Antauro Humala, el regreso del líder etnocacerista que llama a adelantar elecciones

Antauro Humala, líder del Partido Etnocacerista y hermano del expresidente Ollanta Humala, llega con su esposa Ina Andrade a una conferencia de prensa exigiendo el cierre del Congreso y nuevas elecciones en Plaza San Martín, Lima, el 10 de diciembre de 2022. Foto: Reuters

El mayor en retiro del Ejército peruano y hermano del expresidente Ollanta Humala, realizó una conferencia de prensa en Lima, donde llamó a la Presidenta Dina Boluarte "a desconocer la Constitución de Fujimori”.


Tras pasar 10 meses recorriendo diferentes regiones de Perú, Antauro Humala se presentó la noche del sábado en un local ubicado en la Plaza San Martín, en Lima, donde realizó un discurso en el que reconoció el gobierno de Dina Boluarte, lo que provocó la indignación de sus partidarios que le lanzaron botellas y piedras.

“He constatado un sentimiento de indignación popular, de insurgencia democrática, de una refundación republicana. Precisamente, lo que acabamos de espectar por la defenestración del expresidente Pedro Castillo es parte de este drama republicano que va durando un tercio de siglo”, dijo el hermano del expresidente Ollanta Humala ante los medios.

“Ahora el país se encuentra en casi insurgencia. Ya ha habido un muerto en Andahuaylas y en el sur es un polvorín. Entonces, lo que está pasando ahora es que la crisis actual es producto de la falsa transición democrática luego de la caída de Alberto Fujimori”, añadió.

Además, calificó a Pedro Castillo como “moralmente indefendible”. “La compatriota Dina Boluarte ha asumido por sucesión constitucional, el reo Pedro Castillo, nosotros el pueblo patriota y el etnocacerismo exhortamos a la compatriota Dina Boluarte a desconocer la Constitución de Fujimori”, dijo. “Acá lo único que puede bajar la presión social es el adelanto de elecciones”, añadió.

Antauro Humala llega con su esposa, Ina Andrade, a una conferencia de prensa exigiendo el cierre del Congreso y nuevas elecciones en Plaza San Martín, Lima, el 10 de diciembre de 2022. Foto: Reuters

La conferencia se realizó unas horas después de que la Presidenta Boluarte juramentara su gabinete en el Palacio de Pizarro. Tras concluir el encuentro con la prensa, Humala salió al balcón a realizar un discurso a sus seguidores que se apostaron en la Plaza San Martín. Sin embargo, cuando manifestó su reconocimiento al gobierno de la nueva mandataria, fue abucheado y algunos manifestantes tiraron botellas de agua y piedras en el primer piso.

Finalmente, el mayor en retiro del Ejército salió del recinto acompañado de su esposa y su abogada.

“Es un traidor. Ya no es el líder que nosotros pensábamos. Justo cuando se cumplían 100 días de su liberación, esperábamos que liderara la marcha al Congreso, pero en cambio se tomó su auto”, comentó a La Tercera Roberto Sánchez, uno de sus partidarios que se encontraba en la mencionada plaza.

Para muchos de los presentes la alocución de Humala se relacionaba con preparar el camino de cara a una campaña presidencial. “Antauro es bastante más pragmático de lo que muchos creen. En Lima, en general se piensa mucho que es un radical. Lima siempre tiene mucho miedo al verdadero radical, que en cualquier momento va a aparecer. Uno va viendo el zigzag de sus ideas en los últimos 20 años, y por ello creo que quizás podría hacer una campaña más ordenada”, dijo a La Tercera el sociólogo Omar Coronel.

“El tema es que Antauro, por la radicalidad de su mensaje e inclusive cuando se modere, va a ser más radical. Sigue hablando de fusilar a los presidentes corruptos, de fusilar a los corruptos en general, de salirnos de los pactos. Y creo que ese tipo de discurso podría difícilmente captar la mayoría en el país. Es un discurso que quizás podría prender entre un 15% y un 20% del país, no más. El problema es que en un país con los partidos tan débiles y las coaliciones tan fragmentadas, es más que suficiente a veces para pasar a segunda vuelta”, agrega el experto.

El etnocacerismo

Los peruanos conocieron a los Humala en octubre de 2000, cuando Ollanta y Antauro, entonces miembros del Ejército, lideraron un fallido levantamiento militar en Locumba (Tacna) contra el régimen de Alberto Fujimori (1990-2000), que vivía sus últimos días. Para algunos analistas, la acción habría sido una maniobra para encubrir la fuga de Vladimiro Montesinos, el temido asesor de Fujimori, algo que los Humala niegan.

Antauro Humala junto a un grupo de hombres armados vestidos con uniformes del Ejército, frente a una estación de policía tomada el 1 de enero de 2005 en Andahuaylas, a 800 km al sureste de Lima. Foto: Archivo

Por ese entonces, Antauro y Ollanta, que es un año mayor, eran muy unidos. Sin embargo, sus vidas tomaron rutas opuestas: mientras Ollanta ingresó a la arena política con un partido propio de corte nacionalista, su hermano se dedicó a planificar acciones subversivas.

El 1 de enero de 2005, junto a un grupo de 150 reservistas, Antauro Humala encabezó la toma de un cuartel policial para exigir la salida del entonces Presidente Alejandro Toledo (2001-2006). El resultado fue la muerte de cuatro policías y dos aliados del mayor del Ejército de Perú, así como una condena de 25 años en la cárcel, la que finalmente se tradujo a 17 años y 7 meses de presidio. Salió en libertad en agosto de este año.

Antauro ha dicho que “lo de la comisaría fue una orden expresa del comandante Ollanta”, mientras que el exmandatario ha negado una y otra vez su supuesto rol durante el “Andahuaylazo”.

Ollanta Humala ha reconocido que mantiene diferencias políticas con Antauro y Ulises, su hermano mayor. A ojos de Isaac Humala, el jefe del clan, Ollanta nunca hizo nada para ayudar a su hermano cuando era Presidente. Por eso, no ha ocultado que su proyecto etnocacerista debería algún día llegar a puerto con Antauro a la cabeza.

En su momento, Antauro se afianzó como líder del etnocacerismo, movimiento radical y antichileno ideado por Isaac, el patriarca de los Humala. Su filosofía (referencia a lo étnico y a Andrés Avelino Cáceres, quien dirigió la resistencia contra la invasión chilena en la Guerra del Pacífico) está repleta de elementos radicales y controvertidos, que para algunos analistas son peligrosos, mientras que otros consideran que son meramente “pintorescos”.

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