Nueva novela de Roberto Ampuero gira en torno al “padre” del Muro de Berlín en Chile: Erich Honecker

Roberto Ampuero, escritor y académico de la U. San Sebastián. Foto: Pablo Sanhueza / La Tercera.

“Nunca volveré a Berlín” es el título de la más reciente entrega del escritor y académico de la U. San Sebastián, donde explora los últimos días del dictador de la RDA Erich Honecker en Chile. Anciano y enfermo terminal -debido a ello liberado por la justicia alemana-, el líder comunista no pagó por su responsabilidad en la violación de derechos humanos en lo relativo al Muro y la represión de su régimen. En la novela de Roberto Ampuero, Honecker se ve enfrentado al juicio de su propia conciencia y al escrutinio de dos de sus víctimas. El libro, ya disponible en librerías, será presentado el 29 de abril en la USS.



“Hay una gran distancia entre un político y un escritor”, dice Roberto Ampuero, quien hace unos años se alejó por un tiempo del quehacer literario para asumir responsabilidades como ministro de relaciones exteriores, de cultura y embajador de los gobiernos de Sebastián Piñera. “La política está llamada a dar respuestas, las novelas a plantear preguntas. Los políticos necesitan votos, los escritores soledad”, apunta. Hoy, como académico de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad San Sebastián (USS), Ampuero aborda algunas de estas interrogantes en su más reciente novela, “Nunca volveré a Berlín”, ya en librerías y Kindle.

La trama se articula en torno a la figura de Erich Honecker, último dictador de Alemania Oriental y “padre” del Muro de Berlín, quien encontró refugio en Chile en 1993, donde pasó sus últimos años de vida (sufría de cáncer terminal, falleció en mayo de 1994) cerca de su nieto e hija, casada entonces con un chileno. En esos años se produce en Santiago el reencuentro entre el chileno Patricio Dupré y la alemana oriental Valentina Bode, quienes habían sido pareja en la extinta República Democrática Alemana (RDA). El Muro los había separado: él obtuvo una visa para salir a Occidente, ella no. Decenios después, el destino los reúne, esta vez en Santiago. Ambos -ella como periodista; él como traductor- logran acercarse al dictador defenestrado que les había arruinado la vida.

La portada del nuevo libro de Roberto Ampuero, Nunca volveré a Berlín.

Una historia a tres voces

El interés de Roberto Ampuero por el personaje que mantuvo encerrados durante 28 años a sus 17 millones de compatriotas es de larga data, de cuando vivió en la RDA, entre 1979 y 1982, y se desplazaba cerca de la ciudadela amurallada de Wandlitz, donde residían Honecker y los jerarcas del régimen. Se reactivó en noviembre de 1989 cuando, residiendo en Bonn, fue enviado por la agencia italiana IPS a reportear in situ la caída del Muro, y su interés se acrecentó cuando el gobierno de Patricio Aylwin acogió a Honecker en un episodio dramático y de revuelo mundial, pero que Chile olvidó.

El autor de la novela Nunca volveré a Berlín, Roberto Ampuero. Foto: Pablo Sanhueza / La Tercera.

“Se da la extraña circunstancia de que en el Chile que inicia su retorno a la democracia coinciden dos figuras icónicas de la Guerra Fría: Honecker y Augusto Pinochet. Los dos viven bajo el cielo de Santiago, y quizás se cruzaron en sus calles. Pero siento que falta una reflexión nacional sobre qué significó esto para la solidez democrática del país. Se condenaba a un dictador, pero se celebraba a otro. ¿Por qué olvidamos a Honecker? ¿Por qué Honecker descartó irse a vivir a Cuba o Corea del Norte? ¿Por qué se desvaneció sin dejar huellas en nuestra memoria? En ningún otro país ocurrió algo semejante. Es hora de plantearse la pregunta sin la cual no está acabado el análisis de nuestra propia transición”, dice Ampuero.

En la novela, Honecker sabe que nunca volverá a Alemania por el rechazo popular, ha perdido el poder, su utopía ha fracasado, sus camaradas lo han defenestrado y su estado ha desaparecido. A la espera de la muerte, pero libre de tribunales por su edad y enfermedad, su cárcel es el laberinto de su propia memoria. Ampuero se vale de las herramientas que provee la literatura para indagar, explorar e imaginar lo que pasa por la mente de un personaje histórico considerado plano en lo intelectual y personal, pero que supo aferrarse al poder durante el estalinismo y después de él, y acumular los máximos cargos del estado comunista con el apoyo de Moscú: secretario general del Partido Socialista Unificado (PSUA), jefe de estado de la RDA y presidente del consejo de ministros, entre otros muchos cargos, hasta que las protestas populares obligaron a sus camaradas a deponerlo.

Es por eso por lo que durante sus pesadillas y estados febriles causados por los medicamentos, Honecker conversa con figuras de la izquierda que lo visitan. Hasta su casa en un condominio de La Reina llegan Marx, Lenin, Stalin, Allende y Castro. “Cada uno, desde su experiencia histórica lo juzga”, cuenta el autor. Marx lo condena por haberse aburguesado; Castro por no haber sabido conservar el poder hasta el aliento final; Stalin por haber renegado tras su muerte de él; y Allende le recrimina haber erigido un Muro como símbolo de la sociedad socialista.

Pero esta novela no es una biografía sobre Honecker, pese a que Ampuero se documentó intensamente para amalgamar realidad y ficción. “Es en torno a él y con él”, aclara. Es una novela de un amor imposible. Allí están Patricio Dupré, quién se transforma en traductor del defenestrado, y Valentina Bode, quien esconde siniestros secretos vinculados al PSUA, los que motivan su viaje a Chile. Los amantes no son ya los jóvenes de los setenta, pero aún recuerdan la separación forzosa y las ilusiones que Honecker les destruyó. Cuando frecuentan la casa del dictador, se enfrentan a un dilema ético: ¿Deben vengarse de él, perdonar sus crímenes, olvidarlo? ¿Cómo ajusticiarlo sin morir ellos mismos un poco?

Dar cuenta del dolor

Roberto Ampuero dice que “Nunca volveré a Berlín” es una historia sobre poder, amor, memoria y sufrimientos inconmensurables. “Haber vivido en un sistema totalitario amurallado, no se olvida nunca”, afirma. Amigos alemanes le confiaban el tormento que les causaba saber que no podrían cruzar el Muro hasta jubilar. “Ese dolor y esa injusticia de 28 años te acompañan per sécula, porque privarte de la libertad de movimiento es una violación brutal a los derechos humanos. A los chilenos nos cuesta imaginar que te despojen del derecho a salir de tu país y te obliguen a vivir bajo un régimen impuesto y apoyado por tropas extranjeras”, afirma.

Roberto Ampuero en dependencias de la U. San Sebastián, casa de estudios superiores en la que ejerce como académico. Foto: Pablo Sanhueza / La Tercera.

“Hay registros de cuántos murieron o quedaron lisiados tratando de alcanzar la libertad, pero el dolor humano causado a las víctimas y sus familiares y a los despojados de libertad es inconmensurable. Entonces, emergen preguntas, que Valentina y Patricio enfrentan: Cuando piensan en la posibilidad de no perdonar ni olvidar los abusos, ¿qué implica eso para ellos? ¿Vivir arrastrando hasta la propia muerte el peso del dolor y el resentimiento? ¿O será preferible encontrar un modo de seguir viviendo sin destruir los escombros de la propia existencia?”, pregunta Ampuero a través de esta novela.

El escritor cree importante combinar su condición de escritor con la académica. “Tengo un acuerdo con la Universidad que me permite armonizar la escritura con la apasionante labor con un grupo de intelectuales de diferentes convicciones con los cuales nos proponemos difundir y aportar en el país a la reflexión desde el humanismo. Eso enriquece, porque no solo de soledad vive el escritor. Y además el nexo con estudiantes permite el diálogo entre las generaciones, algo por lo que Chile está clamando”, asegura.

Para los interesados en la obra del autor habrá una presentación el 29 de abril, a las 18.30 horas, en el Campus Los Leones de Providencia de la Universidad San Sebastián, donde Roberto Ampuero conversará con Cristián Warnken. Dada la importancia que el escritor le asigna a las regiones, también presentará el libro en Puerto Montt, Concepción, Temuco, Valdivia, Valparaíso y Olmué. Luego tendrá presentaciones en las Américas y Europa, por parte de la editorial del libro.

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