La apuesta de Bukele para completar una década como “amo y señor” de El Salvador

Presidente de El Salvaor Nayib Bukele. Foto: REUTERS/Jessica Orellana/File Photo.

Un resquicio legal posibilitó que el Presidente salvadoreño pudiese postular a la reelección en los comicios del 4 de febrero, y no hay encuesta que no lo de como ganador. Si la guerra contra las pandillas explica su alta aprobación y favoritismo, se espera que en su segundo período se concentre en la economía.


Alejado, en el papel, de sus funciones como Presidente desde diciembre -tuvo que renunciar temporalmente para cumplir con un resquicio que lo autorizó a postular a la reelección-, Nayib Bukele se prepara para concretar su jugada maestra: las elecciones del 4 de febrero tras las cuales aspira a completar una década al mando de El Salvador.

No hay ninguna encuesta del pequeño país centroamericano que no lo de por ganador, ni nadie que ponga en duda que será reelecto. Sin embargo, el mandatario de 42 años ha basado parte de su campaña en infundir el temor de que la oposición podría pulverizar la lucha contra las pandillas -su mayor logro-, si su partido no mantiene la mayoría en el Congreso. “Nuevas Ideas tiene la mayoría calificada. Pero con tan solo un diputado menos, perderíamos esa mayoría y pondríamos en riesgo la guerra contra las pandillas. La oposición podrá lograr su verdadero y único plan: liberar a los pandilleros y ocuparlos para regresar al poder. Por eso les pido que en la papeleta gris para Presidente, voten por la bandera de Nuevas Ideas”, dijo esta semana en un video que difundió por sus redes sociales.

Según el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de El Salvador, la clave del éxito de Bukele se explica por su lucha frontal contra las bandas criminales y la implementación del régimen de excepción para combatir a las pandillas. Pero no es lo único.

El Presidente salvadoreño le declaró la guerra a las bandas criminales y posicionó a su país -de 6,5 millones de habitantes-, como pionero en medidas de seguridad, que incluyen una megacárcel equivalente a cinco veces el Zócalo de Ciudad de México, con capacidad para “40.000 terroristas, incomunicados del mundo exterior”, señaló Bukele en su momento. Distintos organismos de DD.HH., sin embargo, han denunciado una serie de abusos contra los reos y también por la mano dura de su guerra contra las maras.

Megacárcel de Bukele. Foto:Notimex/DPA/TNS/ABACAPRESS.COM

Parte importante de los salvadoreños aún recuerda la fecha en que el curso del país dio un giro radical: el 27 de marzo de 2022. Ese día, El Salvador registró 62 homicidios. Con el visto bueno del Congreso, Bukele decretó el estado de excepción que se mantiene hasta hoy. Según el mandatario, hasta ahora 65 mil pandilleros han sido detenidos. Al mismo tiempo, los homicidios se redujeron de 3.346 en 2018, a 154 en 2023.

“El principal logro del gobierno ha sido el combate a las pandillas y el manejo de la pandemia. Eso es lo que percibe la ciudadanía como lo más relevante”, comenta a La Tercera Eduardo Escobar, director ejecutivo de la ONG salvadoreña Acción Ciudadana. El experto también alude a un aspecto más invisible, que tiene que ver con la narrativa del gobierno: “Ha hecho a mucha gente sentirse bien y estar orgullosa de ser salvadoreña. Les ha dado perspectiva de futuro al país”, dijo.

Desde el oficialismo salvadoreño, Guillermo Gallegos -diputado y fundador del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana)- estima que el vuelco que Bukele provocó en el país es lo que le ha asegurado el apoyo ciudadano para estas nuevas elecciones. Según dijo a este diario, “la seguridad es lo que más valoramos los salvadoreños”.

Polémica candidatura

Bukele logró zanjar rápido la controversia que provocó su nueva candidatura. En octubre inscribió su postulación en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que le dio su visto bueno al día siguiente. Esto, pese a que según sus críticos, la reelección sería anticonstitucional.

El TSE interpretó que un Presidente podía ser electo en una segunda ocasión, siempre y cuando no ejerciera sus labores en los últimos seis meses de su mandato. Por eso Bukele solicitó una licencia a la Asamblea Legislativa.

Presidente Bukele luego de registrar su candidatura presidencial. Foto: REUTERS/Jose Cabezas.

Según una encuesta del Iudop, el 70% de los salvadoreños está de acuerdo con la segunda postulación de su gobernante. Eso sí, el 51,3% dijo creer que ahora será más difícil que otros funcionarios públicos respeten la Constitución.

“La gente está dispuesta a obviar el cumplimiento de la norma constitucional con tal de que esta candidatura tenga un nuevo periodo, pero eso no significa que no tengan presente que el respeto de las leyes y la Constitución van a tener un retroceso importante”, advierte Laura Andrade, directora del Iudop, en diálogo con La Tercera.

Para Eduardo Escobar, Bukele “puso a sus magistrados que emitieron esa sentencia. Él tiene su fiscal y el Tribunal Supremo Electoral está amedrentado. No hay nada que pueda frenarlo. Tenemos que asumir que él va a estar cinco años más, aunque no esté legitimado para eso”.

Gallegos, el diputado oficialista, ve la controversia de otra manera: “El Presidente se inscribió y esto fue aceptado. La reelección es legal”.

Las encuestas le otorgan a Bukele una intención de voto por encima del 60% e incluso de un 80%. Sus principales rivales, aunque con menos de un 5% de respaldo, son el exdiputado Miguel Flores, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y el empresario Joel Sánchez, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

Precisamente, algunos expertos postulan que Bukele también se ha visto beneficiado por el creciente rechazo al bipartidismo que gobernó en el país en los últimos 30 años tras la guerra civil (1979-1992), conflicto que provocó al menos 75 mil muertes.

“Estas elecciones son las más complejas de las últimas tres décadas para los partidos políticos, porque no hay forma de competir con el Estado”, dice Andrade.

“Estamos frente a una campaña más de imagen y de escenarios, que de propuestas concretas sobre las cuales la población pueda tomar una decisión de voto informado”, agrega la directora de Instituto Universitario de Opinión Pública. Esto, porque la campaña de Bukele se ha concentrado más en la plataforma X que en terreno. En Twitter, el Presidente suma 5,8 millones de seguidores y la ha ocupado para definirse como “el dictador más cool del mundo” en respuesta a las críticas opositoras.

Turismo inesperado

Las adaptaciones al programa original de gobierno han sido una constante.

Al inicio de su gestión, en 2019, el Presidente presentó el plan Cuscatlán, la estrategia de gobierno que guiaría su administración. Escobar, de Acción Ciudadana, dice que “lo que ha cumplido está fuera del plan y no tiene nada que ver con éste. Por ejemplo, se estableció el bitcoin (BTC) como moneda de curso legal en El Salvador. Eso no estaba en el plan de gobierno”.

En 2021, El Salvador se convirtió en el primer país en dar curso legal al bitcoin, decisión que ha generado opiniones divididas. Si bien un 71% de los salvadoreños consultados por el Iudop asegura que la criptomoneda no ha ayudado en nada a la economía de sus hogares, desde el Ministerio de Turismo de El Salvador aseguran que su implementación ha provocado un crecimiento sostenido del turismo.

Imágen referencial. Foto: REUTERS/Dado Ruvic/Illustration//File Photo

Según un estudio realizado por la Organización Mundial del Turismo (OMT), El Salvador es el país de América Latina que más incrementó su turismo en 2023. El Ministerio de Turismo también informó que hubo un aumento de un 36% respecto de 2022, y que los visitantes, en su mayoría estadounidenses, han optado por visitar el país debido a su seguridad, sus exclusivos resorts, el surf y el bitcoin.

Gallegos destaca el aumento del turismo como otro logro de Bukele, sin embargo, reconoce que acarrea consecuencias. “Para bien o para mal, somos el país que más ha crecido a nivel turístico de la región en el último año y esto también nos incrementa un poco el costo de la vida”, apunta.

En 2018, antes de que Bukele asumiera el cargo, el Iudop consultó a los salvadoreños sobre cuál era el principal problema que debía enfrentar el futuro Presidente. Un 64,5% respondió que la delincuencia, mientras que la economía obtuvo solo el 26,6% de las preferencias. En 2023, prácticamente transcurrida la primera gestión de Bukele, la respuesta ante la misma pregunta fue distinta: el 63,9% mencionó la economía -debido al alza de precios de los alimentos- y apenas el 12% la delincuencia.

Resuelto, por ahora, el problema de la inseguridad, si es reelecto como estiman todas las encuestas, Bukele tendrá que apostar por arreglar la economía.

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