Bolsonaro apoya acusaciones de fraude electoral en EE.UU.

Jair Bolsonaro junto a partidarios en la segunda vuelta de las elecciones municipales, ayer, en Río de Janeiro. Foto: Andre Coelho / AFP.

En la segunda vuelta de los comicios municipales en Brasil, el mandatario se mostró en contra del voto electrónico.


Luego de votar en la segunda vuelta de las elecciones municipales de Brasil, el Presidente Jair Bolsonaro -que en ocasiones ha sido llamado el “Trump del Trópico”- volvió a apoyar este domingo las acusaciones de fraude electoral del mandatario estadounidense. Así, dijo que esperará un tiempo más para reconocer la victoria de Joe Biden en las elecciones del pasado 3 de noviembre.

“Tengo mis fuentes informativas de que hubo mucho fraude ahí”, dijo el mandatario brasileño, agregando que “nadie habla sobre eso. Si fue suficiente para definir la victoria de uno o del otro, eso no lo sé”.

Al mismo tiempo, Bolsonaro expresó dudas sobre el actual sistema electrónico de votación en Brasil, el cual, según él, es vulnerable a fraudes. De hecho, se mostró a favor de que el país regrese al sistema de papeletas físicas para las elecciones presidenciales de 2022. “No podemos seguir votando sin tener la seguridad de que el voto fue para la persona indicada”, declaró el mandatario.

En medio de la pandemia, los brasileños elegían este domingo a los alcaldes de 57 ciudades, entre ellas Sao Paulo y Río de Janeiro, que deberían dar señales sobre las opciones de reelección de Jair Bolsonaro en 2022.

Los candidatos favoritos en Sao Paulo y Río de Janeiro son políticos de centro, contrarios al mandatario.

En la primera vuelta, el 15 de noviembre, la mayoría de los candidatos apoyados por Bolsonaro fueron derrotados, en muchos casos por candidatos de centroderecha y la derecha tradicional.

Los alcaldes en Brasil cuentan con un amplio abanico de competencias, entre las que se incluye el tema sanitario. Por esta razón, para muchos ciudadanos la respuesta a la pandemia es un factor a considerar al momento de ejercer el voto. En el momento más crítico de la propagación del virus, Bolsonaro minimizó su importancia y presionó contra las medidas de confinamiento ordenadas por gobernadores y alcaldes.

La izquierda, por su parte, dio señales de renovación principalmente en Sao Paulo y Porto Alegre, después de las complicaciones sufridas en los últimos años.

Los alcaldes electos deberán enfrentar desafíos en materia de seguridad, transporte o educación con las arcas vacías por la crisis.

En Sao Paulo, la ciudad más rica y poblada, con 12,5 millones de habitantes, el candidato del Partido Socialismo y Libertad, Guilherme Boulos, de 38 años, disputaba el balotaje con el actual alcalde centrista Bruno Covas, de 40 años, del PSDB.

En Río de Janeiro, con 6,7 millones de habitantes, la elección parecía decidida a favor del exalcalde Eduardo Paes, de centroderecha, que contaba con el 68% de la intención de voto, frente al 32% del alcalde actual, Marcelo Crivella, un pastor evangélico aliado de Bolsonaro.

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