocomplacientes? El debate que sacude al Frente Amplio

Los timoneles de Revolución Democrática (RD) y Convergencia Social (CS), Juan Ignacio Latorre y Diego Ibáñez, respectivamente.

Los diálogos internos del bloque oficialista han estado cruzados en los últimos días por el tenor de las autocríticas públicas que han planteado distintas autoridades al desempeño que han tenido desde que desembarcaron en La Moneda.


Vale la pena reflexionar respecto de nuestras actuaciones en el pasado”, señaló a fines de marzo el Presidente Gabriel Boric, tras el asesinato de la sargento segundo de Carabineros Rita Olivares, cuando la crisis de seguridad comenzaba a tomarse la agenda pública.

Las palabras del Mandatario, que remitían a las duras críticas que realizaron a Carabineros los dirigentes del Frente Amplio mientras estaban en la oposición, arrastraron -según el análisis de un sector de la coalición- a un estado de mea culpa a varios dirigentes del bloque.

Al Mandatario se sumó poco después la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana (CS), quien en entrevista con La Tercera afirmó que “hoy tengo mucha más comprensión de la labor de Carabineros (...). Como activista, tenía críticas”, y dos emblemáticos alcaldes de Revolución Democrática (RD), Tomás Vodanovic (Maipú) y Emilia Ríos (Ñuñoa), quienes sumaron a esas reflexiones las debilidades en el desempeño del ejercicio del poder de los otrora dirigentes frenteamplistas.

La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana (CS). (Foto: Mario Téllez).

“Yo siempre lo decía desde el inicio; sentía que era muy pretencioso hablar de un proyecto transformador cuando ya solo el hecho de administrar el Estado es sumamente complejo. Y nosotros no sabíamos hacerlo y teníamos que ser conscientes de ello (...)”, planteó Vodanovic.

Lo propio hizo Ríos al sostener que “pedirle a una coalición que nunca ha gobernado que esté totalmente preparada es una premisa engañosa”, secundó.

En los últimos días la toma de posición frente a estas disyuntivas han sido tema de conversación obligado -especialmente en RD- en cada instancia partidaria. Desde las reuniones de bancada, hasta otros espacios. La segunda vicepresidenta de la Cámara, Catalina Pérez, fue enfática en marcar que la postura del partido no era la de los alcaldes.

En CS, en tanto, si bien se desarrolló el jueves la reunión de comité central del partido, el tema -aseguran- no fue abordado.

Una dicotomía que se instala

El debate que sacude al Frente Amplio recuerda el que a fines de la década de los 90 dividió a la entonces Concertación entre “autoflagelantes” y “autocomplacientes”.

Pese a que algunos reniegan del concepto, ya se habla de la existencia de un sector en el Frente Amplio -independiente del partido de origen- más autocrítico de las posturas adoptadas previo al aterrizaje en el Estado (autoflagelantes) y un sector menos crítico con el desarrollo del gobierno (autocomplacientes).

Quienes han tomado nota de la discusión -en todo caso- sostienen que los más autocríticos del desempeño de esta coalición oficialista son aquellos que están en cargos del Ejecutivo -La Moneda y los gobiernos locales- y quienes han levantado la voz para desestimar esa reflexión se encuentran más bien en el Parlamento.

El diputado de CS, Gonzalo Winter afirma que “a veces nuestra militancia se deja llevar (en sus declaraciones) por el marco de nuestro adversario. Nuestro mundo tiene que aquilatar eso, comprenderlo al momento de los análisis que hacemos”.

Por otro lado, el timonel de Comunes, Marco Velarde, se desmarca de esa línea divisoria en el bloque. “No creo que hoy en el Frente Amplio haya una dicotomia entre autoflagelantes y autocomplacientes (...). No es un debate entre partidos tampoco, porque hay distintas posturas (sobre la autocrítica) entre las mismas colectividades. Dicho eso, sobre la reflexión de los alcaldes, es evidente que nos enfrentamos a nuevos desafíos, pero es equivocado que no tengamos la capacidad de hacernos cargo”, recalca.

Para Lorena Meneses, secretaria general de Convergencia Social, el fenómeno tiene características distintas a lo vivido por otros gobiernos y, en este caso, pasa por un proceso de maduración del bloque que ha replanteado ciertas posturas.

“Pienso que esa teoría no es exactamente replicable al Frente Amplio. La reflexión que se ha dado en las últimas semanas no tiene que ver con un replanteo de ciertas posiciones, por ejemplo, respecto de Carabineros. Eso no significa que exista la crítica de lo que fue su actuar durante el estallido social, si lo tomamos como ejemplo”, dice Meneses.

Y agrega: “Lo que sucede es que hay un sector, en los cuales Convergencia Social también se incluye, que está en un proceso de mutación y de maduración. Somos un sector que nace de la impugnación, de recoger el sentir de la ciudadanía. Y hoy, desde el lado de la institucionalidad, se suman más elementos al análisis que hace que tengamos reflexiones más maduradas sobre distintos temas”.

Una mirada distinta plantea la extimonel de Convergencia Social Gael Yeomans. “Más que hacerse el análisis si unos somos autoflagelantes o autocomplacientes, hay que ser ponderados en las evaluaciones que hacemos: tener autocrítica es positivo, pero no podemos sobredimensionar las culpas que podamos acarrear. Yo no siento culpa por las posiciones que ha adoptado el Frente Amplio históricamente”, reflexiona.

La diputada y fundadora del partido advierte que “eso no quita que uno pueda evaluar que, en ciertos momentos políticos, se pueda tener mayor apertura a modificar ciertas posturas, sobre todo si uno no tiene las mayorías necesarias para imponerlas. Sin embargo, creo que hay que tener límites en la crítica o autocrítica, porque no todo es una ‘culpa’ de nuestro sector”.

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