Disparo de largada en el oficialismo: el complejo desafío de la unidad de cara al plebiscito

Tensionados durante el proceso constituyente, esta semana los partidos de gobierno formalizaron una coordinación para el plebiscito. Los alcances de ese entendimiento y la pregunta de si la coyuntura del 4 de septiembre permite sumar a otras fuerzas por el Apruebo que están fuera del oficialismo son parte de los pendientes.


“Esta es una campaña en la cual nadie sobra y a la cual todos y todas están invitados”. Las palabras del presidente (S) del Partido Socialista (PS), Andrés Santander, a la salida de la segunda reunión de coordinación entre ambas coaliciones de gobierno -Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático- con miras al plebiscito apuntó a una de las interrogantes que se planteó durante la cita del pasado miércoles en la sede de esa misma colectividad: ¿Qué tanto ampliar las fronteras del Apruebo?

Tensionadas por su postura y evaluación del proceso constituyente, ambas coaliciones lograron acordar precisamente una coordinación común para la campaña como primer paso del complejo desafío que se ha tornado la unidad. Lejos aún de entrar en la idea de un comando unificado entre todas las fuerzas, principalmente entre representantes de Apruebo Dignidad era importante establecer mínimos estratégicos para el funcionamiento interno de ésta.

El primer acuerdo fue establecer una coordinación territorial para el despliegue de campaña. Es decir, que entre las “células” de cada partido o comandos autoconvocados afines a alguna de las coaliciones exista unidad en la acción. “En regiones, las discusiones que se dan en Santiago a veces no existen, no se ven. Y en esos territorios es perfectamente posible que un diputado de Apruebo Dignidad salga a hacer campaña con otro del PS o el PPD”, dice un dirigente de Apruebo Dignidad.

En la misma línea, ya se estableció una coordinación para una red única de apoderados para la elección del 4 de septiembre.

Pero una muestra de lo desafiante que es el camino unitario para el oficialismo se dio cuando uno de los presentes en la cita planteó redactar una declaración pública como “hito” de la reunión, para lo que no hubo acuerdo. “Ya tenemos estos mínimos, no forcemos más acciones por ahora”, dijo un dirigente, dando cuenta de que si bien la coordinación política establecida es un primer paso para el oficialismo, sin duda es uno que no será fácil.

Sumar otras fuerzas políticas

“Cada uno de nuestros partidos va a jugársela para que exista la mayor coordinación posible y empecemos un trabajo ciudadano, alegre, que convoque al resto de la gente (...). Estamos avanzando los partidos de gobierno en una coordinación política para que esta campaña sea lo más amplia posible”, dijo el nuevo timonel de Comunes, Marco Velarde.

Qué fuerzas políticas incorporar -y los consecuentes matices que estas tienen respecto del proceso constituyente- fue parte de la conversación, en un escenario en que incluso al interior de la coalición de gobierno hay discrepancias al respecto: mientras Natalia Piergentili, presidenta del PPD, bajó ya la línea respecto de un “Apruebo para reformar”, el PC ha demostrado un férreo apoyo al borrador de la nueva Constitución.

En el encuentro asomó la idea de sumar al ala de la Democracia Cristiana (DC) que ya se ha manifestado por el Apruebo, liderada principalmente por la senadora Yasna Provoste y el senador Francisco Huenchumilla.

En el PC, su secretario general, Lautaro Carmona -uno de los asistentes a la cita- no muestra mayores reparos a la idea. “En esta coordinación estamos por hacer todo lo que esté dentro de nuestras capacidades para alcanzar un mensaje con la mayor amplitud a favor del Apruebo. Acá no es para elegir un partido, un candidato, esta es una elección entre una propuesta largamente trabajada o la Constitución de 1980. En esa perspectiva no nos perdemos: si una suma, o una mayor anchura como la presencia de la DC, el Partido de la Gente o el Partido Igualdad se integran, tienen que tener la debida conciencia de que el óptimo -más allá de las observaciones puntuales- es que voten a favor del Apruebo”, dice.

Carmona añade que “eso no significa formar un único bloque, sino que cada uno mantiene su identidad y se produce una coordinación, que puede plasmarse a través de acciones concretas con un mensaje clarísimo a favor del Apruebo y no de terceras vías”.

Postura similar tuvo Piergentili. “Es posible integrar a la campaña del Apruebo a otras fuerzas políticas, entre ellas a un sector de la DC”.

Por ahora, el conjunto estableció abrir canales con las fuerzas favorables a la opción por esta nueva Carta Magna.

El problema de los indecisos

A la espera de la distribución que realice el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) de los tiempos de la franja electoral, en ambas coaliciones ven “difícil” que la coordinación converja en una propaganda común. Incluso, algunas voces prefieren que así sea.

Un representante del Socialismo Democrático, de hecho, afirma que no estaría disponible si los videos de Apruebo Dignidad apuntan a menospreciar “los 30 años” de la ex Concertación, o relevan a figuras del estallido social o del “octubrismo”.

Así las cosas, al menos en este aspecto, parece conveniente para ambas fuerzas ir divididas. “El Socialismo Democrático apunta a otra cultura política, a otra tradición. A un votante que puede estar más indeciso”, evalúan desde Apruebo Dignidad. Y es que es ese uno de los principales desafíos, evalúan en el oficialismo.

Piergentili, de hecho, profundiza en eso en entrevista con La Tercera. “No depende solo de nuestra voluntad política, que yo creo que la hay, sino que más bien tenemos que trabajar en función de los indecisos”, dice.

Donde hay noción del relato que se busca instalar es en Revolución Democrática. Diego Díaz, encargado del proceso constituyente en la colectividad da cuenta de que “en cuanto al foco comunicacional, sugerimos poner énfasis en el borrador de la nueva Constitución, en los derechos que esta asegurará y los cambios concretos que significará para la ciudadanía”.

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