PAES: ¿No obtuviste el puntaje que esperabas? Consejos para un “Plan B”

En muchos casos, el nerviosismo o la ansiedad jugaron una mala pasada a la hora de rendir la PAES, lo que se vio reflejado en puntajes inferiores a los esperados. Lo importante es planificar la mejor opción.

El 3 de enero más de 270 mil jóvenes que rindieron la PAES conocieron sus resultados. Si bien los puntajes subieron con relación a años anteriores como promedio nacional, no todos alcanzaron la meta soñada. ¿Qué hacer frente a esta situación? María Rosa Cornú, directora de Vinculación Escolar y PREUSS de la U. San Sebastián, entrega algunos consejos.



Este año, a diferencia de los procesos anteriores, más de 230 mil estudiantes obtuvieron puntaje para postular a una carrera universitaria en alguna de las 45 universidades que son parte del Sistema de Acceso a la Educación Superior. Sin embargo, no todos lograron cumplir su propia meta para acceder a la carrera e institución deseada.

Existen alternativas, como el ingreso a bachillerato o prepararse a conciencia para rendir la prueba de invierno en julio de 2023.

Múltiples factores pueden influir a la hora de rendir la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), los cuales no necesariamente están relacionados con el conocimiento o una mala preparación previa, sino que tienen que ver más con el nerviosismo o la ansiedad, que pueden jugar una mala pasada al enfrentar un desafío como éste.

María Rosa Cornú, directora nacional de Vinculación Escolar y del preuniversitario de la U. San Sebastián (USS): “Las situaciones evaluativas como la PAES son instancias estresantes que nos hacen estar nerviosos y, en muchas ocasiones, eso interfiere directamente en el rendimiento”.

María Rosa Cornú, directora nacional de Vinculación Escolar y del preuniversitario de la U. San Sebastián.

A pesar de que esto puede generar una frustración muy grande en los estudiantes, “no debe ser razón para invalidar todo el esfuerzo depositado en este proceso. Es importante que las y los estudiantes tengan claro que existen alternativas, que no es una situación permanente ni determinante para siempre, y que las decisiones de qué hacer deben ser pensadas y reflexionadas considerando todas las variables posibles”, agrega la experta.

En ese contexto, el rol de las familias, amigos y seres queridos son fundamentales para contener emocionalmente al o a la joven que no haya alcanzado su puntaje ideal, además de ayudarle a visualizar de manera práctica e informada los caminos que se abren ante las distintas posibilidades. Porque ninguna vida se acaba con un mal resultado.

“Los contextos sociales y familiares ayudan a visualizar de mejor forma las alternativas, además de entregar la contención emocional requerida en los momentos de decisión del futuro del o la joven. La familia debe propiciar instancias de conversación sincera y transparente con sus hijos para así tomar, en conjunto, la mejor decisión con todas las variables analizadas”, señala Cornú.

La familia y los seres queridos del adolescente son fundamentales a la hora de la contención emocional ante un mal resultado, así como para planificar el mejor plan a seguir.

Preparar un Plan B

¿Qué hacer una vez recibidos los puntajes? Cuando ya se cuenta con los resultados oficiales en mano y habiendo revisado con anterioridad las opciones disponibles, si el estudiante no logra entrar a la carrera que tenía planificada, es momento de analizar la situación en conjunto con su familia, cuáles son las opciones reales y concretas frente a ello, siempre consultando información en sitios oficiales.

Si es que el postulante, por ejemplo, está decidido a entrar a una casa de estudios, pero no le alcanza el puntaje para la carrera específica, existen opciones dentro de las mismas universidades que pueden servir como elección, tales como los programas académicos alternativos llamados bachilleratos.

“Estos programas poseen distintas líneas de conocimiento dependiendo de los intereses de cada estudiante: en Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Humanidades, entre otros. Permiten, posterior a los cuatro semestres cursados, optar a las carreras afines del programa rendido. Es importante enfatizar, que en estos programas existen cupos para cada carrera afín y dichos cupos se completan considerando el rendimiento académico del estudiante según ranking de su promoción”.

Otra opción, es planificar un nuevo año de preparación con énfasis en las áreas que menor puntaje se obtuvo. Para ello, existen distintos preuniversitarios libre de pago que ofrecen diferentes instituciones. En el caso de la Universidad San Sebastián, “disponemos de PREUSS que este año cumple su tercer ciclo de acompañamiento y reforzamiento para estudiantes de cuarto año medio y para orientadores de las distintas comunidades educativas. Es un ecosistema intencionado para brindar un escenario de preparación con calidad pedagógica”, indica la docente USS.

Además, cabe recordar que existe la alternativa de rendir la Prueba de Invierno. “Está comprobado que un proceso de reforzamiento organizado y bien desarrollado trae consigo puntajes exitosos, más aún cuando existen dos escenarios evaluativos anuales. Esto, es un atributo importante para considerar, pues las postulaciones en los procesos de admisión seguirán en base a la combinación de los mejores puntajes obtenidos a mediados o a fines del próximo año” añade Cornú.

Los hitos que vienen

17 de enero. El Sistema de Acceso informa los resultados del proceso de selección por parte de las universidades.

18 de enero. Comienza el primer período de matrícula, el cual se extiende hasta el 20 de enero.

21 de enero. Se inicia el segundo proceso de matrícula para aquellos jóvenes que hayan quedado en lista de espera.

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